lunes, 7 de septiembre de 2020

Romería de 2020 en Villamartín, íntima y nostálgica

 

Dentro de las enormes vicisitudes que han venido trastocando la cronología de los acontecimientos previstos para el año 2020 en Villamartín, con motivo de la pandemia que afecta al mundo entero por la incidencia de la Covid-19, nuestra tradicional romería al santuario de las Montañas también se ha visto afectada, tomando la Hermandad la decisión de adaptarla y celebrar sólo aquellos actos que permitan las estrictas normas sanitarias vigente en estas fechas. Por eso he querido elaborar este artículo buscando otras ocasiones y otros motivos que llevaron a su suspensión, traslado o alteración. Para poder indagar en el tiempo lo primero que debemos plantearnos es desde cuándo se celebra nuestra romería. Complicada respuesta. Para encontrar algo de luz qué mejor que recurrir a los estudiosos de la Virgen y a sus publicaciones que recojo en la bibliografía.

 

Imagen de septiembre de 1907 o anterior, con gran ambiente romero. Obsérvese el error del pie de foto de la fotografía publicada por la revista La Hormiga de Oro el 5-9-1918. Con un poco de atención se vislumbra a la imagen en procesión junto a la ermita. La foto solo se conserva impresa. (Fot. del fotógrafo villamartinense José María Clavijo).

 

Un poco de historia

 

Una de las imágenes romeras, procesionales o de peregrinación, con la presencia de la Virgen, más antiguas que disponemos. (Imágenes de un Siglo II. Col. cristal de Rodrigo Sepúlveda).

 

Respondiéndonos a la pregunta sobre el origen de nuestra romería, deberíamos retroceder hasta 1563 que es la fecha que más se maneja para la construcción o reconstrucción de la ermita en la finca La Montaña del pago de Pajarete, en principio para san Ginés, pero que finalmente se pone bajo la advocación de Ntra. Sra. de las Montañas, al menos desde 1649, pero posiblemente antes (1). Es de suponer que desde alguno de esos momentos empiezan los cultos septembrinos. Así nos lo comenta Antonio Linares: «La Iglesia Católica celebra desde antiguo el día 8 de septiembre como fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen, y era ese día cuando la comarca peregrinaba al Santuario a cumplir sus promesas, a dar gracias por los favores recibidos y a pedirle a la Virgen por sus necesidades. Estas primeras “romerías” eran totalmente desorganizadas, no existían hermandades ni agrupaciones. Los devotos llegaban a la ermita para estar ese día con la Virgen, cada uno desde su punto de origen, con los medios de locomoción que existían: caballerías, carros y carretas, y principalmente a pie». Continúa Manuel Vidal: «Se trataba de una celebración propiciada por el clero, en la que participaban de forma activa las autoridades locales. El público, en general, asistía a la solemne función religiosa y a continuación se reunía en grupos bajo la sombra de los árboles para comer, beber, cantar y bailar al son de los ritmos que marcaban las clásicas sevillanas». Esta sencilla costumbre, con innovaciones y acrecentándose la participación, pudo perdurar durante los siglos XVII, XVIII, XIX e incluso primeros años del XX.

 

(1). La primera fecha (1563) la aporta Mesa Jarén según documento localizado en los archivos del Arzobispado de Sevilla; la segunda (1649) aparece en documento del archivo de la Iglesia Parroquial de Villamartín en la que consta «…sea labrada una capilla a el Sr. San Xinés con su advocación y de la Virgen Nuestra Señora de las Montañas…».

 

Posiblemente, una de las estampas familiares más antiguas que poseemos de nuestra romería a las Montañas. En el reverso y con clara caligrafía se lee «8 de septiembre de 1914. Recuerdo del día de Ntra. Sra. de las Montañas». (Del libro La Virgen de las Montañas).

