REVISTA CÁDIZ GRÁFICO /
NÚMERO 68 / SEPTIEMBRE 1969
Artículo sin firma
publicado en la popular revista Cádiz
Gráfico, de ediciones Neila y dirigida por Francisco Rodríguez Plaza. Le
dedica a Villamartín dos páginas completas, una primera parte centrada en la
Feria y la segunda de carácter general sobre la localidad. Transcribimos
literalmente el artículo, acompañándolo de las imágenes y publicidad local de
la revista por su interés al ofrecer la visión de una revista gráfica
provincial en un periodo alejado ya casi cincuenta años. La revista era
distribuida por Manuel Fraile, Toribio.
(Ejemplar original cedido de su colección por José Palma Gutiérrez).
«Del 20 al 24 de
septiembre tiene lugar la Feria villamartinense de San Mateo. Una feria sonada
en toda la comarca. Por su importancia, por su empaque campero, porque tiene
aditamentos sobrados para que en ella se divierta uno de veras.
»Alumbrado extra lo
tienen la plaza de José Antonio, el Real y las calles principales. Todos los
días hay conciertos populares de música en la Plaza, amén de dianas y mercado
ganadero, que aquí no podía faltar, si bien se halle capitidisminuido en los tiempos presentes, dada la mecanización. Y
desfile de parejas típicas de caballistas y coches enjaezados a la andaluza.
»En Villamartín no falta
nunca en esta ocasión, sus grandes espectáculos taurinos, que tienen verdadera
solera como si se tratara de las fiestas mateas de Valladolid o Logroño, que
también las celebran por esta época. Y carrera ciclista, y partidos de fútbol.
Cines, teatros, competiciones deportivas y demás atracciones, figuran también
en el cartel festero.
»La grey menuda se
solaza con sus cucañas, carreras de sacos y demás. Si le agradan las peleas de
gallos también las hay. Y concursos de baile, fuegos artificiales y un sinfín
de cosas más, que, como ven, componen en conjunto un programa como para que no
se diga que en Villamartín no tienen sus fiestas mateas el más grande
fundamento.
………………………………….
»Año tras año,
Villamartín va sonando cada vez más en nuestra revista. Que no en balde
Villamartín es uno de los pueblos más grande de la provincia, y también uno de
los más prometedores. Situado estratégicamente en un punto básico en que
convergen los caminos a Sevilla, Málaga y Jerez-Cádiz, en una zona campera
extensísima, a caballo entre la campiña y la serranía, ve su presente y su
porvenir con amplios horizontes, lógicamente planteados; de una parte, por su
excelente geopolítica; de otra, por la economía a que está llamada toda esta
vasta área provincial.
»Falta le hace a
Villamartín el agua; agua a raudales para su campo. Que con ella, la
experiencia y ánimo de estos veteranos agricultores, se convertirá rápidamente
en un vergel. Y el agua la tiene cerca, a un paso en el pantano de Bornos, que
se escapan hacia abajo.
»Las sedientas tierras
villamartinenses, tan pródigas en cosechas de secano, sólo aguardan la
fecundidad del agua asegurada. Cuando llegue, que ojalá sea pronto, Villamartín
y su zona verán multiplicada su riqueza docenas de veces.
»Todo esto lo sabe
Villamartín desde hace mucho. Y aguarda y aguarda cachazudamente, con la
paciencia y perseverancia que sólo el campo sabe dar. Cuando el secano deje
paso al regadío, los tiempos serán más felices y pródigos.
»Villamartín no se
duerme, se prepara. Así, en lugar de dejar definitivamente sus lares, de un
absentismo progresista, sus moradores afinan el espíritu y acrecientan su
esperanza. Por eso, Villamartín, sin industrias, sólo con su campo y su fe, en
lugar de disminuirse, de decaer, vienen acrecentando su perímetro urbano con
nuevas casas y calles que son como la más firme demostración de que el pueblo
cree en un mañana inmediato. Las casas modestas, sí, pero limpias y alegres, de
iniciativa privada fundamentalmente. Ya hay dos barrios nuevos en el pueblo.
»En éste [Villamartín]
sigue siendo un problema, además de la falta de agua, la vivienda, la escuela y
el paro. Se construyen viviendas de renta barata, se crean escuelas, se ataca
la endémica falta de trabajo a temporadas: pero habrá que seguir en la brecha
hasta que se pueda decir “ya está todo resuelto”.
»El municipio, que rige
don Tomás Barea Romero, hace cuánto puede por mejorar el pueblo y darle cuanto
precisa de cara a la realidad presente. Las calles, en general, ofrecen
inmejorable aspecto; a la entrada hay ya un magnífico parque que embellece
grandemente al pueblo.
»El entubamiento de las
aguas residuales y una piscina pública serán otras tantas obras que dejarán una
impronta excelente y elevada. Últimamente, Villamartín, con su hermoso edificio
del ambulatorio del Seguro Obligatorio de Enfermedad, atendiendo a diecinueve
pueblos de toda la comarca serrana, es eje diario de importante actividad.
»Según el lector puede apreciar
y entender, nuestro Villamartín es un pueblo con fuste y fundamento en la
panorámica actual, con perspectiva brillante para el futuro.
»Hemos visto que le
faltan cosas, que le llegarán, desde luego. Pero, para asentar su porvenir,
esos inmensos campos de Villamartín precisan agua abundantísima, agua
fertilizadora, por supuesto. ¡Con estas tierras, con estos hombres, con este
clima, que formidable inversión!»
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