martes, 4 de diciembre de 2018

Manuel Barrera Bernal, maestro y político (1952-1999)


Era indispensable que en mi blog y dentro del apartado «Biografías» figurara el único (hasta el momento) parlamentario andaluz que ha dado Villamartín. Tras leerla con detenimiento, pienso que es válida como tal, la conferencia que pronuncié un 18 de diciembre de 1999 con motivo del homenaje ofrecido en su honor en el salón de actos de los Sindicatos.

»Encuadraremos a nuestro homenajeado coincidiendo casi plenamente con la segunda parte del siglo XX. Nace en Villamartín en 1952, un 23 de enero, pero pronto se traslada a Puerto Serrano, donde su padre estaba destinado como guardia civil; allí pasa su infancia y parte de su niñez, porque un nuevo traslado de cuartel lleva a la familia hasta Arcos, lugar donde comienza sus estudios que completa en Jerez, en el Colegio Mayor. No obstante, el hecho de permanecer sus abuelos en Villamartín, hace que en ningún momento pierda la relación con su pueblo, al que regresa cuando tiene 17 años. Acaba la carrera de Magisterio en Sevilla; se casa con Montaña Holgado y poco a poco van llegando los hijos: Raquel, Manolo y Pedro. El destino le lleva otra vez a Arcos, ahora como maestro, para volver a Villamartín, saltar hasta la isla de Hierro y regresar a su localidad natal, ya como propietario definitivo, al Colegio Público Elio Antonio de Nebrija; se incorporar en 1980 al Colegio Torrevieja, donde ejerce durante 7 cursos hasta que pasa a ocupar la plaza de informática en el Centro de Profesores. Paralelamente entra en política en la década de 1980, afiliándose al Partido Socialista Obrero Español en 1982, desde el que participa activamente:
- En la política local como concejal delegado de Hacienda, Interior, Agricultura y Medio Ambiente (1983-1999); en la agrupación local como secretario de Organización, de Formación, vicesecretario general… y en diversos cargos de importancia dentro de la ejecutiva provincial.
- En la comarcal como Presidente de la Mancomunidad desde 1991 a 1994 (1).
- Y finalmente en la autonómica como diputado del Parlamento Andaluz en las legislaturas de 1990 a 1999. Entre 1994 y 1996, fue secretario de la Comisión de Economía, Industria y Energía.

Manolo fallece en abril de 1999 (2), recibiendo unos meses después un gran homenaje in memoriam de sus compañeros de partido (3) y ya en las Jornadas Fundacionales de 2000, siendo alcalde José Antonio González Pavón, del Ayuntamiento y de su pueblo (4).

Personalmente conozco a Manolo en 1980, tras su llegada desde las Canarias. Junto a otros compañeros y compañeras, emprendemos la ardua tarea de poner en funcionamiento un colegio de E.G.B. (Torrevieja, su escuela), recién construido y con tremendos problemas de infraestructura y material. Son años que vivimos intensamente desde el punto de vista profesional con muchas novedades educativas y organizativas en las escuelas, que no podían perderse el convoy de la democracia. Estos vitales procesos para la educación dan un paso más con la formación de los primeros equipos directivos electos, del que ambos, junto a nuestro común amigo Manolo García formamos parte. Fue la etapa en la que más coincidimos, y también, por qué no decirlo, en la que más discrepamos; en ella se fraguó nuestra amistad. (Fot.: Con su alumnado del colegio Nebrija, junto María Victoria Holgado Orozco y Sebastián Acevedo Pavón. Col. José Palma Gutiérrez).

Aparte de su faceta como maestro y director, que cesa en la práctica con su incorporación al Centro de Profesores, al aula de informática (otra de sus grandes aficiones y auténtico precursor y entendido del tema) yo quisiera destacar de Manolo Barrera su faceta como historiador, investigador y escritor, haciendo alguna referencia a sus múltiples trabajos, algunos publicados, otros inacabados y posiblemente muchos ya irrecuperables porque sólo figuraban en su mente. Hagámoslo cronológicamente para una mejor comprensión:

Es en 1979 cuando realiza su debut como escritor en la faceta de articulista. Su primera colaboración la publica en nuestro Libro de Feria y ya se nota su interés por los temas políticos porque nos presenta un interesante estudio recopilatorio sobre «Las elecciones en Villamartín», donde recoge e interpreta los resultados de las Elecciones Generales del 77, del 79 y las Municipales de ese mismo año. Leamos los primeros párrafos de esta crónica. «En esta red de siglas y cifras que durante dos años ha atrapado a los pueblos, vamos a intentar abrir camino, hilar el ovillo que nos corresponde. Dejada atrás la larga noche de la dictadura, centenares de grupos y partidos, como un arco iris, cegaron nuestros ojos».

Estamos en los momentos del renacer nacionalista y autonómico. La palabra ¡Andalucía! es repetida, reivindicada, y aireada con orgullo en muchos de los artículos de este año. Manolo también se recrea en ella y lo hace con unos versos, su título no podía ser otro: ¡ANDALUCÍA!
¡Andalucía! No eres el vino, la guitarra y el cante. / Eres más, eres el toro. / ¡Lucha! En el redondel de la patria, / tu eres la más grade.

