sábado, 15 de agosto de 2020

Un ferrocarril en trance de desaparecer: Jerez-Villamartín-Almargen

 Interesante artículo publicado por la revista Mundo Gráfico el 20 de agosto de 1930, es decir, hace ahora (agosto de 2020) justamente 90 años. Como vemos por el título, se plantea, ya por entonces, los problemas que aquejaban al Ferrocarril de la Sierra (Jerez-Villamartín-Almargen), muy avanzado en su construcción y que como ya sabemos nunca se concluyó al completo su trazado, convirtiéndose parte de él en la Vía Verde de la Sierra. El artículo esta rubricado por F.R. que podría ser Fernando Risquet, que firma otro artículo en este mismo número sobre el violinista sevillano Luis Lérate. Este periodista acabará siendo redactor de El Correo de Andalucía. Reproduzco al completo el artículo, pero en vez de poner las fotos que incluye, inserto las originales, tomadas por el villamartinense Ramón de la Rosa Romero, cuyos negativos llegaron hasta mi gracias a Jesús Mozo Gutiérrez que supo rescatarlos en su momento. Completo el trabajo con los pies de foto tomados de mi artículo «El ferrocarril de la Sierra a su paso por Villamartín» del libro Villamartín. Imágenes de un Siglo III y la página 47 de la citada revista.

 

Pie de foto original: «La estación de Villamartín, en la línea férrea en construcción de Jerez a Almargen».

Ampliación: «Estación de Villamartín; varios ingenieros y técnicos posan ante su limpia y luminosa fachada de obra recién acabada. El fotógrafo (Ramón de la Rosa) se luce con una espectacular foto de la que pudo ser la estación de referencia de la Sierra, situada en el punto kilométrico 60. El edificio, de arquitectura simple pero recia, recuerda al estilo colonial y desarrolla tres plantas organizadas alrededor de una escalera central. Todo el conjunto está construido sobre un solar rectangular de 180 m2».

 

EL «IRREDENTISMO[1]» DE UNOS PUEBLOS QUE CARECEN DE COMUNICACIONES FERROVIARIAS

 «SIEMPRE se ha graduado la prosperidad de los pueblos por la facilidad de sus medios de comunicación. Es un axioma incontrovertible. A más asidua relación, a mayor contacto de los pueblos entre sí, más intensa es la corriente de progreso, generoso y fecundo, en cuanto a producir beneficios y bienandanzas. Porque no hay nada que estimule tanto el trato afectivo entre las gentes como el medio fácil de entenderse y relacionarse. Esto sugiere, lo mismo en la esfera privada que en la más amplia órbita de la relación pública, lo que pudiéramos denominar «vínculos comprensivos». Por eso, las comunicaciones, en la multiforme actividad de la vida moderna toda ella impregnada de afanes superadores de arriba a abajo y viceversa constituyen el vehículo primordial para abrir las nuevas rutas de progreso y prosperidad de los pueblos, intensificando sus relaciones afectivas y creando el nexo fraterno que haga posible la armónica convivencia de los anhelos espirituales y prácticos que emanan del sentir colectivo...

 »Hay pueblos «irredentos» en estas zonas de la Andalucía occidental que no pueden desarrollar ampliamente el riquísimo venero de sus actividades laboriosas ni las reservas copiosas de su vida esencialmente agrícola y ganadera, porque viven confinados, en aislamiento casi primitivo. Carecen de comunicaciones ferroviarias, y el tráfico que se hace por carretera, por tracción animal y mecánica, es tan escaso y poco asiduo que no supone siquiera una garantía estimable. Son los pueblos de la Sierra brava y audaz que enlaza amorosamente las provincias de Cádiz y Málaga; sierra cuajada de bellezas turísticas imponderables, porque la Naturaleza pródiga hasta la saciedad colmóla de paisajes maravillosos en su majestad y grandeza reciamente salvaje...

 

Sin pie de foto en el original. Ampliación: «Apenas a 300 m de la estación, vía arriba, se construyó este sólido paso superior, próximo a la pasada de Sevilla y de la cañada real de Sevilla a Ubrique, que aún permanece semienterrado y sin uso. Presenta estructura de arco de medio punto mixta (pilares y arco) de hormigón armado y sillares de piedra labrada para la contención del material de relleno. Debía actuar como acceso principal desde el pueblo a la estación por dicha pasada y vía de comunicación con el norte del término municipal».


»En tiempo de la Dictadura [de Primo de Rivera][2], después de luengos años de clamores inútiles, pareció como si la aspiración secular de este núcleo de pueblos «irredentos» que forman la cadena de Jerez, Arcos, Villamartín, Almargen y otros muchos, fuera a plasmarse en una espléndida realidad prometedora. Se concedió la construcción del ferrocarril Jerez-Villamartín-Almargen[3] vía de progreso que habría de horadar la entraña virgen de la Sierra indómita y la obra fue iniciada con la vehemencia de quienes pusieron en la tarea entusiasmos y fervores ilimitados, convencidos de la indiscutible utilidad de la nueva línea férrea como primer paso para la redención de unos pueblos que carecen de comunicaciones fáciles... »El júbilo trascendió del uno al otro confín de la zona «irredenta». ¿Por qué? Porque su problema de redención estaba en caminos de solución próxima al crear el ferrocarril que enlazase los afectos y los anhelos de esas poblaciones que con la nueva línea construida sentirían más cerca de sí la necesidad suprema de fundir su sentimiento fraterno en fecundas realidades para la vida y prosperidad comunes de toda la Sierra brava...

