domingo, 25 de noviembre de 2018

Jerónima Vez Lara, maestra


Nombre. Jerónima Vez Lara
Fecha de nacimiento. Día 2 de abril de 1908 (San Fernando, Cádiz).
Fecha de fallecimiento: Día 28 de mayo de 1989 (San Fernando, Cádiz).
Estado civil. Casada con José Jesús Vázquez Romero (18-01-1903).
Padre. Pedro Vez Cartelle, marino, contramaestre mayor.
Madre. María Josefa Lara Acebedo (fallecida en agosto de 1911).
Profesión. Maestra (1931-1974).
Domicilio que tuvo en Villamartín. Calle San Francisco.

Cuando llegué destinado como maestro a Villamartín en 1976, en las conversaciones entre compañeros, las referencias eran continuas a doña Jerónima y a don Pedro, como la maestra-matriarca y el maestro-patriarca del pueblo, por sus largos años de trabajo docente en Villamartín. Casi todas mis compañeras habían sido alumnas de doña Jerónima y se deshacían en halagos hacía su buen hacer en la enseñanza. Solo coincidí una vez con ella, y fue con motivo de la jubilación de doña Dolores Prieto, acto al que asistió. Rehacer su biografía, tantos años después no resulta fácil, pero quiero reunir en esta publicación todas las referencias que he localizado en los libros de Imágenes de un Siglo, en la obra La enseñanza en Villamartín, además de los recuerdos de sus alumnas y compañeras. También he indagado en revistas de enseñanza (Escuela Española sobre todo) y en la Gaceta de Madrid (antiguo BOE) donde aparece su nombre repetidas veces. Aunque sin duda, la aportación fundamental ha sido la documentación que me ha aportado su sobrina-nieta María del Carmen Manuel Vez.

Nacida en San Fernando en 1908, con solo tres años queda huérfana de madre. Se educa en el antiguo colegio El Patrocinio de Nuestra Señora, conocido en San Fernando como el colegio Rivero, donde ya es preparada inicialmente para ser maestra. Cursa los estudios de Magisterio por enseñanza libre en la antigua Escuela Normal de Cádiz por el plan de 1914, terminándolos al cumplir los 18 años (1926). Se presenta a las oposiciones de 1928 incorporándose al trabajo como maestra en 1931.

 Siguiendo la serie cronológica podemos situar a doña Jerónima en diversos momentos profesionales y personales:
-Desde 1931 a 1934 desempeña destinos como interina en Cádiz y San Fernando.

-Diciembre de 1933. La Gaceta de Madrid, la sitúa en la «Relación de maestras cursillistas procedentes de la convocatoria de oposiciones de 1928 en expectativas de destino», con Cádiz como provincia de procedencia.

-1933. En plena Segunda República, aparece su nombre en un viejo libro titulado Primer Escalafón de Maestras de Escuelas Nacionales existentes en 31 de diciembre de 1933. Se la considera ingresada en ese primer escalafón el 1 de noviembre de 1933 con un sueldo de 3000 ptas. También aparece en la relación otra maestra de Villamartín contemporánea suya, doña Rosario Presas Sánchez (31-12-1888).

-Marzo de 1934. En la Gaceta de Madrid se le adjudica la plaza de Valverde de Leganés (Badajoz). Permanece en esta localidad hasta octubre de 1834.

-8 de octubre de 1934. Toma posesión como propietaria de la Escuela Nacional Unitaria n.º 2 de niñas de Villamartín. Ya permanece en nuestra localidad hasta su jubilación en 1974. (Ver documento).

-9 de abril de 1935. Contrae matrimonio con José Vázquez Romero en San Fernando. Doña Jerónima contaba que el día que llegó a Villamartín (octubre de 1934) José la observó fijamente mientras se bajaba del autobús que la traía desde San Fernando, comentándole a los que le acompañaban: «esa señorita que llega será la mujer de mi vida». Como vemos se casaron a los seis meses, formando una pareja muy conocida en el pueblo.

- «Tras la Guerra Civil, en 1939 figura en la relación de maestros y maestras de la villa: Ildefonso Velázquez Reina, Ildefonso Jiménez Maza, Francisco Pérez Sánchez, Cándido Medina Lara, Rosario Presas Sánchez, Rosario Alday y Jerónima Vez Lara». (1).

