domingo, 18 de septiembre de 2022

Abelardo Saavedra Toro. Un anarquista internacional de Villamartín

El pasado 13 de septiembre pude leer una noticia en el Diario de Cádiz anunciando la presentación de un libro, bajo el titular «El anarquista de Villamartín vuelve “a la vida”». Lógicamente me llamó la atención que un libro de un autor mexicano —Aurelio Fernández Fuentes— nos trajera la biografía de un villamartinense desconocido, al menos para mí. Un rápido rastreo por internet me hizo ver la mucha información y divulgación de este libro, y como consecuencia de nuestro paisano, un personaje clave en el mundo anarquista del siglo XX tanto en España como en países de Iberoamérica, principalmente Cuba y México. Su lucha social por mejorar las condiciones laborales de obreros y campesinos fue incansable y ello le acarreo múltiples deportaciones y encarcelamientos. Fotografía de A. Saavedra tomada de la portada del Libro. Archivo familiar de Abelardo Saavedra Toro.

Puesto a salir de dudas me fui a la Casa de Iberoamérica de Cádiz. Tras la magnífica presentación del autor y de su libro por parte de José Luis Gutiérrez Molina (autor del epílogo de esta obra) y del periodista y escritor Juan José Téllez Rubio, pasó Aurelio Fernández a hacer un recorrido por la extensa biografía de su bisabuelo Abelardo Saavedra Toro. Casa de Iberoamérica (Cádiz). Presentación del libro Saavedra. Un anarquismo. Forman la mesa José Luis Gutiérrez Molina, Aurelio Fernández Fuentes y Juan José Téllez Rubio. Fot.: Pedro Sánchez.

Más sobre esta visita del autor a Cádiz en La Voz del Sur.

En el presente artículo, tras presentar al autor y su libro, centraré mi trabajo sobre el anarquista Saavedra en su nacimiento, su infancia, sus antepasados, su corta estancia en nuestro pueblo y una breve reseña de su paso por el mundo. 



El autor nos contó en la presentación —y cuenta en el libro—, las grandes dificultades que tuvo para localizar las referencias oportunas sobre los orígenes de su bisabuelo: antepasados, fecha de nacimiento, niñez de Abelardo…, aunque ya conocían sus raíces villamartinenses por transmisión familiar. Narró cómo inicia su investigación apoyándose en el historiador gaditano José Luis Gutiérrez Molina, que le puso, a su vez, en contacto con nuestro paisano Fernando Romero Romero, el cual le facilitó los contactos adecuados en Villamartín. Cuenta que llegó una mañana de 2012 a Villamartín, pasó por la iglesia donde el párroco don José Manuel Álvarez Benítez le facilitó la partida de bautismo de Abelardo, después le acompañó Manuel García Bellido hasta Cultura y la biblioteca municipal, aunque no pudo conseguir su partida de nacimiento, ya que nuestro Registro Civil no comenzó hasta 1871, pero al menos pudo fechar fehacientemente su nacimiento, domicilio y antepasados. Todo esto lo cuenta Aurelio Fernández en el primero de los capítulos: «De Villamartín a la huelga de tranviarios».


Casa n.⁰ 12 de la calle Subida a la Iglesia donde nació Abelardo en el seno de una familia villamartinense. Esta casa y la blanca de más abajo han sido adquiridas por nuestro Ayuntamiento para ampliación de dependencias municipales. Fot. Modesto Parada.

Saavedra nació un 27 de marzo de 1860 en la calle Subida a la Iglesia número 12, según consta en los libros de bautismo de la parroquia Ntra. Sra. de las Virtudes y fue bautizado por el cura José Domínguez y Zapata el 1 de abril de ese mismo año. Su padre se llamaba Francisco Saavedra Barrera, natural de Villamartín, pequeño propietario de algunas tierras y tal vez administrador de otras. A su madre, Dolores Toro González, partera, natural de Prado del Rey, en algún momento la tradición familiar la emparentó con el afamado médico y político (alcalde de Cádiz entre otros cargos) Cayetano del Toro, aunque Aurelio Fernández establece el no parentesco tras una completa investigación. Entre sus abuelos conviene señalar a Pedro Saavedra Moreno, sargento del ejército, que en 1809 se integra como teniente segundo en la Compañía Urbana de Villamartín y poco después, ya como teniente, en la Milicia Honrada de Villamartín, ambas como defensa ante la invasión napoleónica. Otras referencias de 1811 nos llevan a situarlo como uno de los miembros de la Junta Municipal.

A partir de 1839 y hasta 1867 en los archivos municipales de Villamartín aparece otro Pedro Saavedra Moreno (que por edad no puede ser el anterior. Aurelio lo aclara en el libro, se trata de su hijo (y por lo tanto tío de Abelardo y hermano de su padre Francisco) Pedro Saavedra Barrera, que en algún momento «se puso como segundo apellido “Moreno” para mimetizarse con el poderoso padre —comenta el autor». Las referencias a este otro Pedro son amplias: perito para el aprecio del suelo de la Mataparda (1839); el Ayuntamiento le da en censo enfitéutico la finca de los Baldíos del Puerto del Timón (1855); forma parte de la Corporación Municipal como teniente de alcalde e inspector de obras (1865-66); es presidente interino de la Junta Local de Sanidad. Podemos afirmar que cuando nace en 1960, el pequeño Abelardo tiene como tío «a personaje muy influyente en la villa —como afirma Manuel Vidal Jiménez».

