Antecedentes
Anteriormente
al trazado de carreteras y puentes, es decir, hasta bien avanzado el siglo XIX
Villamartín disponía de cuatro vados: la pasada del Guadalete con la que se
comunicaba, a través del camino de Bornos, con este pueblo, Jerez y Cádiz; la
pasada de la Laguna, en la vereda de Espera; la pasada de la Vega, según dicen el
mejor vado de todos y la pasada de Sevilla por donde cruzaba la cañada Real de
Sevilla a Ubrique y en la que parece que existía algún tipo de barca para
cruzarla (1). Mapas, comentarios y
fotografías se pueden ver en la entrada anterior: «Los puentes de Villamartín I».
Desde que se
proyecta la carretera Jerez-Ardales hacia mediados del siglo XIX, en todos los
proyectos consultados se tiene claro que el Guadalete hay que cruzarlo cerca de
Villamartín y aproximadamente por el primero de los vados mediante un «puente de fábrica».
El libro Inventario histórico de los puentes de
Andalucía nos lo señala con el número 2. Hay muchas referencias a los
continuos problemas de esta construcción y una sola fotografía de gran valor
histórico que hemos insertado en la primera entrada. El Guadalete se muestra
implacable con él y antes de acabar el siglo XIX ya ha derruido algunas arcadas
(2). Nuevas riadas, ya en el siglo XX (1912
y 1915 por ejemplo), continúan con su destrucción. (3).
Para nuestro
viejo puente de mampostería todo acaba el 7 de marzo de 1917. Intensas lluvias
en la cabecera del Guadalete y en general en toda la cuenca alta del río hacen
que la riada arrastre gran parte de lo que quedaba en pie del puente. El blog
«Entorno a Jerez» recoge, en un completo artículo titulado La gran riada: Grazalema, Villamartín y Bornos, esta catástrofe. Nuestro semanario independiente La Voz de Villamartín, trata repetidas
veces este tema y se desespera ante la falta de soluciones. En su número de 25
de mayo de 1919 saca en cabecera la viñeta anterior y en otro número cercano
escribe: «¿Has visto lector qué poco se habla del puente? Parece que lo tenemos
ya terminado o que poco nos interesa su construcción puesto que tenemos una
balsa que nos saca del apuro».
La barcaza
de soga o maroma
Ante un
puente en estado de ruina total que era necesario no reparar, sino prácticamente
hacer de nuevo (4) se recurre por segunda
vez en la historia de Villamartín a la barca de soga (5),
balsa que vemos en la fotografía que me cedió en su momento José Bernal Cisuela
(reproducida por primera vez en el libro Villamartín.
Imágenes de in Siglo I) y que lograba transportar a personas, animales,
bicicletas, carros... Esta barca pudo traerse para el invierno de 1918 y estar
en funcionamiento como mínimo hasta 1923. A su derecha, en la imagen, se ve uno
de los estribos del puente de fábrica, bien en reparación, bien en adecuación
para el futuro puente.
No sabíamos
que en nuestra barca de maroma podían cruzar coches, hasta que Juan Jesús
Portillo localiza en el Heraldo Deportivo
de junio de 1921 esta histórica fotografía, reproducida en el Imágenes de un Siglo III. Se trata de un
auto Delâye vadeando nuestro Guadalete en una vuelta a España, etapa Málaga-Jerez,
en el que mecánico, conductor y encargado de la barca «tiran de la soga».
El puente de
Villamartín o de los Hierros
Cuando se
acerca la década de 1920 aparece en la provincia otro concepto de puente en las
carreteras que viene a sustituir en algunos casos a los de mampostería, son los
puentes de celosías metálicas. En 1920 se inaugura el de San Miguel de Arcos y
por esta época se encarga el proyecto de un puente de hierro para Villamartín
al mismo ingeniero, Juan Romero Carrasco, construido por Astilleros Gaditanos.
La imagen más antigua que tenemos nos la proporciona la revista España y América en su número de enero
de 1923, dentro de un reportaje titulado «Los Astilleros de Cádiz». El puente
parece acabado y el río muy crecido, no sabemos si ya abierto al tráfico, con
la única referencia a Villamartín en el pie de foto, ya que en el artículo no
es nombrado.
La siguiente
imagen nos la proporciona la revista La
Hormiga de Oro, en su número de mayo de 1923, que recoge la noticia con una
fotografía hecha desde la barcaza (obsérvese la cuerda) y el comentario que
incluyo con la imagen del nuevo puente como pie de foto. Según un artículo que
publica nuestro Libro de Feria de 2007 (6), para su construcción «la mayoría de
los peones procedían de Bornos, ya que fue desde esa orilla donde se comenzaron
las obras».
