Hace poco tiempo traje a este blog al bandolero Joaquín Camargo, el Vivillo y su relación con Villamartín, especialmente con su
afamada Feria de Ganado, objeto de algunas de sus fechorías. El trabajo,
basado, entre otros, en un artículo de Manuel Pérez Regordán, me llevó a otro
bandolero, el Cristo, que según el
escritor arcense acabó viviendo en nuestro pueblo los últimos años de su vida.
Francisco Villaescusa (Frasquito de niño y de joven)
había nacido en Zahara de la Sierra el 8 de febrero de 1871. Pronto se queda
huérfano de padre por lo que desde niño debe ayudar a su madre trabajando en
los menesteres del campo que salían: cabrero, porquero, chanca… y pronto
cazador furtivo, actividad que le lleva a ser objetivo de vigilancia por parte
de la Guardia Civil. Sus padres y abuelos habían nacido en la Sierra, unos en
Algodonales y otros en Benamahoma; su madre, mujer de gran belleza, era
conocida como La Virgen, por su
parecido a la Virgencita de los Dolores que tiene su ermita en Algodonales. Y
claro, al hijo de la Virgen, pasaron
a llamarle El Cristo. (Fotografía de Francisco Villaescusa obtenida de la revista ilustrada Museo Criminal. Gentileza de Juan Jesús Portillo Ramos).
Se casa en Zahara con la joven Encarnación Luna
Barrera y la actividad furtiva y el asesinato de un Guardia Civil por parte de Francisco
le lleva al destierro voluntario y a convertirse en uno más de los bandoleros
andaluces a caballo entre los siglo XIX y XX. Como es habitual en estos casos
se mezcla la leyenda con la realidad y las aventuras de El Cristo, sus asaltos, sus robos, sus fechorías en definitiva, le
llevan a la popularidad. Pérez Regordán cuenta en su libro El bandolerismo andaluz y en el Libro de Feria de Villamartín de
1985 las jugarretas más populares, como la del robo en Algodonales usando el
llanto de un niño que llevó a parte del pueblo a buscar al crío por las faldas
de la sierra de Líjar, dejando abandonadas sus casas, la historia del cabrerito
de Puerto Serrano que le permitió no ser detenido por la Guardia Civil o su
disfraz de obispo para robar a un cura de Arcos.
(Encarnación Luna Barrera en los primeros años de su
matrimonio con El Cristo. Col. M. Pérez Regordán. Libro de Feria de
Villamartín. 1985).
Como vemos El Cristo ejecuta sus múltiples fechorías
en lugares muy cercanos a Villamartín: Zahara, Algodonales, Puerto Serrano,
Arcos… sin que haya constancia de algunos de sus asaltos en nuestro término. Sí
usaba como refugio habitual la finca de Cuatro Mojones, lugar donde confluyen
los términos de Villamartín, El Coronil, Algodonales y Puerto Serrano, muy
conocida por los villamartinenses por la venta del mismo nombre.
Algunas fuentes consultadas determinan que Francisco
Villaescusa murió cerca de Benaoján y Montejaque en un tiroteo con la Guardia Civil hacia
1905, junto a su secuaz El Ranga, que resultó malherido, posteriormente apresado
y sometido a consejo de guerra. De esta manera finalizaba la «carrera» de El Cristo, a los 34 años de edad. (1).
Y aquí es donde viene la novedad aportada por Pérez
Regordán, el cual afirma que realmente el que murió entre Benaoján y Montejaque
fue El Rarra (obsérvese la similitud
de alias: Ranga/Rarra) y que en una confabulación de sus familiares y allegados
vistieron a este con las ropas de El
Cristo y todos identificaron el cadáver como el de Francisco ante el juez
municipal de Montejaque, dándole la oportunidad al bandido para marcharse a
Argentina con esa otra identidad. Por su parte, su viuda Encarnación Luna,
conocedora del intercambio, decidió abandonar Zahara y venirse a Villamartín a
trabajar como empleada de hogar a la casa-palacio de los Topete, sito en la
calle San Francisco esquina con la del Santo, con Carmen Peñalver Topete,
esposa de Ramón Gutiérrez Sirés. Allí permaneció bastantes años criando a sus
hijos: Felisa, Josefa y Francisco. Aunque quisieron ocultar su relación con el
bandolero, el pueblo acabó conociendo su relación por lo que pasó a ser llamada
Encarnación la Crista. Incluso el
citado escritor afirma que tras años de ausencia, Francisco, con el nombre y
apellidos de El Rarra, llegó a
Villamartín para encontrarse con su mujer y sus hijos, viviendo tranquilamente
los últimos años de su vida, falleciendo entre 1916 y 1920 e incluso siendo
enterrado en el cementerio de nuestro pueblo. Pérez Regordán basa estos
acontecimientos en informaciones orales y admite que no ha podido probarlas documentalmente
por desconocer el nombre de El Rarra
o Ranga. Por otra parte el
certificado de defunción de El Cristo
tampoco ha podido ser contrastado al desaparecer durante la Guerra Civil gran
parte de los documentos del Registro Civil de Montejaque (2).