La niñez de Saavedra transcurre en Villamartín, estudia la educación básica del momento en las escuelas públicas, siempre ayudado y estimulado cuidadosamente por su madre, comadrona o partera, y mujer culta que debió transmitir un colmado paquete de inquietudes a su hijo. Según un padrón de vecinos de Villamartín de esos años componen la unidad familiar: Francisco (42 años), Dolores (36 años), Abelardo (4 años) y José (1 año); este hermano debió morir pronto porque nuestro protagonista dijo siempre que había sido hijo único. Manuscritos dejados por sus descendientes manifiestan que su padre lo llevaba a trabajar al campo villamartinense, donde ponía en práctica injertos y podas en los olivos que sorprendían a los adultos. Ante un intento de llevarlo a un colegio jesuita, se opuso radicalmente y pudo marcharse de casa a trabajar en El Puerto de Santa María como mancebo en una farmacia cuando tenía 15-16 años. Por esa época (1876) fallece su madre, su guía y estimuladora de una inquietud innata del adolescente. De aquí pasa a Sevilla (1881) donde hace el servicio militar, se casa (1886) y acaba trasladándose a Madrid donde se producen los primeros contactos importantes con el anarquismo. Parece que desconecta totalmente con Villamartín y sus raíces, aunque pudo acercarse en algún momento a visitar a la familia dado que en El Coronil, Montellano, Utrera y sobre todo en Morón desarrolló una amplia actividad; aquí fundó en 1903 La Voz del Terruño.


Caricaturas que reflejan diversos momentos en la vida de Saavedra. Autorías: Luis Ricardo Ramos, Antonio Helguera y Rafael Pineda, Rapé.

Animamos al lector a completar el conocimiento de la biografía de nuestro paisano, trazado con todo lujo de detalles por Aurelio Fernández Fuentes en su libro Saavedra. Un anarquismo, fácilmente adquirible en los portales habituales. Solo comentar que desde que regresa a Sevilla hacia 1899 para dar clase en una escuela libertaria para hijos de trabajadores, hasta que fallece en Barcelona en plena Guerra Civil (1938) es difícil encontrar a alguien con una vida tan intensa, pasando por numerosos países (Cuba, México, Portugal, Francia, Marruecos…) donde solía llegar, ser encausado, encarcelado y deportado de unos países a otros (en alguna ocasión a Cádiz) como resultado de su lucha social a favor de los obreros y campesinos. Pocos lugares de España se quedó por visitar, sobre todo cuando se hizo representante de productos ortopédico. La relación de profesiones ejercidas también se hace interminable, su biógrafo se entretuvo anotándolas y le salieron unas veinte, tan dispares como: campesino en Villamartín, boticario, tranviario, profesor, periodista, impresor, fotógrafo, sastre, ortopédico, zapatero, albañil, director de periódicos…


Abelardo Saavedra (en el centro) acompañado de dos personas no identificadas. Es la última foto que se posee de él poco antes de su muerte. Archivo familiar de Abelardo Saavedra Toto.

Ya muy mayor (76-78 años) se vio envuelto en la Guerra Civil española, celebrando la derrota que los anarquistas y otras fuerzas infligieron a los golpistas en Barcelona y visitando el frente de Aragón y otras líneas de batalla. Falleció un 7 de noviembre de 1938 en Barcelona, a causa de «una parálisis progresiva»; a su sepelio asistió una gran multitud, a pesar de estar las tropas franquistas a las puertas de Cataluña, la República a un paso de la derrota final y la retirada de muchos al exilio. Dos días después se publicó la siguiente nota en Solidaridad Obrera:

ABELARDO SAAVEDRA HA MUERTO. El antiguo luchador anarquista, que tanto se había distinguido en sus luchas en defensa del proletariado, acaba de expirar. […] Saavedra era suma de bondades y tenía una inteligencia clara y un corazón exuberante. Fue, además, un hombre fecundo. Fecundo en toda la acepción de la palabra: en hijos, en ideas, en trabajo, en bondad. (Solidaridad Obrera, 8 y 9 de noviembre de 1938).

Así vio Aurelio Fernández Fuentes a Villamartín en su visita de 2012.

Siempre es interesante conocer la impresión que causa nuestro pueblo a un forastero, y más en este caso que viene del otro lado del mundo: México.

«Villamartín es un pueblo andaluz de esos que brillan intensamente en un día soleado, y que al aproximarse a ellos recuerdan la imagen de una estampa de tarjeta postal, con los muros blancos y los techos de roja teja. Se encuentra trepado en un montecillo/cerrito con la iglesia de Santa María de las Virtudes en lo más alto. Una vez dentro de él, la localidad no presupone ningún edificio particularmente notable, pero hay casas señoriales que compiten con cualquier otra del país. Hoy se pavonean en sus campos grandes tractores que cosechan los granos sembrados, y los olivares se ven renovados a la usanza actual. Las personas ostentan colores vivos en sus caras y habitan un pueblo en el que se aprecia mucha vida. Desde el atrio de la iglesia uno puede ver la llanura y la sierra, y ni un solo trozo de campo sin cultivar».


Bibliografía:

· Fernández Fuentes, Aurelio. Saavedra. Un anarquismo. Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. 2020.

· Romero Romero, Fernando. Guerra de la Independencia: Villamartín, 1808-1813. Ayuntamiento de Villamartín. 1999.

· Vidal Jiménez, Manuel. Efemérides sobre la villa de Villamartín. Inédito.

—. Medicina y Sanidad en Villamartín. Fundación doctor Pascual. 2006

· Pérez Regordán, Manuel. Nomenclátor del término municipal de Villamartín. Ayuntamiento de Villamartín. 2000.

· La Voz del Sur.es


Archivos municipales de Villamartín:

· Actas capitulares.

· Padrón municipal.


© de las imágenes: Archivo familiar de Abelardo Saavedra Toro, tomadas del libro citado y lo citado en los pies de foto.

© de la publicación: Villamartín.Cádiz Blog de Pedro Sánchez.

 

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