También la
Revista de Obras Públicas de junio de 1923 se hace eco de este importante
puente en una carretera nacional de primer orden. Aporta bastantes datos
técnicos reproducidos en una ficha que presentaremos después y nos notifica que
«las pruebas de carga estática de 400 kg/m2 y la dinámica formada
por un tres de apisonadoras y carros ordinarios del país, han dado resultados
plenamente satisfactorios» (7). Sin duda un
gran espectáculo ver a todos los carros del pueblo cruzando el refulgente
puente.
El libro Inventario histórico de los puentes de
Andalucía incluye una buena ficha técnica de la que he extraído este
croquis; allí nos dice que se trata de un puente formado por cuatro celosías
metálicas tipo Pratt, apoyadas sobre pilas y estribos de sillería caliza. «Ficha completa». (Nota. Donde dice S. XIX, debe decir siglo XX).
Así de
elegante lucía el por entonces Puente de Villamartín, en magnífica fotografía
de Ramón de la Rosa Romero, cedida por Jesús Mozo, de la década de 1930. Pero
no pensemos que el Guadalete se dio por vencido, sus ataques fueron continuos,
sobre todo contra los estribos rescatados del puente de fábrica, en cambio las
pilas parece que aguantaron bien, al estar cimentadas de forma segura y
presentar tajamares curvos para cortar el agua y disminuir su empuje. Ya en
1924 las actas capitulares hacer referencia a ello (8)
y es que ese año hubo fuertes lluvias, con registros de 216 mm en el mes de
febrero.
La
referencias históricas dicen que en abril de 1930 hubo otra gran riada (320 mm
en ese mes en Villamartín y 715 en Grazalema) que nuestro puente logra superar,
no así las de 1934 (otros 316 mm entre marzo y abril y 1160 en la cabecera) que
lo dejan tambaleante hasta que es reparado durante la Guerra Civil española. La
imagen anterior pertenece a febrero de 1963 (José Jiménez González, Blancanieves) donde a la fuerte avenida
de agua de la cabecera del Guadalete, en la que llovió intensamente, se unió el
reculaje del embalse de Bornos recién
inaugurado.
Así
describía José Bernal Cisuela en el Libro de Feria de Villamartín de 1963 esta
imagen. «Estampa alucinante del puente de los Hierros en la gran crecida de
febrero de 1963, llegando el agua a rebasarlo, desbordándose el río Guadalete
que produce grandes pérdidas. El día 15 empezó a llover a las ocho de la tarde
siguiendo sin interrupción hasta el final de la tarde del día siguiente. El
agua y los desprendimientos incomunicaron Villamartín con Sevilla, Jerez y
Ronda. Ha sido el invierno que más agua ha dado desde hace muchos años,
superando a la caída en 1930». Los datos de diciembre-febrero para Villamartín
fueron de 470 mm, pero sobre todo llovió en Grazalema, 2500 mm en esos tres
meses, de ellos casi 1200 en febrero.
Seguimos en
febrero de 1963, como vemos medio pueblo acudió a ver el espectáculo que
ofrecía el Guadalete frenado por primera vez por una presa. La calzada del
puente de los Hierros está sobre la cota 106, aproximadamente la misma que
alcanzan las aguas del embalse a máxima capacidad; esto hace que, ante una
riada, las aguas del río invadan y superen el puente. ¿Cálculos mal realizado?
Pienso que no, más bien que por esa época se daba ya por amortizado a la espera
de uno nuevo de hormigón pretensado que
llegó hacia 1975.
Olvidado
ventorrillo estratégicamente situado a pie de carretera y a pie de puente para
ofrecer el primer carajillo de la mañana a los agricultores que se veían
obligados a dar un rodeo por inundación de los vados tradicionales más cercanos
a la zona norte del término municipal. (Fot.: José Jiménez González, Blancanieves).
Desconocemos
la fecha de esta bonita imagen de Flores. Una de nuestras infraestructuras más
queridas logró sobrevivir durante unos 52 años, soportando bravamente el paso
de camiones de gran tonelaje y un tráfico cada vez más intenso. El Guadalete
siguió arremetiendo contra sus estribos pero las celosías metálicas, la
plataforma y las pilas siempre aguantaron y, que sepamos, pocas o ninguna
reparación necesitaron. Así hasta 1975 que fue sustituido por el actual.