- «El 11 de mayo de 1949 la Junta Local de Instrucción Pública comentó que, para combatir el analfabetismo, el gobernador civil requería del magisterio su colaboración desinteresada para dar clases extraordinarias a adultos; se ofrecieron Rosario Presas Sánchez, Jerónima Vez Lara y Cecilia Caro Macías». (1).

-«En 1951 se crea una Escuela Graduada de niñas, estructurada en diversos grados de conocimiento [todo un avance], haciéndose cargo doña Jerónima de una de las aulas». (1)

-En 1956 se le adjudica una beca y debe desplazarse en septiembre a Sevilla para realizar un cursillo de Iniciación Profesional en la modalidad de «labores de adorno». (2).

-Junio de 1957. Se le concede un permiso para que imparta clases de Iniciación Profesional (en la modalidad labores de adorno) dentro del ámbito de las Escuelas Nacionales (Escuela Graduada n.º 1 de Villamartín), con una remuneración de 3900 ptas. anuales. Este crédito se repite en 1961,1962, 1964 y quizá en algún año más que no he localizado. (2).

-En 1959 se le asciende el sueldo a 27.000 ptas. anuales, unas 1900 ptas. al mes. (La cantidad parece un poco elevada para las penurias que se decía pasaban los maestros, pero así figura con su nombre y apellidos en el correspondiente BOE. Otras fuentes consultadas sitúan el sueldo de inicio del maestro en 1959 en 15.720 ptas. anuales, a lo que había que sumar los 8-9 trienios que tendría ya por entonces doña Jerónima y el importante complemento por las clases de Iniciación Profesional y quizá adultos).(2).

-«En abril de 1964 la Junta Municipal de Enseñanza Primaria acordó proponer a Jerónima Vez Lara para uno de los premios establecidos en mérito a su reconocida labor al frente de la Escuela, hallarse en posesión de un voto de gracias, haber conseguido un premio nacional y los provinciales a su labor en la Mutualidad Escolar, tener establecida la Santa Infancia y las clases de Iniciación Profesional, así como la buena matrícula y asistencia de su escuela». (1). Leído el BOE, la Orden se refiere a premios anuales en metálico de 10.000 ptas. que se concedían a aquellos maestros que hayan destacado por su actuación profesional en la Escuela». (Documento).

-Septiembre de 1971. Un importante accidente de circulación la mantiene alejada de las aulas seis meses. Se produjo a su regreso de Santiago de Compostela con su marido y el taxista Valle.

-27 de noviembre de 1973, Día del Maestro. Especialmente emotiva fue esa jornada para nuestra protagonista. Fue una fecha de homenajes para la gran maestra pronta a jubilarse. «Los actos comenzaron con una misa a las cinco de la tarde; a las seis, en la Casa de la Cultura, acto-homenaje presisido por el inspector de EGB don Jesús Gea y el alcalde Antonio Bernal; a las ocho de la tarde merienda-cena en el hostal las truchas de El Bosque» (4). (Ver documentos). (Fot.: Instantánea del acto celebrado en la Casa de la Cultura: Juez comarcal Vicente Jarava, inspector Jesús Gea, alcalde Antonio Bernal, doña Jerónima, párroco José M. Álvarez).

-Doña Jerónima se jubilaría en 1974, con 66 años de edad, cuatro años antes de lo que establecía la Ley en esa época, seguramente por haber completado 40 años de servicios en propiedad y alguno más en otras modalidades docentes, marchando a vivir a San Fernando.

-En 1976, el Instituto Nacional de Asistencia y promoción del Estudiante, siguiendo la propuesta de la Comisión Nacional de Mutualidades y Cotos Escolares le concede a doña Jerónima Vez Lara, profesora de Educación General Básica (jubilada) y directora de la Mutualidad Escolar Santa Teresa, la medalla de bronce por sus trabajos y fomento de las instituciones de previsión y mutualismo escolar. Este reconocimiento se le hace solo a dos maestras en Cádiz. (2).

