domingo, 13 de marzo de 2022

Imágenes de una época. Ramón de la Rosa Romero

 

· Nombre: Ramón de la Rosa Romero.

· Fotografía de 1932, con 23 años.

· Lugar de nacimiento: Villamartín (Cádiz).

· Fecha de nacimiento: 4 de mayo de 1909.

· Profesiones: Auxiliar de farmacia. Gestor de Textiles Reunidas (Algodonera). Agente comercial.  Corresponsal gráfico de la Unión. Fotógrafo aficionado.

· Padres: Juan de la Rosa González (Olvera) / Francisca Romero González (Villamartín).

· Esposa: María del Consuelo Fraile Valbuena (Villamartín).

 

Biografía

Desde 1989 que salió el número uno del libro Villamartín. Imágenes de un Siglo, hasta 2016 que nació el tercer volumen, son decenas de fotografías las que han ilustrado las páginas de esta colección con la autoría de Ramón de la Rosa Romero. El número se elevaría si añadiéramos otro importante número de imágenes insertadas en las páginas del Libro de Feria desde sus prolegómenos en 1930 y en otros libros editados en torno a la historia de Villamartín que necesitaron de la ilustración oportuna para mostrar a La Plaza, al pueblo, a sus calles y a su gente. No siempre hemos sido justos con Ramón de la Rosa a la hora de nombrar su autoría; solo con el tiempo hemos podido ir asignado su impronta a esas fotografías, tras analizar tamaños, composiciones, perspectivas y esa huella indeleble que deja el autor en su obra.

Quizá sea una de las primeras fotos de Ramón, hecha en los primeros años de la década de 1920, cuando es un adolescente. Este es el pie de foto que figura en el Imágenes III. «El candelabro aún a ras del suelo; muy cerca, un mástil como para una cucaña. En primer término, una mesa a espaldas del banco; debajo, una especie de anafe como para asar castañas. La gente pasea al sol, lo que nos hace suponer, junto a las sombras alargadas, que estamos entre otoño y primavera (12:30 horas). Bajo la sombra de la palmera, dos guardias civiles, de espaldas, quedan inmortalizados para la posteridad. En el frontispicio del ayuntamiento se intuye el rótulo “Plaza de Alfonso XII”, junto a unas iniciales referidas a “Juzgado Municipal” (J - M) y “Casa Ayuntamiento” (C - A)».

Personalmente, creo que Ramón de la Rosa está entre los mejores fotógrafos que haya tenido Villamartín, obteniendo encuadres profesionales de forma autodidacta, destacando las vistas de La Plaza y los paisajes con Villamartín como protagonista. Cubre fotográficamente con gran precisión el periodo de 1924 (cuando contaba solo 15 años) hasta mediada la década de 1930, etapa de la que nos dejó un importante número de negativos gracias al coleccionista local Jesús Mozo, que supo rescatar parte de su producción gráfica. Su obra sigue en la década de 1940 y decae en la de los 50. Vamos a adentrarnos en la vida de Ramón y conocer, primero al personaje, después su dedicación a la fotografía.

Como hemos visto en la ficha inicial nace en Villamartín, en el seno de una familia acomodada; su padre procede de Olvera y viene a Villamartín a trabajar como auxiliar en la farmacia de Carredano (farmacia que más tarde adquiriría para su hijo Jerónimo). En Villamartín conoce a su esposa Francisca, hija de una familia de industriales. Cuando llega su edad escolar se incorpora a la escuela pública número 1 regentada por el maestro Juan Bautista Jarén Astudillo, abuelo del sacerdote villamartinense Antonio Mesa Jarén.

Como hecho curioso y cuando solo contaba unos ocho años, vemos aparecer el nombre del pequeño Ramón en un artículo publicado en el Noticiario de la Sierra (con oficina en Prado del Rey y corresponsalía en Villamartín). Su número 51, de mayo de 1917, estuvo dedicado casi con exclusividad a los actos celebrados a lo grande con motivo de «La Fiesta del Árbol en Villamartín».