 

1865-1887. Según Manuel Vidal «la primera identificación de esta festividad de la Natividad de la Virgen con la romería [que tiene localizada], se remonta a 1887 cuando Domingo Sánchez del Arco, en un documento inédito, la cita, a pesar de que en las actas capitulares del Ayuntamiento se venía hablando reiteradamente, desde muchos años antes, del nombramiento de diputados para que representaran a la Corporación en la función solemne que tenía lugar el 8 de septiembre en la ermita (2); […] pero no es hasta 1899 cuando en la sesión del 3 de septiembre, punto 4°, se la denomina oficialmente con este nombre al decir “Próxima la festividad religiosa que anualmente celebra esta población en conmemoración de Ntra. Sra. de las Montañas en romería a la ermita…"».

 

(2).- Un ejemplo de este hecho lo tenemos en un acta capitular de septiembre de 1865, en la que «se nombra, en concepto de comisión municipal para asistir a la solemnidad de Ntra. Sra. de las Montañas, que debe tener efecto el 8 del corriente, como día de su advocación, a los Sres. Alcalde-Presidente y regidores D. Francisco Holgado Astudillo y D. José Vázquez García, quienes representarán en dicho acto a la Corporación Municipal, según la practica establecida».

 

1913. En una hojilla parroquial de primero de septiembre de 1913, se señala el horario de los cultos: «…habrá misa de comunión a las siete de la mañana, con cánticos y fervorines; a las nueve solemnísima función con panegírico y asistencia de las autoridades; a las dos de la tarde Santo Rosario con explicación de los misterios y cánticos; a las cinco procesión con la bellísima imagen hasta el lugar de la aparición, terminando con una solemne salve». Como vemos no hay referencia alguna a una comitiva oficial que deba llegar desde el pueblo, ni horario alguno de regreso.

 

Romería de 1926. El bullicio, los autobuses al fondo y el ambiente que se observa vienen a demostrar que la romería fue siempre el punto de encuentro de Villamartín con su Virgen de las Montañas. (Imágenes de un Siglo II. Col. Jesús Chacón).

 

1913. En La vida que pasa (Jerez 1916) de Manuel L. Ortega (Jerez 1888 - Madrid 1943), cuando se describe el viaje que hizo por aquellas fechas el Dómine Gafas , de Jerez a Arcos, Bornos y Villamartín, al referirse a la romería nos dice:

«El día de la Virgen de “la Montaña”, 8 de Septiembre, es uno de los más festejados de Villamartín. A la ermita, para adorar a Nuestra Señora con fe sencilla, acuden romeros de los pueblos vecinos, y allá en la montaña, en un rinconcito pintoresco, se congregan los fieles de Montellano, de Arcos, de Bornos, de Prado del Rey, de Villamartín... Y en la mañana del Lunes [el lunes 8 de septiembre, anterior a 1916, debe ser el de 1913], galantemente invitado por Pepe Romero Martel (3), un joven y cultísimo abogado, en un quitrín arrastrado por dos caballos, hábilmente regidos, iba el Dómine hacia la ermita. El camino ofrecía un aspecto típico. Campesinos robustos llevando a la grupa del caballo a sus mujeres, ataviadas con trajes de vivos colorines y rameados, marchaban orgullosos para orar ante la Virgen; los coches se cruzaban con un loco cascabelear alegre, y de vez en cuando, el eco de las bocinas de los autos de la nueva empresa, que iban cargados de pasajeros, ponía una nota grave en la fiesta. Allá en los alrededores de la ermita, en corros bailaba la gente del pueblo, esperando la hora de la función principal; otros se acomodaban en las tiendas, colgadas de yedra, y la manzanilla pálida y suave corría por los gaznates, como un río de alborozo.

Predicó elocuentemente durante la función, con elocuencia sobria y castiza, aprendida en las fuentes de la oratoria española, sana, y fuerte y vibrante, el párroco de Villamartín Sr. Núñez Galván. Lindas jovencitas cantaron preciosos trozos musicales, coplas ingenuas, fragantes y lozanas, como flores del campo. Después se celebró el acto solemne de bendecir los automóviles» (4). De esta descripción se deduce que la devoción se había extendido por toda la comarca y que a la festividad de la Virgen acudían muchos fieles de otras poblaciones. (Aportado por Manuel Vidal).

