La
vida que pasa. Tierra andaluza – Manuel L. Ortega
(Villamartín.Cádiz
Blog de Pedro Sánchez)
Biografía del autor
(1).
Como
decíamos antes, se había iniciado muy joven en el periodismo, siendo
redactor-jefe del periódico local, Diario de Jerez, hasta asumir la
dirección del mismo con solo 21 años (5). Con posterioridad fundó una serie de
cabeceras de nuevos diarios en la zona: El
Noticiero de Jerez, Don Fastidio, Diario de El Puerto y Diario de Sanlúcar.
Durante
la Guerra Civil fue encarcelado por sus ideas conservadoras (6), tras
refugiarse en las embajadas de Finlandia e Inglaterra. Desde esta última fue
entregado y tuvo que soportar la amenaza diaria del fusilamiento, conociendo en
presidio la muerte violenta de parientes y amigos. Finalizada la guerra,
intentó retomar su actividad de siempre, publicando una especie de continuación
de los Episodios Nacionales que debía culminar justo en los años de la Guerra
Civil, a fin de explicar a las nuevas generaciones las claves del estallido
bélico. La temprana muerte del editor en 1943 truncó el proyecto, del que solo llegó
a salir una entrega (7). Fue miembro correspondiente de la Real Academia de la
Historia y vocal de la Liga Africanista. Él mismo se denominaba «El Dómine» y
«El Dómine Gafas», apodo con el que fue ampliamente conocido.
(1).
Datos obtenidos de la publicación virtual autobiográfica de uno de sus hijos,
el pintor y muralista Manuel Ortega: Recuerdos de mi vida y el arte. Más
información en este enlace.
(2).
Dependiente de la editorial CIAP del Dómine, se mantuvo hasta la independencia
de Marruecos en 1956, ejerciendo gran influencia en la opinión pública del
Protectorado.
(3).
El sefardí Ignacio Bauer Landauer (1891-1961) fue empresario, político y
miembro de la Academia de la Historia. Aportó 15.000.000 de pesetas, toda una
fortuna en la época.
(4).
Centrada por el autor en Comercio y Turismo. En 1917 tiró miles de ejemplares,
incluyendo un apartado para Tánger, principales localidades de Marruecos, Cádiz
y Málaga y más de 300 fotos y planos. Su utilidad práctica era muy notable,
pues incluía horarios de trenes, calendario cristiano, hebreo y musulmán, y
multitud de reseñas de empresarios y comerciantes.
(5).
Se vio obligado a ocultar este dato para dirigir el periódico, pues la mayoría
de edad estaba fijada en los 23 años.
(6).
Hombre hecho a sí mismo y cultísimo (15.000 libros guardaba en su biblioteca),
según sus hijos, era un monárquico liberal, contrario al excesivo
intervencionismo estatal, al que consideraba contrario a la libertad.
(7).
Cuando la boda de Alfonso XIII y Victoria Eugenia, con relato pormenorizado del
atentado de Mateo Morral contra el cortejo real.
………………………………….
El
primero de los capítulos que dedica a Villamartín lo titula «Garnier volando.
La Feria de Villamartín». En él describe muchos aspectos relevantes del
Villamartín de la época (1913) y de su importante feria, cubriendo un suceso
inédito en la comarca: el vuelo en aeroplano del francés Leonce Garnier. De la
resonancia del espectáculo da fe la masiva asistencia de gentes de la comarca e
incluso de Jerez, hasta el punto de ocuparse todos los medios de transporte de
los alrededores para llegar al pueblo, poniendo en peligro la misma presencia
del periodista, que a punto estuvo de quedarse en Arcos. De paso, nos descubre
algunos detalles curiosos del mercado ganadero, como el montaje de tiendas de
cada pueblo para sus criadores y tratantes, o la costumbre de la población
dispersa por el campo de bautizarse con ocasión de la visita anual al pueblo durante
la feria.
(8).
Íñigo Mateos, Manuel. La feria de Garnier. Revista de Feria de 1959.
Ayuntamiento de Villamartín.
(9). Enlace
…………………………………………
En otro de los capítulos, que Manuel L. Ortega titula «La nueva línea de automóviles. De Jerez a
Arcos, Bornos y Villamartín»,
relata la visita efectuada a Villamartín con motivo de la inauguración de dicha
línea. El hecho debió coincidir con nuestra romería del 8 de septiembre, día
que el Dómine sitúa en lunes, lo que nos permite fecharlo en 1913, único año
que recoge esa coincidencia dentro los años anteriores a 1916, que es cuando se
edita el libro.
Proporcionamos la transcripción literal de la última parte,
cuando el autor sale de Bornos y se dirige a Villamartín. Inserto en el texto
imágenes de la época que no aparecen en el libro, así como ampliación de la
información en los pies de foto.
De Bornos a Villamartín
—¡Villamartín,
aquello es Villamartín! —grita Julián, señalando un rosario de luces que corona
la cresta de un monte.
(10).