Pero es en 1980 cuando se estrena como investigador e historiador. Hasta tres ensayos aparecen publicados, dos firmados con su nombre y otro más bajo el seudónimo de BABER. El primero «Fundación», es una recreación dialogada y altamente didáctica sobre cómo pudo gestarse y producirse el asentamiento de Villamartín como poblado. Sigue el mismo tema presente en el «Común de vecinos», institución que englobaba a los copropietarios del Campo de Matrera. Por último una referencia a «Villamartín y el bandolerismo», interesante investigación sobre este hecho histórico y el papel que juega nuestra villa en él, como puerta de la Sierra y lugar de paso.

En 1981, de forma sencilla, intuyéndose perfectamente la finalidad escolar del escrito, cuenta cómo se va formando el primer asentamiento villamartinense, su título «Población». Seguramente en plena investigación, encuentra y le llama poderosamente la atención un manuscrito del siglo XVIII del que transcribe dos relatos «La cueva» y «Sabora». También publica este año en el Noticiario Pradense un escrito sobre los pleitos entre Villamartín y Prado del Rey titulado «Sutiles epítetos, algún que otro razonamiento y una luz sobre la historia».

Al año siguiente (1982) nos da una visión sobre los «Aspectos de Villamartín a principios del siglo XIX», una profundización sobre el conocidísimo lugar de nuestra localidad «Torrevieja» y un breve «Comentario a la Semana Fundacional», que desde entonces y hasta hoy ha dado lugar a las Jornadas Fundacionales o momento cultural del pueblo en torno a sus historia y de las que Manolo fue creador e impulsor. Ese año participa como conferenciante junto a Pepe Bernal y Pérez Regordán.

Pero sin duda llega este año uno de los momentos cumbres en las publicaciones de Manolo. Ve cumplida una de sus grandes ilusiones y es la de divulgar la «Escritura de Carta Puebla entre la ciudad de Sevilla y la villa de Villamartín», con una magnífica introducción suya. Esta copia, autentificada e inédita, de la escritura original es encontrada casualmente por Antonio Pérez Vidal, nuestro primer alcalde de la democracia.

En 1983 el tema es histórico-urbano: «Historia de Villamartín a través de sus calles», extraído de su por entonces incipiente callejero, estudio que por su importancia merece mención aparte.

El siguiente septiembre es más prolífero en nuevas reseñas, en su ya fértil colección de documentos; hasta tres encontramos, dos en nuestra revista de feria: «Villamartín en el siglo XVII», época de una localidad decadente y económicamente hundida, y «Villamartín en su séptimo centenario», haciendo alusión a 1280, primera referencia histórica en la que aparece este nombre [años después se sabría que donde se creyó leer Villamartín, decía Villamarta].

Sus periódicas publicaciones cesan bruscamente en 1985, con un artículo extraído de su ya mencionado Callejero: «Dos rincones de Villamartín: la Plaza y la calle del Santo». La única explicación que encuentro a este tajante parón es su cada vez mayor implicación en la política, primero en la local y después en la comarcal y autonómica. No obstante, conocemos su inquietud investigadora en esta época, con mil y una cosas empezadas, y su apoyo y colaboración siempre desprendida a otras iniciativas. Así es citado por Juan Antonio del Río en su libro «Cuentos populares de animales de la Sierra de Cádiz», en el que destaca a Manolo como recopilador de unas cien versiones de cuentos de la zona, alguno de los cuales aparece en el citado volumen publicado por la Diputación de Cádiz. También sabemos que había comenzado un estudio sobre el reparto de tierras del Campo de Matrera, tema posteriormente tratado en importantes tesis doctorales y que lo utilizaron como fuente.

Estas y otras contribuciones, como la que tuvo con Alberto Sanz Téllez, autor de «Historia de Villamartín», nos confirman un Manolo Barrera tremendamente desprendido que cedía con suma facilidad sus indagaciones.

Para resumir, yo diría que dos son los temas que ocupan e inquietan a nuestro personaje en su afán investigador: uno la fundación de Villamartín, otro el histórico-urbanístico, siempre unidos o presididos por el enfoque social y obrero: reparto de tierras, clases sociales, las calles de los ricos, las de los pobres, etc.

Sus escritos de carácter político, social, ideológico, crítico y también humano aparecen fundamentalmente en el semanario El Brillante, editado por su partido. De él destacaríamos «Villamartín y sus potencialidades», análisis de carácter político sobre las grandes posibilidades que él vislumbraba para esta localidad y su entorno serrano. Hay otros muchos artículos de política interna de partido que firmaba con el seudónimo Juan Villamartín.

Y no olvidemos su importante contribución en Villamartín. Imágenes de un Siglo I, realizando con maestría los pies de foto de las calles que en este libro de fotografías aparecen; obra que tuve el honor de compartir como autor con él, con Antonio Linares y con el recordado y añorado Pepe Bernal.