(3) Hermano de los que fueron alcaldes Cristóbal (1914) e Ildefonso (1920) y tío-abuelo de nuestro historiador Fernando Romero.

(4) Esta costumbre permanecerá en el tiempo extendiéndose a motos e incluso a bicicletas.

 

 

El cortejo se organiza en la Plaza para iniciar el camino de la romería. Imagen no fechada que recuerda a las de Ramón de la Rosa, fotógrafo que se prodigó con espectaculares imágenes como esta entre 1927 y 1935. (Del libro La Virgen de las Montañas. Col. Jesús Mozo).

 

A medida que avanza el siglo XX vamos encontrando nuevas referencias escritas en la que se usa la palabra clave «romería», y material gráfico que nos muestran detalles de la misma en la ermita, aunque no he podido confirmar a partir de qué año parte una comitiva organizada desde el pueblo. Si pudiéramos poner fecha a esta imagen tendríamos, al menos, un año, a partir del cual existe esta práctica.

 

Cartel anunciador de la romería de 1935. Primera comitiva bien documentada de la llegada del Simpecado a la ermita, con el boyero al frente; romería de 1925. Posible procesión de la Virgen tras la función solemne en la ermita; obsérvese la presencia de un chozo en la ladera de Pajarete. (Del libro La Virgen de las Montañas).

1935. De lo que no hay duda es que desde 1935 nuestra romería experimenta una revolución total, así nos lo describe Manuel Vidal: «El 21 de agosto, varios miembros de la Hermandad se dirigen al Alcalde solicitando autorización para la celebración de la romería. “Los que suscriben, miembros de la Hermandad de Ntra. Sra. de las Montañas, tienen el honor de comunicar a V.S. que el próximo día 8 de septiembre tendrá lugar la celebración de la tradicional Romería al Santuario de Pajarete en honor de la Santísima Virgen, la cual se atendrá a las normas siguientes: En la madrugada del día 8 se procederá al traslado del Simpecado desde la Iglesia Parroquial a la Plaza del 14 de Abril, lugar de donde partirá la caravana de carretas, caballos, etc., hacia el Santuario, elevándose cohetes y quemándose luces de Bengala. Lo comunicamos a V.S. para su conocimiento y al objeto de que se digne autorizar los actos que se proyectan”. Firmado: Francisco Romero, Consuelo Vega, Narcisa Jarava, Ana López, José Borrego».

 

Suspensiones, aplazamientos y acontecimientos especiales en torno a la Romería

 

Indudablemente desde el siglo XVI al XX debieron ocurrir acontecimientos que no permitieron acudir a la ermita; pensemos en días de fuertes precipitaciones, epidemias, guerras como la de la Independencia, prohibiciones… Un complejo rastreo de las actas capitulares y los archivos parroquiales sacarían a la luz algunas de estas fechas. Una vez iniciado el siglo XX, disponemos de más información, por eso vamos a fijarnos en algunos de esos momentos.

 

1902. El 8 de septiembre, día de la romería de las Montañas, a las 8 de la mañana se produce un gran milagro dentro de la ermita cuando una mujer de Bornos cura de su enfermedad. (Se puede ampliar esta información, muy documentada por cierto, en el libro La Virgen de las Montañas).

1911. Ante la presencia de viruela en Prado del Rey y de sarampión en Bornos, el 30 de agosto la Junta Local de Sanidad aconseja a la Corporación Municipal que el festejo religioso, que es costumbre celebrar el 8 de septiembre en la ermita de las Montañas, se aplace por tratarse de una fiesta en la que suelen congregarse gran número de personas. La Corporación no la suspendió, pero recomendó, a través de bandos, que no se concurriera ese día al santuario. La romería como tal no se celebró, ni tampoco la función religiosa, que quedó aplazada hasta el 1 de noviembre. (Manuel Vidal).

