Biografía extraída y adaptada del libro Villamartín.
Imágenes de un Siglo III
Francisco nació un 10 de diciembre de 1928 en Villamartín,
siendo el penúltimo de los seis hijos de Ana Ruiz Román y Juan Naranjo
Espinosa. De niño empezó a trabajar en la panadería de Cristóbal, que después
perteneció al Montellanero. Su paga diaria en una y otra empresa era de una
pieza de pan de un kilo, que él aportaba puntualmente a la economía familiar.
Así hasta que se incorporó a filas en Ronda, donde cambió destino con otro mozo
al que habían mandado a Mallorca. Francisco se va encantado a la capital
balear, donde permanecerá once años, los tres de la mili y ocho más trabajando
en una fábrica de cerraduras.
De vuelta a Villamartín, y tras unos meses emigrado
en Francia, contrae matrimonio con Antonia Mateos Pérez. Será su suegra (la
conocidísima Nati la Fotógrafa) quien le ponga en el disparadero
profesional al entregarle una cámara de fotos, una «bicicleta camella» y un
escueto bagaje de conocimientos básicos para empezar su trabajo. No obstante,
de quien más aprendió fue de su propia esposa, fotógrafa de estudio de varias
generaciones. Comenzó a recorrer los campos, atendiendo la demanda de fotos de
carné de familia numerosa o de identidad, necesarios en la época para acceder a
diversas prestaciones, así como todo tipo de reportajes, fotos familiares,
faenas agrícolas y acontecimientos cotidianos. Mientras, en Villamartín cubría
bodas, bautizos, comuniones, y las fotos de estudio realizadas en el saloncito
de su casa, con focos en cada rincón.
Por aquella época abrió un estudio en Puerto
Serrano, siendo el único fotógrafo de esta localidad durante treinta años. A él
se dedicó preferentemente, mientras su esposa atendía el de Villamartín. En
1990 cerró aquel y pocos años después, al llegar su jubilación, el que mantenía
en su pueblo en la calle Guadalete.
Es en estos años cuando se dedica especialmente a su
hijo Carlos, al que sacaba a pasear diariamente por los alrededores de su
domicilio, especialmente por la cercana y tranquila barriada Cerro Clemente,
hasta el fallecimiento del joven. Aquejado de achaques relacionados con la
ancianidad y su larga longevidad, se va refugiando en casa y si acaso sale de
vez en cuando al Centro de Día. Agotada su vida, falleció en agosto de 2018,
con casi 90 años.
Hay cientos de fotografías de paisajes del pueblo y
alrededores repartidas por la localidad, y miles de retratos y miniaturas tipo
carné pegadas en todo tipo de documentos. Presentamos una selección como
muestra de su buen hacer.
(Foto 1. Francisco buscando el encuadre
oportuno. Foto 2. En su etapa de fotógrafo rural. Foto 3.
Naranjo estudia detenidamente los elementos de la composición fotográfica en
esta vieja imagen, los coloca adecuadamente y busca el reflejo del espejo para
obtener su propia imagen en un segundo plano respecto a la de su hijo Carlos.
Con cierta libertad, podríamos considerarla un selfi de los años setenta
del siglo xx).
4. Postal coloreada desde la torre de la
parroquia. Hacia 1970. Imagen llena de detalles que preferimos sean
descubiertos por el lector de este artículo.
5. Ya en plena madurez, concretamente el 8 de
noviembre de 1968, el Sindicato Nacional del Papel y Artes Gráficas le
reconoció el derecho a la titulación que le habilitaba para el ejercicio
profesional de empresas fotográficas. Destaquemos la enigmática frase que contiene
la credencial: «Se suplica de las autoridades el máximo apoyo al titular de
este Carnet».
6. La Casa de la Cultura, inaugurada en 1968,
se convirtió en un abierto mirador desde el que se obtenían agradables vistas
del pueblo, con la avenida Jiménez Maza y sus jardines aledaños en primer
plano. Son años de enorme auge en la construcción de bloques de pisos, tanto de
iniciativa privada como pública, en la ladera que baja desde los postigos de la
calle del Santo y continúa, después de la Avenida, hacia el olivar de Raspa. En
esta postal de 1975 vemos nuestra calle principal plenamente consolidada.