Dejo para el final, por considerarla su obra cumbre «Las calles de Villamartín», más conocido entre nosotros por «El callejero de Manolo Barrera», fruto de tres años de búsqueda en los archivos municipales. Es, sin duda, un interesantísimo estudio, elaborado en forma de diccionario, de cada una de las calles de nuestro pueblo, las actuales y aquellas de las que hay cualquier referencia; en él va desgranando cada uno de sus nombres, contándonos su nacimiento, su evolución, su recorrido y en muchos casos su desaparición. Así nos lo describe en la introducción:
«... veo la evolución del pueblo como la de un ser vivo. Una lucha constante entre la acción y la reacción, entre el progreso y el decaimiento, siendo la imagen de la villa el resultado de este proceso. Las calles nacen, crecen, se reproducen y mueren...»

A Manolo le faltó tiempo para concluir tanto proyecto acometido. En una de mis últimas conversaciones con él, me habló de su deseo de volver a la escuela que dejó aparcada a finales de los 80, de disponer de más tiempo para poder escribir, completar sus colecciones y ordenar su amplio archivo fotográfico (otro de los puntos que nos unía, y nos une). No obstante la muestra que les he presentado nos habla por si sola de la calidad de este hombre como investigador, historiador y escritor. Manolo Barrera ocupa un puesto a caballo entre veteranos y acreditados articulistas como José Bernal Cisuela o Antonio Mesa Jarén e historiadores actuales como Ernesto Pangusión o Fernando Romero, precursores los primeros y animadores estos últimos de un Villamartín colmado de publicaciones y cultura que nuestros alcaldes y concejales de la democracia han sabido estimular y difundir. Manolo, nos consta a todos, disfrutaba con ello.

Finalizo con las palabras de Letheo, en el homenaje que dedica a su figura en la revista VILLAMARTÍN de este último septiembre: «... nos ha dejado un hombre excelentísimo, por su título y naturaleza, sencillo en su grandeza, accesible, considerado poseedor de algunos preciados talentos, político por naturaleza, en la mejor acepción del término, un hombre totalmente entregado a su IDEA, que hizo bandera de la misma, que buscó la verdad ante todo, que procuró el bien para su pueblo, que disfrutaba entre nosotros,...».

(1). El 21 de Septiembre Manuel Barrera Bernal es elegido presidente de la Mancomunidad de Municipios de la Sierra de Cádiz (José Bernal. Mancomunidad de Municipios. Libro de Feria de 1992).
(2). El 29 de abril falleció en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla Manuel Barrera Bernal, cuando contaba con 47 años de edad. El sepelio, al que acudieron gran número de personalidades políticas (el presidente de la Junta de Andalucía Manuel Chaves González, el presidente del Parlamento Andaluz Javier Torres Vela, José Caballos, Luis Pizarro, Carmen Romero, el delegado provincial de gobernación Francisco Menacho, la delegada provincial de Cultura Pepa Caro, el presidente de la Mancomunidad de Municipios de la Sierra de Cádiz Juan Nieto…, entre otros), tuvo lugar en la mañana del 1 de mayo. El Ayuntamiento de Villamartín decretó tres días de luto oficial (Villamartín Noticias. Año II, nº 42, 7-5-1999:1,7).
(3). El 18 de diciembre de 1999, en el Salón del Sindicato, tuvo lugar un acto In Memoriam de Manuel Barrera Bernal, al que asistieron el presidente de la Junta de Andalucía Manuel Chaves, que entregó un pergamino conmemorativo a su viuda Montaña Holgado, la consejera de Gobernación Carmen Hermosín y numerosos diputados del Parlamento Andaluz y en el que intervinieron Pedro Sánchez Gil, que hizo su semblanza, y su hija Raquel, que en sentidas palabras recordó la personalidad humana de su padre (Efemérides. Manuel Vidal Jiménez).
(4). El 31 de marzo, en el salón de actos del Sindicato, se celebró el homenaje a personas e instituciones de Villamartín, dedicado al desaparecido Manuel Barrera Bernal, a la Asociación Amigos del Pueblo Saharaui Viento de Paz, a Asparei y al Hospital Virgen de las Montañas (Villamartín Información, n.º 101, del 31 de marzo al 13 de abril del 2000:7 / La Voz de Villamartín, Año III, n.º 59, 6-4-2000:16).

Bibliografía:
-Datos aportados por la familia de Manuel Barrera.
-Libros de Feria de varias fechas.
-Efemérides sobre Villamartín de Manuel Vidal Jiménez.
-Villamartín Información y La Voz de Villamartín

Álbum fotográfico

Incorporo algunas imágenes usadas en la proyección del 28 de marzo de 2000. He mantenido la diapositiva completa por aportar información a modo de pie de foto.
Agrupadas se pueden ver en un vídeo en este enlace, con la voz de Manolo procedente de una entrevista realizada en la emisora de radio Onda Escolar: «Vídeo de Youtube».

Versión de esta entrada en PDF. Enlace.

© del texto, Pedro Sánchez Gil, salvo entrecomillados y referenciados.
© de las imágenes, familia de Manuel Barrera, salvo las señaladas.
© de la presente publicación «Villamartín.Cádiz Blog de Pedro Sánchez».

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