Una colaboración de José Luis Sánchez Mesa para este blog
La página que voy a transcribir trata sobre
Villamartín (Cádiz), publicada el año 1645 en un libro titulado, (atención que
el título tiene 43 palabras):
POBLACIÓN
GENERAL
DE ESPAÑA.
SUS TROFEOS,
BLASONES,
Y CONQUISTAS
HEROYCAS.
DESCRIPCIONES AGRADABLES,
GRANDEZAS NOTABLES,
EXCELENCIAS
GLORIOSAS,
Y SUCESSOS
MEMORABLES.
CON MUCHAS, Y
CURIOSAS NOTICIAS, FLORES COGIDAS
en el estimable
jardín de la preciosa antigüedad.
REALES GENEALOGÍAS,
Y CATÁLOGOS DE DIGNIDADES
Eclesiásticas, y Seglares
POR
RODRIGO MÉNDEZ SYLVA,
HISTORIADOR DESTOS REYNOS,
vezino de la coronada
villa de Madrid.
QUE SACA
A LUZ DEBAXO DE LA PROTECCIÓN DE
Manuel
Cortizos de Villafante, Cavallero de la Orden de Calatrava, &c.
CON PRIVILEGIO, EN MADRID POR DIEGO DÍAZ DE LA CARRERA. Año M DC XLV
A costa de Pedro
Coello, mercader de libros.
Nota 1. La portada de la obra reproducida forma
parte de la colección de la Biblioteca del Banco de España, que permite la
utilización total o parcial de esta copia para fines sin ánimo de lucro siempre
y cuando se cite la fuente.
CAPÍTVLO LXV
Autor Rodrigo Caro Antigüedades de Sevilla,
fol. 132.
Nota 2: El autor del libro Rodrigo Méndez Sylva,
como historiador que era, cita al final de cada ciudad o villa de las que
escribe en él la bibliografía que ha utilizado para documentarse sobre lo que
tiene que escribir, lo que hoy en día se llaman «las fuentes«. En el caso de
nuestro pueblo, Villamartín, las noticias que da son muy escuetas y utiliza solamente
una obra “Antigüedades y principado de la ilustrísima ciudad de Sevilla y
Chorographía de su convento iuridíco o antigua chancillería”, cuyo
autor es Rodrigo Caro. Mejor fuente no habría podido encontrar.
Vamos a dar un repasito a la biografía de este
insigne hombre que conocía muy bien todo el arzobispado de Sevilla, porque
trabajó muchos años como visitador apostólico de la archidiócesis sevillana. El
visitador apostólico era un inspector que acudía periódicamente a cada uno de
los pueblos de la diócesis, vigilando la conducta personal, sacerdotal y
económica de los párrocos y levantando expedientes e informes de todo ello para
que el arzobispo tuviera conocimiento de todo lo bueno y malo que pasaba en sus
parroquias. Como además de visitador era historiador, aprovechaba su estancia
en cada pueblo para hacer una relación de la historia y de los restos
arqueológicos, numismáticos, etc. de cada uno de ellos.
Rodrigo Caro nació en Utrera en 1573 y fue poeta, historiador, abogado y sacerdote. Estudió cánones en las Universidades de Osuna y Sevilla. Muerto su padre lo recogió un tío suyo que vivía en Sevilla.
Fue abogado eclesiástico entre 1596 y 1620, y
no le faltó trabajo, pues atendió en ese periodo siete pleitos al año.
Mantuvo a su madre y a ocho hermanos.
Fue ordenado sacerdote y recibió un beneficio
eclesiástico en la parroquia de Santa María de Utrera. Más tarde fue nombrado
abogado del concejo municipal de Utrera y en 1619 empezó a trabajar como censor
de libros. Fue visitador apostólico de la archidiócesis y en 1627 se trasladó a
Sevilla, donde trabajó también como juez de testamentos.
Otras comisiones del arzobispado le acarrearon
diversas amarguras y un destierro a Portugal.
En 1645 renunció a su capellanía por no
poderla atender, debido a una enfermedad de estómago que se le fue agravando,
muriendo dos años después a los 73 años de edad.
Fue, sobre todo, arqueólogo, anticuario e
historiador; tenía una gran biblioteca de clásicos y hasta un pequeño museo y
escribió tanto en latín como en castellano.[2]
(Retrato de Rodrigo Caro en la obra Libro de
Verdaderos Retratos de Ilustres y Memorables Varones de Francisco Pacheco.)
© del texto, José Luis Sánchez Mesa, salvo
entrecomillados.
© de las imágenes, lo señalado en los pies de
fotos y otras referencias.
© de la publicación: José Luis Sánchez Mesa y «Villamartín.Cádiz
Blog de Pedro Sánchez».
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