 

Boletines meteorológicos históricos que reflejan la predicción para el 7 de septiembre de 1921, víspera de romería. Durante los dos días anteriores al de la romería, nuestro observatorio sito en la subestación de Sevillana (Casilla de la Luz), regentado por la familia Rivera, recogió 57 l/m2. Posiblemente fue la presencia de lo que actualmente llamamos una DANA (tradicionalmente «gota fría») que se descolgó de la circulación general procedente del interior del continente. El pronóstico del día 6 ya señalaba para el 7 «la existencia de una perturbación en el mar Ibérico que tiene un secundario en el centro de España, lo cual provocará tormentas en nuestra península» (Instituto Geográfico y Estadístico).

 

1921. No tenemos noticias de suspensiones o aplazamientos de la romería por fuertes precipitaciones, como las ocurridas en 1921, que en el entorno de día 8 cayeron unos 61 l/m2. Parece ser que los cultos no se suspendieron ya que el mismo día 8, desde las 8 de la mañana hasta esa misma hora del día 9 solo cayeron 4 l/m2. Recordemos que por entonces no se hacía «el camino» que es el que se podría haber visto más afectado. Revisados los datos que poseemos (1919-2019), no he localizado precipitación abundante el día 8 de septiembre, solo lloviznas o cantidades poco relevantes.

 

1931. La romería de las Montañas de ese año adquiere el carácter de desagravio por el artículo titulado «¿Milagros y apariciones?», publicado en el semanario republicano jerezano Ráfagas. Tema que acrecienta el diario católico El Correo de Andalucía en un artículo que abandonaba el tono informativo para terminar convirtiéndose en una convocatoria: «¡Católicos de Villamartín! A la ermita de Nuestra Señora de las Montañas el próximo día 8. Que las bravatas de los incrédulos no hagan mella en nuestra fe». La crónica periodística de la jornada señala que se celebró «con más animación y recogimiento que los años anteriores», pero no se alude al número de participantes y sí señala la ausencia en los actos del Ayuntamiento (5).

 

1932. «En 1932 no pudo celebrarse la tradicional procesión con la imagen de la Virgen en el exterior de la ermita. Según del párroco, un grupo de jóvenes de Prado del Rey habría provocado “serios disgustos” en la ermita y él mismo impidió la procesión para evitar mayores incidentes» (5).

 

1933. «Todo apunta que la procesión tampoco se hizo en 1933; aquel año la fiesta fue interrumpida por un vecino de Prado del Rey con gritos hacía la Virgen, que provocaron una respuesta violenta por parte de los romeros e hizo necesaria la intervención de la Guardia Civil» (5).

 

1934. «Nos ha llegado noticia oral de una romería durante la República a la que sólo acudieron cuatro familias y con toda seguridad debe corresponder a 1934, año en que El Correo de Andalucía no publicó ninguna noticia acerca de la festividad» (5).

(5) (F. Romero Romero. Anticlericalismo y alejamiento del culto católico en Villamartín durante la II República).

 

1947. La romería fue suspendida. La trágica explosión de Cádiz hizo que la Corporación Municipal en la sesión del 20 de agosto, adoptase el acuerdo: “Que como consecuencia de la catástrofe de Cádiz se suspende por este año la Romería…y en sustitución de la misma…, saldrá una peregrinación, que partiendo de la Iglesia Parroquial, a las seis de la mañana llegará al Santuario de las Montañas, celebrándose a continuación solemne Misa y Te Deum en acción de gracias por la milagrosa protección dispensada por la Santísima Virgen a nuestros convecinos residentes en Cádiz, librándoles de la muerte”. El pueblo de Villamartín acogió este acuerdo con satisfacción y la romería como tal, no se celebró pero aquel día una magna peregrinación concentró al pueblo en la ermita. (Manuel Vidal).

 

Década de 1960. Hacia finales de esa década un considerable incendio, ocurrido ya al atardecer del día  de romería, durante el regreso, estuvo a punto de echar por tierra el estupendo día vivido por los romeros. Ocurrió en la ribera del arroyo del Callejón, en la pequeña garganta que forma su cauce, aguas arriba del puente donde se cruzan carretera antigua y el arroyo. Pudo apagarse a tiempo y evitó que se quemara el cerro Pajarete. Cierto año ardió alguno de los coches que se tuneaban para la romería, dictando el Ayuntamiento un bando prohibiendo estas prácticas y en general todo lo que llevara a la posible provocación de un incendio. (Villamartín Información, Año X, nº 215, 31-8-2005:3).