A partir de
esa fecha entra en un declive total. Durante la década de 1970 y parte de la de
1980 sigue siendo lugar de paseo tradicional, hasta que una remodelación de la
A-342 dificulta el acceso. Pronto empieza su saqueo, una de las primeras y
cotizadas piezas que caen son las dos placas colocadas sobre la celosía en
ambos extremos; nuestro cronista José Bernal afirmaba que ponía «Echevarría,
1927», fecha que desconcierta ya que todas las referencias localizadas lo
llevan a 1923. Pudo ser colocada con motivo de alguna visita o inauguración
oficial, o simplemente un error que se ha repetido en muchos trabajos y
comentarios, al igual que su relación con Primo de Rivera y con el Ferrocarril
de la Sierra, con los que pienso no tiene nada que ver; con el primero por
llegar el dictador al poder con el puente ya construido y con el segundo por
ser un proyecto distinto, solo cercanos en las fechas y muy reivindicados a la
vez por nuestro Ayuntamiento.
Rotaflex y
radiales trabajan durante las noches de forma clandestina para cortar los
barrotes de su estructura metálica, siendo vendidos como chatarra a unos
cuantos céntimos el kilo, a lo que se suma el acoso del tarajal y el proceso de
oxidado, con vigas corroídas en múltiples tramos y grandes agujeros que ofrecen
cierto peligro.
La última
riada
Ocurrió el
pasado domingo 18 de marzo. La mayor crecida se produjo durante la madrugada y
primeras horas de la mañana tras una acumulación de días con precipitaciones ininterrumpidas
desde el 26 de febrero y lluvias torrenciales tanto en la cabecera del
Guadalete como en la cuenca del Guadalporcún, Sarracín, Bocaleones… que dejaron
entre 150 y 200 mm en 24 horas que caían sobre unos campos ya saturados. Pocas
veces se ha visto en Villamartín esta imagen captada cuando la riada ya cedía y
el embalse de Bornos apenas sobrepasaba un 80% de su capacidad. (Captura de un
vídeo de Modesto Parada Rodríguez).
Poco minutos
después de la imagen anterior nos acercamos a comprobar lo que no podíamos
creer, el Guadalete saltaba limpiamente por encima de la calzada,
sobrepasándola al menos un metro, quizá casi 1,5 m en el momento cumbre de la
crecida. Pensemos que ese día el embalse Zahara-El Gastor estaba cerrado, a
poco más de un 70% de su capacidad. ¿Qué habría ocurrido si hubiera estado
soltando agua por el aliviadero como ocurrió en la crecida de 2013? Pese a que
sabemos que el río ha sobrepasado el puente en otras ocasiones, estas son
escasas, por los que para muchos esta es nuestra primera imagen de este hecho
singular. (Fot.: Pedro Sánchez Gil).
¿A qué
término municipal pertenece el puente?
Puede
extrañar esta pregunta, «pues a Villamartín, por supuesto, lo tenemos al lado», -sería una respuesta típica-. A la vista de los mapas parece ser que deberíamos
hacer un reparto entre tres términos municipales: Villamartín, Arcos y Bornos,
lo cual no deja de ser curioso estando tan próximo a nuestro pueblo. No vendría
mal una alianza de estas tres localidades para reclamar su restauración.
El futuro
del puente de los Hierros
Pese a estar
enclavado dentro de Paraje Natural Cola del Embalse de Bornos, carece de toda
protección. Eucaliptos, tarajes, carrizos y otros factores ya enumerados
acabarán con nuestro puente en unos años. Solo una intervención promovida desde
nuestro Ayuntamiento (a los que se pueden sumar Bornos y Arcos) pondrá fin a
este deterioro imparable. Así se ha hecho en el de San Miguel de Arcos.
Sé que es un
complejo proyecto el que trato de mostrar, sin más conocimientos que los que me
proporcionan la visita reiterada a la zona y la ilusión por rescatar del olvido
al viejo puente. Toda la red de senderos que punteo la hemos hecho los
compañeros del Grupo de Senderismo El Tercer Tiempo solo con cierta dificultad
por lo tupido del tarajal. El acceso más lógico sería el 1, al que a su vez se
llegaría desde el Polideportivo; más complejo sería el 2, por coincidir con la
A-384 y presentar peligro de acceso y salida; mejora el 3, en un tramo
abandonado de la carretera de Las Cabezas (A-371); por el 4 se enlaza con la
fuente de La Zarza y un antiguo merendero también rescatable y por el 5 se
llega hasta Bornos por tierras del vaso del embalse. Más complejo, pero no
descartable es la conexión con el «Sendero de cara al río». Lógicamente estos
caminos podrían verse afectados por la ocupación de las aguas del embalse, pero
gran parte del año permanecen practicables.