El alumnado de las cuatro escuelas públicas y de algunas migas (unos 500 niños y niñas) forman equipos para plantar árboles en la zona, por entonces despoblada, del Matadero, todo ello supervisado por las autoridades locales y provinciales (tanto civiles como académicas) y sus maestros. La precisión del reportaje, que firma el director del semanario Ángel Romero, es tal que llega a nombrar a los escolares elegidos para la plantación, y entre ellos están Consuelo y Ramón con sus compañeros, muchos de ellos muy conocidos: Antonio Gutiérrez (padre del que fue director de Banesto), Francisco López (padre de Paquita, funcionaria del Ayuntamiento), José Soto y José Pérez (panaderos), Antonio Mª Armario (perito agrícola); Juana Jiménez Montes (madre del pediatra Manuel Vidal), María Jiménez Vázquez (hija del concejal Manuel Jiménez Maza), Amalia Rodríguez Garrido (la de las gaseosas)...

Sus hijos, con los que he tenido varias entrevistas, me comentan que Ramón continuó los estudios de Bachillerato, recibiendo una buena preparación en Villamartín y asistiendo a los exámenes oficiales a Sevilla o Jerez, posiblemente con la finalidad de hacer Farmacia. En esa época los preparadores del alumnado de bachillerato solían ser los mismos maestros o algún idóneo. Mi teoría, que trataré de explicar, es que su preparador pudo ser José Luis Pineda Soto, funcionario del Ayuntamiento con estudios de Magisterio, periodista, intelectual e investigador. Pineda tenía unos 10 años más que Ramón y desde 1920 era reclamado su trabajo de docente en las mejores casas del pueblo; él es el que pudo despertar en su alumno la pasión por la fotografía o estimular una posible tradición familiar.

También se explicaría por la necesidad del periodista de encontrar un reportero gráfico que ilustrara sus crónicas y sus suplementos dedicados a Villamartín en el periódico La Unión de Sevilla y posiblemente en algún otro de Jerez. Desde 1927 hasta 1932 está perfectamente documentada esta alianza, lo corroboran los archivos que poseemos: especiales de La Unión dedicados a Villamartín (1927, 1928 y 1929, todos de Pineda) hasta con siete fotografías de Ramón; su nombramiento en mayo de 1928 como «corresponsal gráfico de dicho importante rotativo de nuestro estimado amigo», en noticia de Pineda (ver recuadro); las revistas de feria de 1930 y 1931, dedicadas a Villamartín, editados con gran lujo para la época por Pineda Soto, con cinco imágenes de nuestro fotógrafo; además de un numeroso grupo de publicaciones que mostraré después. Acabados sus estudios, que no llega a completar con la licenciatura de Farmacia, Ramón de la Rosa, pasa a ocuparse como auxiliar de la farmacia de Joaquín Carredano (calle Botica), compartiendo responsabilidad con su hermano Jerónimo, que sí había completado estos estudios. Posteriormente su padre adquiere la farmacia, que se pone a nombre de Jerónimo, y Ramón continúa trabajando en ella como auxiliar y gestor. Además, gestiona la farmacia de Rafael de Troya Romero que al fallecimiento de este adquiere a medias con Rodrigo Sepúlveda, a cuyo nombre se inscribe por ser este farmacéutico, continuando Ramón con su gestión. Al fallecimiento de su hermano Jerónimo, en 1963, Ramón adquiere la farmacia de la calle Botica para su hijo Manuel. Su conocimiento de ese mundillo fue tal que la gente se refería a él como boticario y al titular como farmacéutico.

Naves de la Algodonera situadas en La Fuentezuela, coincidiendo con una de las mayores crecidas del Guadalete en febrero de 1963.

Otra actividad que desempeña Ramón es llevar la gerencia de Textiles Reunidas Algodonera S. A., concesionaria de gran parte del algodón provincial, para hacerse cargo de las grandes cosechas que se recogían en la década de 1950 y 1960. Tenía sus almacenes en la Fuentezuela, pero también hubo otros puntos de provisión como la nave situada al final de la calle del Santo, en el edificio conocido como Casa de la Cilla.