El «puente de madera» al que se refiere sería, posiblemente, el de mampostería
de finales del siglo XIX, que el Guadalete destruyó en varias ocasiones, y que
debía presentar en esos momentos algún arreglo provisional con maderas.
(11).
Se comenta que Alejandro Dumas, viajando por Madrid, después de haber bebido
medio vaso de agua, ofrecido por un típico aguador, arrojó al Manzanares el
resto diciendo: «Tiene más sed que yo».
En Villamartín
Y a
las dos de la madrugada, el Dómine se estaba afeitando en una barbería de Villamartín
—en la linda villa el servicio de Fígaros es permanente como en Jerez el de las
funerarias —; y un poco más tarde con Sánchez Robles (17), un vencido en la
lucha por el ideal, y Fernando Romero Martel, charlábamos y charlábamos de
cosas pretéritas.
¿Quién
no puede gustar la poesía de los recuerdos ha sabido vivir?
(12).
José Romero Romero, importante personaje del Villamartín de finales del siglo
XIX y primer tercio del XX. De profesión abogado, ocupó numerosos cargos en la
localidad: alcalde, juez municipal, concejal, diputado provincial, corresponsal
del Banco de España, jefe del Partido Conservador… La actual calle Virgen de
los Reyes llevó su nombre.
(13) Agricultor
y ganadero, nacido en 1875, explotaba la finca de la Nava y mantenía negocios
en Villamartín, donde llevó la empresa de autobuses hasta su venta. Construyó
un gran garaje al final de la avenida de la Feria, conocido después como el de
los Amarillos. En 1913 figura como corresponsal de banca.
(14).
Hijo de José Romero Romero y miembro de una familia destacada del Villamartín,
junto a sus hermanos Francisco (sacerdote), Cristóbal (alcalde en 1930,
encarcelado por participar en la Sanjurjada y fusilado en Utrera en 1936),
Ildefonso (alcalde en 1920) y Manuel (político conservador muy activo durante
el franquismo).
(15).
Bodeguero y fabricante de coñac y otros licores destilados. Marcas conocidas:
amontillado Patria, anís del Chucho o ponche Jacolina.
(16). Podría
tratarse de la Fonda Victoria en la que se alojó cuando el vuelo de Garnier.
(17). Personaje
no localizado. Esa mención a “un vencido del ideal” suena a simpatizante del carlismo.
En la ermita de la Montaña
A la
ermita, para adorar a Nuestra Señora con fe sencilla, acuden romeros de los
pueblos vecinos, y allá en la montaña, en un rinconcito pintoresco, se
congregan los fieles de Montellano, de Arcos, de Bornos, de Prado del Rey, de Villamartín.
Y en
la mañana del lunes, galantemente invitado por Pepe Romero Martel (18), un
joven y cultísimo abogado, en un quitrín arrastrado por dos caballos,
hábilmente regidos, iba el Dómine hacia la ermita.
El
camino ofrecía un aspecto típico. Campesinos robustos llevando a la grupa del
caballo a sus mujeres, ataviadas con trajes de vivos colorines y rameados,
marchaban orgullosos para orar ante la Virgen; los coches se cruzaban con un
loco cascabelear alegre, y de vez en vez, el eco de las bocinas de los autos de
la nueva empresa, que iban cargados de pasajeros, ponía una nota grave en la
fiesta.
Allá
en los alrededores de la ermita, en corros bailaba la gente del pueblo,
esperando la hora de la función principal: otros se acomodaban en las tiendas,
colgadas de yedra, y la manzanilla pálida y suave corría por los gaznates, como
un río de alborozo.
Lindas
jovencitas cantaron preciosos trozos musicales, coplas ingenuas, fragantes y
lozanas, como flores del campo.
Después
se celebró el acto solemne de bendecir los automóviles (20).
Y cuando
terminada la ceremonia marchábamos para el Rozalejo [Rosalejo], donde se sirvió
un lunch espléndido, cruzó el Dómine unas cuantas palabras de aliento, con este
abogado, tan amante de su patria chica, que se llama Pepe Romero Martel.
(18).
José Romero Martel aparece en los anuarios de esos años como abogado, junto a
sus hermanos ya nombrados.
(19).
Natural de La Puebla de Cazalla (Sevilla), fue nombrado párroco de Santa María
de las Virtudes en 1911, permaneciendo al frente de la misma hasta 1920.
Sacerdote celoso y de febril actividad apostólica, organizó varias
asociaciones, entre ellas Las Marías de los Sagrarios Abandonados, la
catequesis parroquial, los cultos solemnes, entre los que destacaba la octava a
la Inmaculada y creó el primer coro parroquial del que se tengan noticias.
(20). Cuando
se adquiría un vehículo, la tradición imponía hacer el primer viaje a la ermita
de las Montañas. Con ello se lo «bendecía» y se pedía a la Virgen protección
para evitar los accidentes de tráfico. Con más razón aún, tratándose de autos
de transporte público. Todavía hoy somos muchos los villamartinenses que
continuamos esa costumbre.