- «En 1982, con motivo de las II Jornadas Fundacionales de Villamartín, y siendo alcalde Antonio Pérez Vidal, se le concede uno de los Premios Fundación, concretamente el de Ciencia y Educación, denominado Benito Sánchez» (1). En esta época se pidió reiteradamente el nombre de una calle o de un colegio para ella. (Doña Jerónima entre el párroco don José Manuel y el cronista Bernal Cisuela. Libro de Feria de 1982). (Ver documento del Diario de Cádiz, corresponsal Manuel Alberto Peña y González. Enlace.)

También he recurrido a sus antiguas alumnas que han coincidido plenamente en señalarla como su gran maestra de referencia, destacando algunas de ellas su agradecimiento por inculcarles las ventajas del estudio y orientarlas hacia profesiones que le permitían su realización personal e independencia económica. Veamos algunas de esos comentarios:

«La recuerdo con muchísimo cariño en su aula de la calle San Francisco. Durante la mañana impartía las clases tradicionales de la época usando tres pizarras para las actividades de los tres grupos: mayores, medianas y pequeñas, en las que las alumnas más adelantadas ayudaban a las más pequeñas. La tarde era más relajada, dedicada a trabajos manuales y la enseñanza de las labores del hogar. Siempre estaba pendiente de su numerosa clase, era recta pero cariñosa y cuidaba mucho los valores personales».

«La temática religiosa era para ella algo prioritario: preparación para la primera comunión, misa de domingo con sus alumnas, confesión y comunión el primer viernes de mes durante nueve meses, rezo del rosario los sábados, cantos religiosos, oración de la mañana…»

«Aún la recuerdo con su babi blanco, igual que nosotras sus alumnas. Una de sus preocupaciones es que tuviéramos una buena caligrafía y ortografía. Con ella aprendí a bordar y hacer punto de cruz por las tardes, una vez acabadas las clases».

«Mujer maravillosa y mucho más que una simple maestra. Su bondad nos la transmitía hasta fuera de la escuela. Un grupo de niñas colaborábamos en sus actividades caritativas y le ayudábamos a cobrar las cuotas que pagaban muchas personas de calles cercanas. Para nosotras era divertido, pero a la vez una responsabilidad recorrer la calle del Santo cobrando. Después nos invitaba a merendar en su casa».

-«Recuerdo que en aquella época usábamos sólo lápiz y borrador. Pero al final de la jornada, a un grupo reducido, nos daba un bolígrafo (todo un lujo) y una libreta de rayas a la que debíamos pasar en limpio todas las tareas (cuaderno de rotación). Esto, que puede parecer un castigo, para las elegidas era realmente un premio y nos incitaba a realizar durante toda la jornada escolar nuestras tareas lo mejor posible para ser una de las recompensadas. Siempre insistía en evitar doblar las esquinas de las hojas del cuaderno y forrar bien los libros».

-«Entrañable, recta, pero al mismo tiempo cariñosa, cuidaba mucho la caligrafía y se solía decir que todas sus alumnas teníamos una letra perfecta y se nos reconocía por ello. Le encantaban las labores y con ella hacíamos los famosos mantelitos llamados “Tu y yo". Con diez años me preparó para el examen de ingreso al bachillerato, junto con un grupito de tres alumnas más, y de manera desinteresada, lo que demuestra la calidad humana que poseía». (“Tu y yo” aportado por Remedios García Palma).

-«Recuerdo que cada día se llevaba los cuadernos a su casa, que estaba al lado de la escuela, en la calle San Francisco y a la mañana siguiente nos los entregaba corregidos».

-«Nos encantaban las celebraciones especiales, por ejemplo el gran Belén que hacíamos cuando se acercaba la Navidad o los altares de mayo cuando se celebraba el mes de María. Llevábamos flores y cantábamos; la clase ese mes tenía un olor especial».
-«Nuestra relación con doña Jerónima no cesaba al acabar con la escolaridad obligatoria, las que seguíamos estudiando volvíamos a contarle nuestros progresos en el bachillerato e incluso en la carrera. Le hablábamos de las dificultades para tomar apuntes a la carrera y como se nos estropeaba la bonita caligrafía que adquirimos con ella. Siempre había un sabio consejo y unas palabras tranquilizadoras».