Aún durante años Ramón desarrolló una tercera actividad, esta fue la de agente comercial, representando a diversas empresas de envergadura de carácter provincial y regional, entre otras la prestigiosa compañía Zenker. Ramón fue, además, asociado con Manuel Rodríguez (Bazar de los Novios), el primer concesionario de Butano en Villamartín, aunque a los pocos años traspasara su parte a su socio.

Muy joven se hace novio de Consuelo Fraile Valbuena, nacida en Villamartín, pero de procedencia castellana. Manuel Fraile Guerrero, padre de Consuelo, nacido en Sta. Cruz de Mudela (Ciudad Real) fue oficial en la Guerra de Cuba, retirándose al terminar la contienda. Vino a Villamartín desde Madrid, donde conservó casa, a principios de siglo como administrador general en la zona (Villamartín y Ronda principalmente) de los duques de Ahumada. Su madre, Aurora Valbuena Martín, era natural de Velilla del Río Carrión (Palencia). Vivieron en Villamartín hasta 1934 en que retornaron a Madrid.


En diciembre de 1935 se casan «por la Iglesia» en Madrid —donde vivían sus suegros— con Consuelo, regresando con su esposa a Villamartín donde se casan «por lo civil» en febrero de 1936. Durante la contienda mueren en Madrid Manuel Fraile y sus otras hijas, perviviendo solo su suegra Aurora, a la que Ramón recoge y trae a Villamartín al final de la guerra (abril de 1939). Del matrimonio con Consuelo Fraile nacen tres hijos: Juan Ramón (ingeniero agrónomo), Manuel (farmacéutico y médico microbiólogo) y María del Carmen (médico anestesista).

Políticamente Ramón de la Rosa centra su actividad con los alcaldes Luis Mozo y Adolfo Blanco, ya en la década de 1940 y 1950. Antes de la Guerra Civil se afilió a La Unión Patriótica (1929) y más adelante estuvo cerca de José Antonio Primo de Rivera, fundador de la Falange. La tradición familiar lo sitúa en la visita que el dirigente hace a Villamartín en julio de 1930 acompañado de José María Pemán.

Retrocediendo a 1931, situamos a Ramón haciendo la mili en el Regimiento de Infantería Soria 9, situado por entonces en la ciudad de Sevilla. Vemos en la imagen su carnet de pase de pernocta (1931) que le permite dormir en el domicilio familiar.

En cuanto a su presencia en las Comisiones Gestoras Municipales que formaron durante años el consistorio villamartinense veamos cronológicamente algunas fechas clave:

Septiembre de 1944. El alcalde Luis Mozo Carrancio lo incluye en la corporación municipal nombrada por el gobernador civil.

Junio de 1946. Integra la comisión que se persona en la Jefatura de Aguas del Guadalquivir para que se asesoren debidamente sobre cuantos extremos interesen al Ayuntamiento en el tema relacionado con la traída del agua corriente.

Febrero de 1947. Entra en la nueva Comisión Gestora Municipal que forma Adolfo Blanco Caballero, al que ayuda con ahínco en todo el tema del agua.

Febrero de 1948. Es ratificada por el gobernador civil su inclusión en la Comisión Gestora Municipal.

1948. Formaba parte de la Junta Municipal de Enseñanza, con el alcalde Adolfo Blanco, el párroco Manuel Jiménez Sutil, el maestro Ildefonso Jiménez Maza y la maestra Jerónima Vez Lara.

Febrero de 1949. Es nombrado concejal por el tercio de representación industrial.

Mayo de 1949. «La Corporación Local acordó designar una Comisión compuesta por el Sr. alcalde D. Adolfo Blanco Caballero y los concejales D. Ramón de la Rosa Romero y D. Francisco Vázquez Mendoza […] para que se trasladaran a Cádiz y con el amplio voto de confianza se entrevistaran con el Excmo. Sr. Presidente de la Diputación y demás autoridades interesadas en el asunto [traída del agua desde El Higuerón] resolviendo y comprometiéndose si lo creían necesario que el empréstito se hiciera a través de la Excma. Diputación Provincial, así como la obra en cuestión». (Blog Villamartín: Mil y una historia).