 

Pie de foto original: «Una de las trincheras próximas a la estación de Villamartín»

Ampliación: «Excelente aportación de nuestro fotógrafo, con detalles de los trabajos a pie de obra en la pronunciada ladera donde se realizan labores de refino en los taludes, consiguiendo un acabado más estético de los mismos. En la zona baja se observa el desnivel sin depurar todavía. Junto a los trabajadores, la vagoneta como elemento fundamental en el desalojo de los materiales sobrantes».

 

»Pero he aquí que, después de muchos meses de trabajo, la obra del ferrocarril se ha paralizado[4], cuando ya el esfuerzo manual y las iniciativas del capital habían colocado los jalones iniciales de la nueva vía de comunicación. ¿No es una burla sangrienta para esos pueblos aislados ver cómo sus anhelos de redención quedan de nuevo diferidos en la ruta que los llevaba hacia una meta victoriosa? Surgen otra vez en la zona serrana el agobio y la desesperanza, al contemplar cómo su aspiración secular háyase en trance de fracaso definitivo, y ya el clamor de los pueblos perjudicados se exterioriza en el malestar que como relámpago de indignación cruza sobre los picachos más altos y desafiadores de la Sierra, queriendo indagar la verdadera causa de la paralización de la obra que tantísimos provechos habría de reportará una dilatadísima zona industrial, agrícola y ganadera, que sí rica en esencia, está hoy empobrecida porque no tiene medios de comunicación fácil para desplazar a los mercados fronteros el fruto de sus riquezas y de sus actividades laboriosas...

 

»Bien está que el Poder Ejecutivo, en estos momentos de dificultad económica, trate de conseguir con el ritmo armónico de los servicios del Estado la ponderada austeridad en los gastos del Presupuesto; pero hay obras, como esta del ferrocarril Jerez-Villamartín-Almargen, que no deben diferirse porque son de esencial utilidad pública, y sin menoscabo de ese principio de austeridad, debe buscarse la fórmula que haga viable la realización del proyecto[5].

 

»Así se daría solución a un viejo problema de «irredentismo» que está enraizado al corazón de unos pueblos que viven precariamente, confinados en la estrechez de sus medios de comunicación, y que, siendo ricos por sus amplias reservas agrícolas y ganaderas, arrastran hoy día una miserable vida de esclavos. Y esto, en el propio corazón de la Andalucía occidental, es una tortura punzante que no debe prolongarse por más tiempo… (F. R. Posiblemente Fernando Risquet).

 

© del texto entrecomillado Fernando Risquet, Mundo Gráfico.

© de las ampliaciones de los pies de foto, Pedro Sánchez Gil / Villamartín. Imágenes de un Siglo.

© de las imágenes Ramón de la Rosa / Villamartín. Imágenes de un Siglo.

© de la publicación «Villamartín.Cádiz Blog dePedro Sánchez».



[1] El irredentismo es la actitud política que propugna la anexión de un territorio irredento a una nación a la que se considera que debe pertenecer, aunque aquí cabe una interpretación más flexible, refiriéndose al territorio que permanece sin redimir, es decir al que hay que rescatar o sacar de la esclavitud, en este caso del aislamiento.

[2] Septiembre de 1923-enero de 1930.

[3] Por Real Decreto-Ley de marzo de 1926, con el comienzo de las obras hacia agosto de ese mismo año.

[4] Esta paralización temporal pudo ocurrir tras la caída de Primo de Rivera e inicio de la llamada «Dictablanda» de Dámaso Berenguer, dentro del reinado de Alfonso XIII.

[5] La Segunda República intenta la reactivación de las obras en varias ocasiones con inyecciones de dinero (1932, 1933 y 1934) con poco éxito que no consiguen su finalización. La última es en 1935, que se procedió a la contratación de balasto y asiento de vía en la sección entre Jerez y Villamartín.

5 comentarios:

  1. Muy interesante.
    Buen trabajo Pedro.

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  2. Bien documentado como lo haces siempre Pedro. Enhorabuena!!!!!

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  3. Gracias por vuestros comentarios. Me gustaría saber quienes soy.

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  4. yo creo que el pueblo junto con su ayuntamiento i alcalde de verian
    retomar las riendas de aquel prollesto que un dia quedo a parcado en el olvido
    asin al gunas personas que no vieron eses sueño echo realidad a un pudieran verlo
    i viajar en un bonito tren desde villamartin a jerez ibuelta es solo un sueño pero a que seria guai icojonudo os imajinais no tener que coger el comec que lla no exite
    o los amarillos es mi comentario gracias pueblo

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  5. Saludos José. Es un bonito sueño, pero hoy día muy complicado de realizar, era un ferrocarril de vía estrecha que ya no se promocionan. Quizá apostar por convertir todo el trazado en Vía Verde y poder ir a Jerez en bicicleta sin el peligro de la carretera.

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