 

1989-1990. «La década de los noventa comenzó con una romería sin caballos, al igual que la de 1989, debido a la epidemia de peste equina. Los alcaldes de carretas de ambos años hicieron el camino a pie como unos romeros más, si bien con la responsabilidad que el cargo lleva aparejada». (Del libro La Virgen de las Montañas). Vemos la simpática iniciativa de algunos grupos para tener presente al caballo, el animal más romero. (Fot.: Manolo Miras).

 

Comitiva de la romería 2015 en el momento de abandonar la A-375 en dirección hacia El Sapillo ante el encharcamiento del tramo del camino que discurre por zona de barbecho. (Fot.: Pedro Sánchez Gil). Imagen de satélite del 7/09/2015 publicada en la cuenta de twitter de AEMET (SINOBAS). Se ven los desarrollos tormentosos de esa tarde afectando al interior de la provincia gaditana.

2015. Ese año se recogieron 35 l/m2 el día anterior y hubo que modificar el recorrido evitando el encharcamiento de un tramo de la cañada de Ubrique. La comitiva, una vez pasado el cruce de la nacional, siguió en dirección a la Cooperativa del Campo y antes de llegar torció a la derecha para enlazar nuevamente con la cañada a la altura del Zapillo.

 

Rosarios de la Aurora. Celebrados entre el 30 de agosto y el 7 de septiembre se han caracterizado por el gran recogimiento habitual en esta manifestación religiosa, pero especialmente este año por el orden, el distanciamiento requerido y las mascarillas. (La Ventana de Villamartín / Cándido Peña).

 

2020. Como ya he comentado en la introducción, las circunstancias que rodean a la pandemia de la Covid-19 han llevado a la Hermandad a plantearse una romería muy distinta. Se mantiene, con las correspondientes medidas preventivas, los santos rosarios de la aurora, el solemne novenario y los cultos en el nuevo santuario: misas de romeros con acreditación a las 8, 10 y 12. Por lo tanto son suspendidos todos los actos desde la misa de romeros en la madrugada del 8 en la parroquia, la salida y el traslado hasta la ermita del Simpecado (lo que llamamos «el camino» con todos sus actos puntuales y que muchos identifican con «la romería»), la procesión de la Virgen por el entorno de la ermita, el regreso de la comitiva y, por supuesto, todo ese mundillo previo del adorno de carretas y remolques. Como nos dice el hermano mayor Rafael Piña Jarava en su saluda «este 8 de septiembre se vivirá una Romería más intensa, pero, sin duda, llena de añoranzas».

 

Fuentes

· Archivos Municipales del Ayuntamiento de Villamartín.

· Servicio Meteorológico del Instituto Geográfico y Estadístico.

· Correo de Andalucía

· Revista Almajar

· Villamartín Información.

 

Bibliografía

· Vidal Jiménez M. Villamartín y la Virgen de las Montañas. Sentir mariano de un pueblo. Efemérides en torno a Villamartín. «La Romería y su entorno», Libro de Feria de 2001. Otras publicaciones del autor.

· Linares Rodríguez a. «Romería de las Montañas». Libro de Feria de 1996.

· Mesa Jarén A. «El tesoro de Pajarete». Libro de Feria de 1960.

· Los capítulos dedicados a «La Romería» de la trilogía Villamartín. Imágenes de un Siglo.

· Sánchez Gil P. (coord.). La Virgen de las Montañas. Conmemoración del XXV Aniversario de su Coronación Canónica.

· Romero Romero. «Anticlericalismo y alejamiento del culto católico en Villamartín durante la II República». Revista Almajar.

· Pangusión Cigales E. Sobre la propiedad de la ermita de las Montañas.

 

· Versión de esta entrada en PDF. «Enlace»

 

© del texto, Pedro Sánchez Gil, salvo entrecomillados y referenciados.

© de las imágenes, lo señalado en los pies de foto.

© de la publicación «Villamartín.Cádiz Blog de Pedro Sánchez».

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