9 de julio de 1950. «En cabildo se creó una comisión compuesta de tres miembros de la Corporación para que se encargase de la organización de cuanto sea necesario con motivo de los actos a celebrar [inauguración de la traída del agua] el próximo día 18 de julio [después se pasaría al 26, festividad de Santa Ana]. Proponiéndose para ello a los Sres. concejales D. Ramón Morales Andrades, D. Francisco Vázquez Mendoza y D. Ramón de la Rosa Romero que aceptaron gustosos». (Blog Villamartín: Mil y una historia).


Entre el gentío, en primer plano, nos resultan conocidos: José García de Haro, José Pangusión, Ramón Morales Andrades, Sebastián Moreno Garrido, José Bernal Cisuela, Vicente Jarava Trujillo, Antonio Holgado Acosta, Basilio López, Bernardo Bernal, José Vázquez Romero, Ramón de la Rosa, José María Gómez... Col. Elisa Blanco Jarava. 26 de julio de 1950.

31 de julio de 1950. «A propuesta de la Presidencia y por unanimidad, los Sres. asistentes se solidarizaron con el acuerdo adoptado por la Comisión Municipal Permanente, reconociendo la brillante labor realizada por los Sres. Morales Andrades, Vázquez Mendoza y de la Rosa Romero, [organizadores] de los actos celebrados con motivo de la inauguración del servicio de aguas y acordaron por unanimidad: “Que constase en acta un voto de gracias y una efusiva felicitación del Ayuntamiento Pleno por el brillante éxito obtenido”». (Blog Villamartín: Mil y una historia).

 

Ramón fotógrafo

En la introducción a este artículo y a lo largo de él ya hemos apuntado la buena composición que presentan las imágenes tomadas por de la Rosa. La suerte del rescate por parte de Jesús Mozo de unos 300 negativos nos permite hoy recrearnos en su producción; creación que se inicia asombrosamente temprano, hacia 1924, cuando cuenta solo 15 años. Veamos en primer lugar las publicaciones que recogen sus imágenes. Allí donde he podido, he sustituido la fotografía del periódico o revista por el original sacado del negativo.


Periódico La Unión de Sevilla del 17 de septiembre de 1927
. Ramón aporta esta espectacular y cuidada escena de la plaza de Alfonso XIII al «Suplemento especial Feria de Villamartín». El equilibrio es magistral: torre de la parroquia en contrapeso con la cercana palmera que da profundidad; el grupo en primer plano bien organizado, el barrendero levanta su escoba de trabajo; algunos no se incorporan a la escena, pero no pierden detalle. Hasta se puede leer la cartelera del cine que se proyectaba en el patio del Ayuntamiento: «GRAN CINEMA. A beneficio de la Cruz Roja. Martes 18. 1ª Un artista del toreo. 2ª El islote de las perlas». Conjugando la fecha (martes 18) con las sombras del atardecer (una niña se tapa los ojos), la ropa de entretiempo, la hora del reloj de la torre (18:45), nos lleva a que la imagen fue tomada unos días antes del martes 18 de mayo de 1926 (único día anterior posible), cuando Ramón contaba 17 años.


En septiembre de 1928 sale el segundo «Suplemento Especial Feria de Villamartín», siempre dirigido por Pineda, con varias fotografías de Ramón como esta vista parcial tomada desde la torre de la Parroquia, con un Villamartín que acababa drásticamente en la barranca entre Extramuros y la Carretera Nueva del Matadero a la Tenería. Tres rótulos a destacar que ayuden al lector: «Café de la Perla», «Parador del Sol» y «Fonda el León de Oro».