7. Los fotógrafos de estas décadas de los 50
y 60 debían compaginar el trabajo de estudio (generalmente ayudados por sus
esposas) con el de calle. Eran llamados para perpetuar los acontecimientos
celebrados en las casas particulares, o bien para cubrir cualquier tipo de
festejo. En esta ocasión, Naranjo lo hace acudiendo a la cafetería Montegloria,
junto a la gasolinera de Antonio Espinosa Vera, donde le espera al completo la
plantilla de este establecimiento, evidentemente preparados para el momento.
Aparecen: Juan Garrido Delgado, Manolo Benítez, Curro Rivera, Vicente, Juan
Jarén, un cocinero no identificado y Curro Rivera Perea. Hacia 1971. Col.
Antonio Jarén Domínguez.
8. Francisco Naranjo mantuvo una estrecha
relación laboral con la U. D. Villamartín. Durante bastantes años fue una
suerte de fotógrafo oficial, tanto en el campo de fútbol como en la realización
de las fotos de los jugadores para las licencias federativas. 1982.
9. Varios amigos reunidos en el bar Casa Juan
Antonio, situado en El Tacón. En ella vemos a: Naranjo, nuestro fotógrafo; Pepe
Benítez; José Luna y Juan Guerrero, peluqueros llamados popularmente el Gordo y
el Menúo; por último, José Barrera. Junto a los bares El Tacón y Andaluz daban
a este cruce de caminos gran popularidad y bullicio. Lugar regentado por la
familia Rodríguez que acogió, entre otros negocios, El Botticelli. 1967.
10. Foto tomada hacia 1955
de familiares y amigos de Jerónimo González Gutiérrez en las cercanías del
cortijo Puertollano, allí donde se encuentran los términos municipales de Bornos,
Espera y Villamartín. Obsérvese el antiquísimo horno.
11. Aspecto que presentaba
la Plaza el 1 de septiembre de 1985, cuando la Virgen de las Montañas es
llevada en procesión tras su coronación.
12. Comitiva de romeros en
los llanos de La Mata, cuando las carretas y los caminantes usaban la carretera
para hacer el camino. Col. Antonio Linares Rodríguez.
13. Manuel Fraile, Toribio,
nos cedió en su momento esta foto de la Plaza tomada desde la puerta del bar
Parada. Naranjo supo captar la imagen soleada y mañanera en la que todo es
armonía; la palmera enana, la fuente y la segunda palmera, alineadas y
escalonadas, nos ayudan a obtener mejor perspectiva y profundidad de la imagen.
En un vehículo de minusválido, Juan Ramón Barea, Flacamaca, propietario de un
quiosco en la puerta del ayuntamiento y posteriormente vendedor de la ONCE.
14. Naranjo participa
durante varios años cubriendo la parte gráfica del Libro de Feria (1965, 1966, 1967…)
y los acontecimientos locales, como esta visita del gobernador civil Santiago
Guillén, rodeado de autoridades provinciales y locales. 1966.
Versión de esta entrada en PDF. Enlace
© del texto y las imágenes tomadas del libro Villamartín.
Imágenes de un Siglo III, capítulo «Los fotógrafos del siglo». Ayuntamiento
de Villamartín, 2016. Fotografías del autor, cedidas por su hijo Moisés Naranjo
y otros citados.
© de la presente publicación «Villamartín.Cádiz
Blog de Pedro Sánchez».
Antonio Mena nos amplía con este comentario la biografía de Francisco Naranjo. «También fue empresario hostelero, abrió un bar de copas por el año 1986 que sus dos hijos, Mauricio y mi amigo Moisés, se encargaron de llevarlo con gran afluencia de clientes, para mí el templo musical de Villamartín por el gran contenido de LP’s de vinilo. Se trataba del Bar Tropical Express, situado en la calle Lugo.
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