(Casa-palacio de los Topete, donde trabajó
Encarnación la Crista. Fot. Pedro Sánchez)
Al parecer Francisco Villaescusa —siempre según
Pérez Regordán— entabló cierta relación con Joaquín Carredano Gutiérrez,
alcalde de la villa y farmacéutico de profesión, al que acudía asiduamente,
visitando su establecimiento de la calle Botica en las primeras horas de la
noche para buscar remedio a su insomnio crónico. Los amigos de Carredano, que
solían reunirse con él en tertulias nocturnas, esperaban con impaciencia la
visita del antiguo bandolero al cual animaban a que contase sus innumerables y
a veces románticas aventuras, que seguro fueron deformándose y transformándose
en leyendas en las décadas siguientes.
(Actual farmacia Calvente en la calle Botica, 19. En
su rebotica pudo reunirse El Cristo cuando era de Joaquín Carredano. Fot. Pedro
Sánchez)
Por su parte Encarnación la Crista marchó a trabajar a Sevilla y algunos de sus hijos
volvieron a la Sierra, instalándose en La Muela (pedanía de Algodonales), donde
viven algunos de sus descendientes. También he hablado con Jesús Mozo
Gutiérrez, nieto de Ramón Gutiérrez y Carmen Peñalver el cual me ratifica
plenamente la relación laboral de sus antepasados con Encarnación la Crista, no solo en Villamartín, sino
en la finca que tenían en La Nava, cuando aún vivía Francisco Villaescusa, el
cual más de una noche se aventuró hacia la habitación de su mujer.
Según me han contado personalmente varios mayores de
nuestro pueblo, hace ya bastantes décadas un grupo de zagalones villamartinenses
quisieron emular al famoso bandido y dieron algunos «golpes» de poca
trascendencia, dejando caer a los afectados que habían sido asaltados por la
banda de El Cristo. Su poca cabeza
les hacía gastar pronto y públicamente el pequeño botín en los bares del
pueblo, hecho que conoció la Guardia Civil y acabó con prontitud con estos
sucedáneos de bandoleros.
(1). Publicación de Facebook Benaoján: memoria del agua. «El Ranga: historia de un guerrero».
Basado a su vez en el artículo «Sombras Románticas», publicado el 17 de febrero
de 1934 en la revista Estampa por
Vicente Sánchez Ocaña.
También recoge la noticia el periódico La Epoca de marzo de 1905, situando el hecho en la sierra de Líbar, por una acción de la Guardia Civil de Montejaque.
También recoge la noticia el periódico La Epoca de marzo de 1905, situando el hecho en la sierra de Líbar, por una acción de la Guardia Civil de Montejaque.
(2). Pérez Regordán le da bastante fiabilidad a
estas aportaciones orales inéditas por proceder, por una parte, de un sobrino
político de Francisco Villaescusa con el que contacta repetidas veces en Zahara
de la Sierra y lo relacionado con Villamartín aportado por sus amigos y
familiares políticos que vivieron en la casa-palacio de los Topete, hoy día
propiedad de la familia Mozo.
Bibliografía:
· Pérez Regordán, M. Libro de Feria. «El último bandolero de la serranía gaditana vivió
en Villamartín». Ayuntamiento de Villamartín. 1985.
· Pérez Regordán, M. El bandolerismo andaluz. Museo del bandolero de Ronda. 2005.
· Barrera Bernal, M. Libro de Feria. «Villamartín y el bandolerismo». Ayuntamiento de
Villamartín. 1980.
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© de las imágenes, lo citado en los pies de foto. La
primera tomada del Libro de Feria de 1980.
© de la publicación, «Villamartín.Cádiz Blog de
Pedro Sánchez»
Yo me llamo,Antonia Maria García Rodriguez y soy nieta de Josefa Villaescusa Luna,una de las hijas de Francisco villaescusa que era el abuelo de mi padre . Pedro García Villa escusa.
ResponderEliminarSoy la biznieta de Francisco villa escusa (EL CRISTO)
Saludos Antonia María, me alegro que hayas podido leer esta biografía. También se puso en contacto conmigo otra biznieta de El Cristo, incluso vino por Villamartín y Zahara de la Sierra (donde tenéis otro pariente) y pudo conocer la casa donde trabajo Encarnación Luna Barrera. Si te parece contacta conmigo a través del "Formulario de contacto" de este blog y puedo ponerte en contacto con esos otros familiares si lo estimáis oportuno.
ResponderEliminarHola Antonia, cómo te dice Pensagil, yo tb soy biznieta del Cristo, el tiene mis datos si quieres ponte en contacto conmigo y charlamos, sería un placer. Gracias
ResponderEliminarHola soy Antonia Villaescusa, mi abuelo era Juan Antonio Villaescusa Amuedo, hermano de Francisco Villaescusa (El Cristo). Me alegro de leer este blog. Saludos.
ResponderEliminarSaludos Antonia. Yo también me alegro de que hayas podido leer lo publicado sobre El Cristo, si entiendo bien sería tu tío-abuelo. Si lo ves oportuno ponte en contacto conmigo a través del "Formulario de contacto" de este blog y si así lo deseas charlamos a través de email sobre tu antepasado. Puedo ponerte en contacto con otros parientes tuyos, principalmente con una biznieta a la que he conocido personalmente. Un saludo, Pedro Sánchez (Pesangil).
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