El 17 de septiembre de 1929 sale el tercer suplemento de La Unión dedicado a nuestra feria con otra espectacular imagen de Ramón tomada desde las balconadas del ayuntamiento. Como en otras, el joven fotógrafo, logra reunir a un nutrido grupo de villamartinenses que se concentran en torno al nuevo candelabro central colocado hacia 1927.


Tras los suplementos de La Unión, José Pineda decide editar su propia revista, y por supuesto, recurre para las fotografías a su amigo de la Rosa. En esta revista de feria (1930), prolegómeno de los que sería nuestro Libro de Feria, aparecen dos imágenes más de Ramón, una de la oficina del Banco Español de Crédito y otra del establecimiento de Antonio Fernández Mariscal.

Debajo de la portada del Imágenes de un Siglo II (2002) hay otra fotografía exactamente igual, pero de 1931, aunque ya había sido publicada en La Unión en 1928. Ramón nunca supo que su portada se repetiría en otra publicación 71 años después. La nueva publicación de Pineda Soto solo incluía esta foto y nuevamente la de Banesto.

Cuando los autores del Imágenes II tomamos la decisión de usar esta instantánea desconocíamos su publicación anterior. Nuevo ejemplo de composición magistral, combinando la horizontalidad de ayuntamiento, con la verticalidad de la torre de la parroquia.


Ya en agosto de 1930 se ve claramente que peligra la finalización de las obras del Ferrocarril de la Sierra. De ello se hace eco Mundo Gráfico, que manda a su corresponsal de Sevilla Fernando Risquet a visitar las obras semi paradas y contacta con Ramón que le proporciona varias fotografías, alguna de ellas tan impresionante como esta de la estación de Villamartín. La familia me ha proporcionado un artículo que recoge esta visita con comentarios de uno de los ingenieros de próxima publicación en este blog.


En 1989 publicamos el Imágenes de un Siglo I. Perfectamente identificadas con la autoría de nuestro fotógrafo aparecen solo media docena de copias, pero después hemos ido comprobando que son bastantes más. Pongo como muestra estas dos: calle del Santo en su cruce con San Francisco, y La Tenería, que Pineda llamaba paseo de La Palmera.


El Imágenes de un Siglo II recoge decenas de fotografías de nuestro autor, prácticamente en todos los capítulos; ponemos como muestra esta para demostrar que Ramón también se ocupó de los grupos, sabiendo colocarlos con maestría, captando incluso en la pose su personalidad, además en una sola toma. Solo dos pequeños errores, el segundo personaje de la izquierda recibe la sombra del primero en la cara y el más bajito (centrado) debería haberse colocado delante, seguramente justificado su retraso por prudencia y timidez al ser un «simple» comerciante de origen soriano que de ningún modo osó tapar al todopoderoso concejal y al capitán. José Bernal puso nombre a todos: «Fuerzas vivas. 1930. De izquierda a derecha aparecen Aurelio Vera, recaudador de contribuciones del Estado; Manuel Borrego Ramos, que luego fue jefe del silo del Servicio Nacional del Trigo; comandante del puesto de la Guardia Civil, Ramón Sánchez; Manuel Jiménez Maza, concejal; Victoriano Jiménez Tierno, comerciante procedente de Soria; Luis Peralta Villar, capitán de la Guardia Civil; Julio Romero Márquez y Antonio Fernández Mariscal, comerciantes, fundadores del Casino Mercantil».


También el Imágenes III se surtió ampliamente de su impresionante producción, principalmente el capítulo de la imagen, exclusivo de sus cámaras fotográficas. Este es el pie de foto que figura en el libro: «Fantástica panorámica tomada desde la boca del túnel de la fuente de La Zarza durante las obras de consolidación del barranco cercano al Charco de los Yesos y apertura de una trinchera por encima de la actual Cooperativa La Verde».


No podía faltar una imagen de la Romería, la he conseguido del libro La Virgen de las Montañas (2011), poblado de fotografías de Ramón; no la hemos podido fechar con precisión, podría ser del masivo peregrinaje de 1935 o ya de la década de 1940.


