MARINES Y GUMIELES (Cuentos Andaluces–Blanca de los
Ríos)
Donde aparece un soldado de Villamartín en la guerra
de Cuba
En mis búsquedas y rastreos habituales por internet examinando
combinaciones de palabras, tuve una coincidencia en: «Guerra de Cuba» y
«Villamartín». Ello me llevó a localizar la fuente donde se conjugaban estas concurrencias,
hecho que ocurría en un libro titulado Cuentos
Andaluces y más concretamente en el relato titulado «Marines y Gumieles».
La autora, Blanca de los Ríos, sevillana, nos queda con la duda de la verosimilitud de los hechos que nos
relata: «Buena prueba de ello es el
cuento que voy a referir, que en Dios y en mi ánima, tiene más de sucedido que
de inventado».
Su lectura me encandiló inmediatamente, y más por estar centrado en
Benaocaz, nuestra cercana localidad serrana. Así introduce Blanca de los Ríos
el cuento: «Cerca de la sierra del Pinar,
uno de los brazos que la serranía de Ronda mete por la provincia de Cádiz,
asiéntase, entre pedregales y trigos, la villa de Benaocaz, donde todavía
dominan los árabes. El nombre del lugar, el tipo de las gentes, la raza de los
caballos, la disposición de las casas, los usos, trajes, fiestas, serenatas y
cantares, y sobre todo los odios y las venganzas, son allí tan morunos y
africanos como antes de la Reconquista». (El Benaocaz del ayer-Grupo de Facebook Fotos antiguas de Benaocaz).
En una casa parecida a esta de Benaocaz (posiblemente más lujosa y
monumental) pudieran vivir los Gumieles y en otra similar los Marines: «Eran los Gumieles de cepa hidalga, arraigada desde
luengos siglos al riñón de la Sierra, aunque sus antagonistas los daban por
moriscos descendientes de los Gomeles granadinos[1].
Procedían los Marines de la costa malagueña, y sus adversarios los diputaban
redondamente por gitanos y aun les regalaban de añadidura algunas gotas de
sangre judía». (El Benaocaz del ayer-Grupo de Facebook Fotos
antiguas de Benaocaz).
La historia de estas familias protagonistas, cargada de ironía, de
crudeza y de enemistad entre estas dos sagas benaocaceñas, se desarrolla
durante la guerra de Cuba (1895–1898): «El cómo empezó la enemistad y el cómo se fueron
afiliando poco a poco todos los benaocaceños en el uno o en el otro bando,
hasta dividirse la villa entera en los dos opuestos y encarnizados de Gumieles
y Marines, punto es que, por arduo y nebuloso, abandono al abierto de más feliz
o pacienzudo cronista: básteme consignar que el torrente de aquellos enconos
venía de lejos y arrastraba ya mucho fango y mucha sangre». (Benaocaz,
años sesenta. El toro de cuerda, una tradición ancestral. Fotografía gentileza
de José del Canto García, tomada del blog Aznalmara).
Nuestro paisano de Villamartín, sin apenas protagonismo, aparece con
total brusquedad en el capítulo IV. No sabemos su nombre, solo que era sobrino
del Sr. Lucas (de la familia de los Marines) y primo de Andrés (otro Marín),
ambos estaban sufriendo la severidad de la guerra de Cuba en el mismo
regimiento. (La guerra de Cuba. La
Esfera. SER Historias).
Pero no contemos más y dejemos al lector que disfrute de este cuento
para adultos, no sin antes presentar a la autora del libro. Blanca de los Ríos y
Nostench (firmaba con segundo apellido Lampérez por su marido) nació en 1859 en
Sevilla, ocurriendo su fallecimiento en Madrid, ya en 1956. Su nacimiento en el
seno de una familia culta le reportó una amplia formación, como señala Consuelo
Flecha (2000) en la biografía que realizó de esta autora: «Rodeada de un ambiente familiar de escritores, políticos, artistas y
médicos, su educación se benefició de la riqueza de estímulos y de
posibilidades que ese contexto cultural le iba proporcionando». El cuento
«Marines y Gumieles» está integrado dentro de la colección La Rondeña. Cuentos Andaluces, por ser aquel el primero de la
serie. (Fot. Mundo Gráfico).
Enlace para lectura, transcrito por J.L. Sánchez, maese Algodonales. «PDF»
© de las imágenes, lo señalado en el pie de foto.
© del texto, salvo entrecomillados, Pedro Sánchez Gil.
[1]
Posiblemente se refiera Blanca de los Ríos a un linaje del Reino de Granada en
la época nazarí, algunos de ellos «caballeros valerosos y capitanes de guerra
en batallas contra los cristianos y en sus propias guerras civiles». Del libro Guerras Civiles de Granada.
Buen trabajo Pedro. Una reseña muy bien escrita, ilustrada con unas fotografías que son una joya. Enhorabuena. JLuis Sánchez.
ResponderEliminarGracias José Luis, también por tu aportación a este trabajo.
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