En Rozalejo
(21).
Posiblemente se trate de un error. No parece que ninguno de los titulares del
Ducado de la Conquista hayan sido propietarios de El Rosalejo.
(22).
Debe referirse a Julián Armario Gómez, corredor de comercio, regidor-interventor
en 1912 y concejal en corporaciones posteriores.
(23).
Personaje destacado del pueblo en el primer cuarto del siglo XX, del que fue
alcalde. Labrador e industrial, instaló el primer alumbrado eléctrico en esta
población en 1906.
(24). Se trata de Francisco Gutiérrez Peñalver, único hijo varón de Ramón Gutiérrez Sirés. Hizo la carrera de derecho y fue ejecutado por partidarios de la República en los primeros meses de la Guerra Civil en Ronda. El cuerpo aún no ha aparecido.
(25).
Debe referirse al vuelo de Garnier que realizó en Villamartín en la Feria de
San Mateo en septiembre de 1913, es decir, unos días después de esta crónica.
(26).
Vino muy prestigioso, cuyo nombre corresponde a las iniciales del fundador de
la bodega en 1650, Pedro Alonso Cabeza de Aranda y Zarco. Llegó a ser una de
las marcas históricas de Jerez, con exportación a todo el mundo. La bodega ha
cambiado el nombre y se llama actualmente "Bodegas Tradición",
perteneciente al grupo Rivero.
(27).
Probablemente, se trata de un error. Que sepamos, Jacobo Molina anunciaba con
el nombre «Patria» un amontillado. No hemos encontrado referencias a un fino de
su bodega con ese nombre.
De vuelta de la romería
En una
vuelta del camino, tuvimos el gusto de emplazar para luego en el Casino, a D.
Alejandro Ivison (28).
Retornamos
a Villamartín, donde Julián Armario se constituyó en cabeza visible de un
complot, para que no regresáramos a Jerez, y en Villamartín nos quedamos
encantados entre estos amigos tan buenos y tan cariñosos.
Y
después de despedirnos de Alejandro Ivison, —el jerezano que ha sabido crear la
línea de San Fernando a Algeciras—, que salió para la tierra del vino en su Hispano-Suiza, D. José Romero y
Gutiérrez Sirés, nos invitaron a comer.
Y
entre las elucubraciones de Santiago Lozano, tormento de Cristóbal Romero y
regocijo nuestro, y tras unos gorgoritos sabios de Jacobo Molina, que cantó el Pieta Signore (29), se deslizó la comida amenamente.
(28).
Alejandro Ivison Pastor, importante emprendedor jerezano creador de la línea de
autobuses Cádiz-Algeciras y puntos intermedios, que con el tiempo acabaría
transformándose en los Transportes Generales Comes.
(29).
Obra del compositor barroco Antonio Stradella (1643-1682), antaño muy conocida,
con famosas interpretaciones modernas de Pavarotti, Andrea Bocelli y Alfredo
Kraus, entre otros.
De regreso — En la
tempestad
En la
plaza de Alfonso XII, nos despiden afectuosamente estos buenos amigos de
Villamartín.
Retornamos
los mismos que salimos, excepto Julián Armario, este hombre jovial y… gordo,
que se queda entre los suyos.
Se
oyen vivas a Villamartín y a Jerez cuando arranca el coche.
Y allá
queda la linda villa, hundiéndose en la distancia.
Una
tempestad nos sigue durante el viaje de regreso: las nubes plomizas corren tras
el coche.
[…]Nuestra
impresión del viaje se sintetiza en esto: un profundo agradecimiento como
jerezanos y como periodistas a los Sres. Romero, Gutiérrez Sirés, Armario y de
los Ríos, y a los amigos de Villamartín; y en la retina el deslumbramiento de
la belleza de los paisajes serranos y de la, gentileza de las mujeres de la
linda villa que corona un monte, de esa villa a la que pueden aplicarse, con
ligera variante, los versos sencillos de Trueba: (34)».
Es
allí el aire más puro,
y está
más cerca del cielo.
(30). Sin
duda se refiere al Pino de las Hoces, situado en el término de Arcos de la
Frontera, pero muy visible y cercano a Bornos, del que hay múltiples
referencias por su gran tamaño.
(33). Cecilia
Böhl de Faber. Autora de Un verano en Bornos (1864).
(34). Debe
referirse al gran manantial de Bornos denominado Gruta del Nacimiento, que con
su abundante caudal formó una ribera, camino del Guadalete, donde llegaron a
enclavarse unos diez molinos.
Bibliografía
·Vidal
Jiménez M. Crónicas en torno a Villamartín. Ayuntamiento de Villamartín. 2001.
·Archivos
Históricos Municipales de Villamartín. Actas capitulares. 1913.
© del
texto, Pedro Sánchez Gil, salvo entrecomillados.
© de
las imágenes, lo señalado en los pies de foto.
© de
esta publicación, «Villamartín.CádizBlog de Pedro Sánchez».
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