Para no cansar al lector cierro el tema publicaciones con tres ejemplos más: El habla de Villamartín, República, Guerra Civil y represión en Villamartín 1931-1946 y Jornaleros y organizaciones obreras; pero no serían las únicas, fácilmente podríamos encontrar media docena más que contienen en su interior impresiones gráficas de Ramón; todo ello sin contar los Libros de Feria, su director, José Bernal, conocía muy bien su obra y la utilizó con profusión.

Y finalicemos con dos de mis fotos preferidas: el aguador con sus «cántaros boquinos» y la bulla a la puerta de la Plaza de Abastos y otra más con un detalle que me ha permitido confirmar la autoría de bastantes fotos, aunque en los retoques finales lo haya eliminado.


Pudo hacer Ramón esta fotografía con menos de 20 años, avanzada la década de 1920 y publicada posteriormente en el ABC con un magnífico comentario de José Bernal Cisuela. «Borricos cansinos de la sufrida y monótona tarea diaria […] Cántaros boquinos, cansados por el continuo trasiego de la fuente a la tinaja». Aguador no identificado sito en la calle Los Reyes.


En esta ocasión de la Rosa no colocó al personal, trató de pasar desapercibido con su cámara para captar a «cada uno en lo suyo»: las dos matriarcas con sus amplias toquillas compartiendo charla; la señora que afianza su moño, los dos caballeros en plan supervisor (posiblemente tratantes), los tenderetes a la puerta de la Plaza de Abastos; en definitiva, el mañaneo típico en una animada jornada de compras y paseo por uno de los rincones más agradecidos y mejor orientados de La Plaza. La imagen nos presenta otros innumerables detalles dignos de recrearse en ellos. El rótulo «ORO» se corresponde con la fonda El León de Oro.


El vehículo parece un Ford A Doble Phaeton; sentada sobre la rueda trasera, Consuelo Fraile, esposa de Ramón y la señora del vestido más claro Jerónima de la Rosa o su hermana María Pepa. Al fondo vemos alguna atracción de la Feria de San Mateo y, justo detrás del Ford, pasea solitario un zagalillo con un grueso brazalete negro en señal de luto.

En los últimos años de su vida Ramón se trasladó con su familia a Cádiz, aunque mantuvo su relación con Villamartín. Allí falleció en junio de 1987, dejándonos esta magnífica colección de imágenes. Es una pena que no se conserven las placas (cristales) de su primera cámara de foto, aunque algunas de las que han quedado positivadas pudieran corresponderse con ellas. Gracias, Ramón de la Rosa Romero, por tu aportación gráfica que nos ha permitido conocer mejor al Villamartín de tu juventud y madurez.

 

Agradecimientos:

· Hermanos Juan Ramón, Manuel y María del Carmen de la Rosa Fraile, hijos de Ramón.

· A Jesús Mozo Gutiérrez por sus colecciones.

· A Manuel Vidal Jiménez por su aportación, fotografías e identificaciones.

· A Ernesto Pangusión Cigales por sus fotografías e identificaciones.

· A Elisa Blanco y Manuel Alpresa por sus identificaciones.

 

Bibliografía:

· Varios. Villamartín. Imágenes de un Siglo I, II, III. Ayuntamiento de Villamartín. 1989, 2002, 2016.

· Vidal Jiménez, M.: Varias publicaciones inéditas.

· Vidal Jiménez, M.: La enseñanza en Villamartín. Ayuntamiento de Villamartín. 2006.

· Vidal Jiménez, M.: Crónicas en torno a Villamartín. Ayuntamiento de Villamartín. 2001.

· Sánchez Gil. P. (coord.): La Virgen de las Montañas. Hermandad de las Montañas. 2011

 

© del texto, Pedro Sánchez Gil, salvo entrecomillados.

© de las imágenes, lo citado en los pies de foto. Sin cita: Ramón de la Rosa Romero o colección familiar.

© de la publicación «Villamartín.Cádiz Blog de Pedro Sánchez».