Imagen
invernal de Alfonso Escalante Morato que invita a visitar el lugar donde se
aprecian algunos de los senderos señalados. El tarajal, al llegar el otoño toma
unos singulares tonos marrones-rojizos…
…que se
vuelven verdes con la primavera, como vemos en esta seductora imagen de JJ
Morales (Trotones de Arcos). Sería todo un lujo transitar por este fascinante
lugar por senderos tradicionales rescatados, cruzar el histórico puente bien
restaurado, perderse por entre ese increíble tarajal que podría pasar de
«paraje natural» a una categoría superior o subir al cercano cerro de La Gloria
para contemplarlo, con la facilidad de asomarnos a la sierra de Grazalema
simplemente girándonos 180º. Solo hace falta dinero y ambición política, lo
importante ya está ahí.
Referencias
(1).- El 3 de octubre de 1860, don Juan de Toro
Rosas, dueño de la barca situada en la pasada de Sevilla del río Guadalete,
solicita del Ayuntamiento se le cedan tres fanegas de tierra en cada una de las
márgenes del mismo, que dice necesita para el buen servicio del pasaje (AMV.
AC. 14-10-1860, 4º).
(2).- 1898. Un Real Decreto del Ministerio de
Fomento, anuncia la aprobación de la obra del puente, que se llevará a cabo por
administración, reponiendo los cinco arcos destruidos. (AMV. AC.13-7-1898,1º).
(3).- 1912. La Corporación Municipal solicita al
gobernador civil la reparación del puente sobre el río Guadalete, al
encontrarse en inminente peligro el segundo y parte del tercer arco, al tiempo
que requiere a la Guardia Civil para impedir el paso. (AMV. AC. 10-2-1912).
(4).- 1917. Merced a las gestiones realizadas por
el diputado a Cortes don Juan Gómez Aramburu, por R.O. del Ministerio de Fomento
se consigue un crédito de 125.000 pesetas para continuar las obras de
cimentación del puente sobre el río Guadalete (AMV. AC. 6-8-1917, 6º).
(5).- 1917. Ante la imposibilidad de terminar las
obras de reconstrucción del puente sobre el Guadalete [antes del invierno se
entiende], se solicita al Ministerio de Fomento la instalación de una barca en
sus proximidades, a fin de evitar la incomunicación del pueblo en caso de
aumentar el caudal del río (AMV. AC. 27-8-1917, 5º).
(6).- El puente de Hierro de Villamartín. Francisca
Nadales Labrador y José Antonio González Castilla. Libro de Feria de
Villamartín 2007.
(7).- Revista de Obras Públicas vol.71, nº 2382,
junio de 1923, pp. 62-63.
(8).- Debido a las frecuentes avenidas del
Guadalete, se corre el peligro de que la obra del puente se desplace, por lo
que se plantea el arreglo, máxime cuando en el presupuesto del Estado existe ya
una consignación para llevar a cabo la obra de canalización de la parte del río
inmediata al puente de referencia. (AMV. AC. 11-2-1924, 5º).
Agradecimientos:
-Manuel
Vidal Jiménez.
-Juan Jesús
Portillo Ramos.
-Agustín
García Lázaro.
-Modesto
Parada Rodríguez.
-Alfonso
Escalante Morato.
-JJ Morales.
-A los
fotógrafos históricos por sus imágenes.
Bibliografía:
-Inventario histórico de los puentes de
Andalucía. Provincia de Cádiz. Centro de Estudios Territoriales y Urbanos.
Consejería de Obras Públicas y Transporte. Junta de Andalucía. 1985.
-La Voz de Villamartín. Semanario
Independiente. 1919.
-Villamartín. Imágenes de un Siglo I, II y
III. Ayuntamiento de Villamartín.
-Libro de Feria. Ayuntamiento de
Villamartín. 1963
-Memoria de la carretera Jerez-Ardales en su
sección Villamartín-Ronda. 1864.
-Blog En torno a Jerez.
-Heraldo Deportivo. Madrid. 1921.
-La Hormiga de Oro. 1923.
-España y América. 1923
-Revista de Obras Públicas. 1923.
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