-«Yo tengo que hablar de ella como compañera. Junto a otras maestras jóvenes acudíamos como si fuera nuestra matriarca, tanto en el colegio de San Francisco donde trabajábamos, como a su casa. Nos orientaba, nos proporcionaba estrategias escolares, materiales, metodología… Se puede decir que era nuestro “paño de lágrimas”».

-«Un ángel como persona y estupenda profesora; aparte de las asignaturas clásicas, te enseñaba modales y educación en la casa y en la calle, a respetarnos entre nosotras y sobre todo a los mayores. Nos preparó para la Primera Comunión ella misma y el día grande íbamos de dos en dos a la iglesia cogiditas de la mano. Aún tengo una hucha que era la cabeza de un negrito de la Santa Infancia».

«Fomentaba el espíritu del ahorro en aquellas décadas de tanta carestía. Recuerdo que tenía una cajita, en la que guardaba un caballito de mar, y que utilizaba como caja de ahorro; cada día apuntaba el dinero que voluntariamente llevaba la alumna que podía. Al final del curso, las alumnas que habían ahorrado durante el curso tenían su recompensa pues recuperaban su dinerito con gran alegría».

-«Muchos, muchos recuerdos de doña Jerónima y su clase. La capillita de la Virgen de Fátima que llevábamos al acabar la jornada cada día a una casa (en la imagen). La latita de membrillo con cisco a nuestros pies en los fríos inviernos. Una de sus frases preferidas: Una señorita no puede tener faltas de ortografía, eso es como hacer un borrón en un cuaderno. Las perdices en sus jaulas, cada una con su nombre, propiedad de su marido. La radio por las tardes sintonizada en la emisora local mientras cosíamos o bordábamos esperando un disco dedicado por algún compañero de las aulas vecinas, aunque nosotras le decíamos, doña Jerónima, ponga Vd. la radio que le hemos dedicado un disco».

Como vemos doña Jerónima pudo ser una de las personas que más influyó en las niñas y jóvenes del siglo XX en nuestro pueblo, incluso en sus madres, a las que llamaba muy a menudo para orientarlas en la educación y porvenir de sus hijas. Pensemos que llegó a Villamartín durante la Segunda República, teniendo que adaptarse al laicismo del momento, sobrevivir a los duros años de la Guerra Civil y a la purga posterior de los maestros en activo durante la República, convivir durante 35 años con el nacionalcatolicismo, para acabar jubilándose a las puertas de la Transición como profesora de EGB. Toda mujer villamartinense que viva actualmente, mayor de cincuenta años, pudo ser su alumna. Superó con creces la ya importante e influyente figura de «maestra de pueblo», para actuar como instructora, psicóloga, orientadora, consejera, guía espiritual… detectando con gran acierto la vocación de sus discípulas para que estas alcanzaran metas impensables en aquellos duros años; así, de sus consejos a las niñas y a las madres salieron innumerables profesionales como médicas, maestras y licenciadas, enfermeras, administrativas, modistas, bordadoras, dependientas… Incluso tuvo la capacidad de buscarles «padrinos» a las alumnas de familias que no podían afrontar los estudios de sus hijas fuera de Villamartín.

Se volcó de lleno en su profesión, llegando a ser directora de todas las aulas femeninas (desde marzo de 1959 lo fue de la Escuela Nacional Graduada n.º 1) y miembro de la Junta Municipal de Enseñanza Primaria, al menos desde 1948 hasta 1960; consiguió becas para perfeccionarse y ampliar sus posibilidades en la llamada Iniciación Profesional y Educación de Adultos. Se integró en las asociaciones de carácter benéfico del pueblo como Auxilio Social de ayuda al necesitado, la Santa Infancia para mentalizar al niño de la existencia de pueblo muy necesitados (huchas de negritos, indios, asiáticos…), las Mutualidades Escolares como fomento del ahorro entre los escolares, etc. Recibió múltiples reconocimientos, entre otros el Lazo de Dama de la Orden de Alfonso X El Sabio, dos «votos de gracia» individuales y uno colectivo, así como los ya enumerados en este artículo.