 

ÁLBUM FOTOGRÁFICO

Ya he comentado que son muchas las fotografías dejadas por nuestro fotógrafo, por encima de las 300, y seguro que representan solo un porcentaje difícil de determinar de su producción. Para completar el trabajo incorporo imágenes de las cámaras que usaba, relación de negativos, fotografías que le hicieron a él y otras de su autoría. El lector puede revisar su creación en los libros señalados en a lo largo del trabajo y en la bibliografía, sobre todo en la colección de Villamartín. Imágenes de un Siglo.

 

Las cámaras de Ramón de la Rosa

Veamos algunos de los modelos que usó a lo largo de su vida.

 


1
.- Cámara de fuelle y madera para placas de principios del siglo XX. Emil Busch A-G Rathenow. Objetivo Aplanat f/ 7,5 (F 260 mm). Sin obturador. // 2.- Cámara Kodak Vigilant Junior Six-20 Dak Shutter de 1939, lente TBI Kodet Lens, F/ 12,5-16-22-32. Carrete 9 x 6. Velocidad fija.


1
.- Cámara Kodak Vest Pocket Special. Carrete 7 x 4,5. Objetivo Zeiss D.R.P. f/4,5 a 32. Obturador Compur. Velocidad 1 a 300. // 2.- Camara Gaumont de placas 10 x 15. Objetivo Zeiss Jena 1:4,5 (F=16,5 cm). Obturador Compur. Velocidad 1 a 200. Francias, 1919-20.

 

Negativos y positivos

Imagen de uno de los negativos obtenidos por Ramón con la cámara Kodak Vest Pocket de formato medio (7 X 4,5). Usa tres elementos en la composición para dar gran profundidad a la imagen: la diferencia de tamaño de las dos palmeras, la convergencia del ayuntamiento y la plaza de abastos y la colocación de los habituales del lugar, «La Plaza otra vez; no puede reprimir su prodigalidad. Por algo es el centro neurálgico del pueblo, el motor que lo hace vibrar impulsando su vida. De ella irradian seis de sus principales calles y su ramificación constituye el entramado del casco urbano». (José Bernal. Imágenes de un Sigo I).

 

Estos serían los 290 negativos que han llegado hasta nosotros de Ramón de la Rosa, todos ellos de películas flexibles de base plástica. De las placas de vidrio (cristales) parece ser que no se conserva nada.

-144 negativo de 7 x 4,5 cm con área de imagen de 6,4 x 4,1 cm. Podrían ser de la cámara Kodak Vest Pocket.

-70 negativos de 11,3 X 6,9 con área de imagen de 10,8 X 6,4 cm. Sin referencia de cámara conocida.

-59 negativos de 9 X 6 cm con área de imagen de 8,2 X 5,7 cm, posiblemente compatibles con la Kodak Vigilant.

-17 negativos de varias dimensiones. Sin referencia de cámaras conocidas.

 

Imágenes en las que aparece Ramón


1
.- Tienda de Eduardo Jarén Pavón, que en 1943 pasa a propiedad de Juan Vidal Barea: en el centro entre los adultos; a su derecha, Manolo Jarén, hermano de Eduardo, y en el otro extremo, Ramón de la Rosa Romero. Agosto de 1923. Col. Manuel Vidal Jiménez. // 2.- Típica fotografía que se hacían los solados durante el servicio militar. Recordemos que Ramón lo hace en el Regimiento de Infantería Soria 9 de Sevilla (1931).


Corpus en Villamartín. Foto de enorme valor por los personajes que reúne: Rodrigo Sepúlveda Siles, farmacéutico; Ramón de la Rosa Romero; José Pangusión Escandón, director de la Caja de Ahorros de Jerez; Juan Gil Delgado, comerciante de la calle Subida a la Iglesia y Joaquín Holgado Acosta, comerciante de tejidos.


Ernesto Pangusión me proporciona esta otra foto (al igual que la anterior): Ramón en primer plano; su padre José y su madre Encarna Cigales; Antonio Gil Delgado y su mujer María Pangusión; el matrimonio Ana Mª García y José Alpresa; Francisco Morales y esposa María Gómez.


A Ramón y su esposa Consuelo se les ve situados a la izquierda acompañados de familiares y amigos.


Grupo en la ermita las Montañas con el sacerdote Manuel Jiménez Sutil (en el centro). Ramón es el tercero de la primera fila (de pie) por la izquierda, junto a otros miembros de la hermandad de las Angustias.

 

Imágenes tomadas por Ramón

El resto son fotografías proporcionadas por la familia que piensan fueron hechas por Ramón, siendo difícil en muchas de ellas identificar a los fotografiados.


1
.- Elisa Blanco Jarava nos ha identificado a Pilar Riquelme, María Pangusión, Mari Pepa de la Rosa y Adelaida Jarava (madre de Elisa). // 2.- Día de romería posiblemente en la década de 1940.


Como siempre Ramón coloca adecuadamente a los protagonistas en torno al gran barreño que contiene los ingredientes para el embutido. Entre otros Consuelo Fraile (totalmente a nuestra izquierda); el señor con la boina Manuel Fraile; a su lado, su esposa Aurora Balbuena; completan la escena, sentadas, Lolita y Julia Fraile.


Me gustaría haber conocido las instrucciones precisas dadas por Ramón al grupo hasta conseguir esa colocación perfecta y ese hueco para dar visibilidad a la parroquia. Solo hemos podido identificar, a la derecha, a Consuelo Fraile. Este es uno de los negativos con más riqueza de grises que conservamos, y que logra completar, sin tener que forzar la interpolación, el histograma de los editores de imagen. Esa completa escala de tonalidades nos permite apreciar los distintos tejidos y grosores de los abrigos de los que posan, el brillo sedoso del vestido de raso de Consuelo, la textura de los cuellos de piel de las otras dos señoras, el resplandor de las joyas o la suave luminosidad de las medias.


Encantador grupo colocado en el patio familiar perfectamente vestido para la ocasión. La pareja de adolescentes no se atreve ni a respirar, mientras, los más pequeños posan más espontáneos. La niña del vestido más oscuro mira algo desconfiada. A la pequeñita le dan algo para que se entretenga, posiblemente un abanico.


«A la
vista tenemos los orígenes de la Avenida. Las casas, como podemos apreciar, carecían de acerado, pasándose casi directamente de la puerta al lodazal de la barranca que tenían delante» (Imágenes de un Siglo I).

 


Todo un reto fotografiar el retablo mayor de la parroquia de Santa María de las Virtudes en 1940. Posiblemente este es el primer documento gráfico de esta joya. Ramón tuvo que situarse bastante lejos para sacarlo completo y sin excesiva deformación por la perspectiva.


Nos comentan sus hijos que a Ramón le gustaban mucho las motos. Por la matrícula sabemos que este modelo data de 1930, aunque por su estado debe tener bastantes años y ello nos llevaría a la década de 1940.


Algún acontecimiento reúne en La Plaza a un numeroso grupo de personas, más compacto en torno al estrado de la banda de música. Ramón se eleva subiendo a alguna dependencia de la plaza de abastos y así poder conseguir una mejor perspectiva. En el ángulo superior derecho vemos la mancha negra típica de algunos de sus negativos.


Esta imagen nos permite confirmar que Ramón de la Rosa sigue fotografiando durante la década de 1950, al aparecer a la derecha de la imagen la casa de las Misioneras de la Doctrina Cristiana, conocida como El Molinillo, años antes de que ellas llegaran, cuando era un chalet de campo conocido como Villa Isabel, edificado en 1954 y finalmente cedido a las monjas en 1965 por Salvador Rus López y su esposa Carmen Velázquez.

2 comentarios:

  1. Buen trabajo, Pedro Sánchez; espectaculares las fotos de Ramón de la Rosa. Muchas gracias por compartirlo.

    ResponderEliminar
  2. Gracias Don Pedro me ha gustado mucho, Loly Pérez alumna suya

    ResponderEliminar