«Una buena mujer, una gran maestra y una cristiana caritativa que pasó por Villamartín modelando a gran parte de su juventud femenina durante varias generaciones y a la que nuestro pueblo debe de hacer justicia no olvidándola». (3).

Bibliografía utilizada:
(1). La enseñanza en Villamartín. Cinco Siglos de Historia. Manuel Vidal Jiménez. Ayuntamiento de Villamartín. 2006.
(2). Revista de educaciones Escuela Española, varias fechas: 1945-1976.
(3) Libro de Feria de 2000. Artículo «¡Doña Jerónima! Semblanza de una maestra». José Manuel Álvarez Benítez. Ayuntamiento de Villamartín.
(4) Refundido de Diario de Cádiz y Diario de Jerez. Noticia del corresponsal en Villamartín Manuel Alberto Peña y González.
Los tres volúmenes de la colección Villamartín. Imágenes de un Siglo. Ayuntamiento de Villamartín. 2002, 2013, 2016.

Agradecimientos. A las compañeras y antiguas alumnas de doña Jerónima que han colaborado con sus aportaciones: Mariví Tinoco, Lina Vázquez Clavijo, Remedios García Palma, Monty Zambrana, Marieta DM, Maribel Bernal Gómez, Mar De Haro Gamarro, Ana García Moreno, Ana Troya Casanova, Conchi Tenorio Saborido, Chon Clavijo, Carmen Linares, Matilde Ramos Márquez, Ana Calvente López, Loli López Aguilar, Pilar Gutiérrez Solano, Gertru Cortes Moreno, Isabel Carrero Coca, Tere Calvellido León, Ana Peña Morales, Carmen Delgado Jarén, Marta Parada Pineda, Maruja Acevedo Atienza, Mari Ángeles Barrera Naranjo, Gloria García, Margari González García, Montañas García Moreno, Antonia Nieto Nieto, María de Las Montañas García, Isabel Andrades, Remedios Moreno Romero, Maribel Fuentes Diánez, María Mena García, María J. García Ramos, Pepa Solano Lara, Conchi Escolar Soto, Maribel Fuentes Diánez, Josefa Macías Olmedo, Charo MO, Pepi Román, Pepa Solano y su hija Pilar.
A Luisa Cerdán, Mercedes Chacón, María Teresa Álvarez y María del Carmen Gallardo que me han ayudado en la tarea de identificación.
Especial agradecimientos a María del Carmen Manuel Vez, por todo lo cedido.

Álbum fotográfico. «Enlace».

Versión de esta entrada en PDF. «Enlace».

© del texto, Pedro Sánchez Gil, salvo entrecomillados y referenciados en cursiva.
© de las Imágenes, lo señalado en los comentarios o pies de foto. El resto, aportación de María del Carmen Manuel Vez, sobrina nieta de doña Jerónima.
© de la publicación, «Villamartín.Cádiz Blog de Pedro Sánchez».

6 comentarios:

  1. Gran trayectoria docente de una maestra ejemplar, que conocí durante los cursos que ejercí como maestro en ese hermoso pueblo de Villamartín. Francisco González Álvarez.

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  2. Gran trayectoria docente de una maestra ejemplar, que conocí durante los cursos que ejercí como maestro en ese hermoso pueblo de Villamartín. Francisco González Álvarez.

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  3. Gracias por tu comentario Francisco. ¿En que época estuviste de maestro en Villamartín?

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  4. Se sabe algo de doña Rosario Presas Sánchez?, en el archivo de víctimas de la Guerra, aparece como "depurada"

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    1. Pues no se nada Nando Lago, voy a pasarle la consulta a un amigo. Ya te respondo.

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    2. Nando, esta es la respuesta que me ha proporcionado el historiador Fernando Romero Romero: “A esta maestra le abrieron el expediente de depuración, como a todos los demás maestros del pueblo, pero no se formularon cargos contra ella y la Comisión Depuradora propuso la reposición. Los maestros que hubo en Villamartín durante la República eran de derechas o apolíticos. La Comisión Depuradora solo propuso sancionar a uno por problemas con el alcohol.”
      Para cualquier otra consulta privada puedes hacerla por el "Formulario de Contacto". Saludos

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