Por Manuel Vidal
Jiménez
A primeros de
octubre de 1896 se celebró en la Villamartín una misión dirigida por los
franciscanos del convento de Regla, fray Miguel Berazaluce y fray Pío Mendata,
quienes conociendo la preocupación que por la enseñanza tenía el Ayuntamiento
de Villamartín, que presidía el farmacéutico don Joaquín Carredano Gutiérrez,
le manifestó a éste la excelente labor que en el aspecto de la enseñanza venía
realizando la Asociación de las Hijas de la Divina Pastora, fundada por el
Padre Miguez el 5 de noviembre de 1884, y que en 1885 habían abierto una casa
en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), en la que, bajo la dirección de la maestra
Ángeles González, al margen de su fin principal cual era la santificación de
sus miembros, así como del cumplimiento de las constituciones aprobadas por el
cardenal Ceferino González en 1889, tenían como fin secundario la enseñanza
gratuita de niñas pobres en aquellos lugares donde el Instituto contara con
medios de subsistencia y donde no, la enseñanza gratuita de las pobres y la
parcialmente retribuida de párvulos, jóvenes, mujeres adultas, externas o
colegialas ricas, así como también que desde 1891 era su director el arcipreste
de Sanlúcar don Francisco Rubio Contreras.
Esta información
hizo que en la sesión celebrada por el Ayuntamiento de la villa el 2 de febrero
de 1898, el Presidente de la Corporación, expusiera detalladamente la idea, que
tras ser debatida por los concurrentes, fue aprobada por unanimidad,
acordándose hacer las gestiones oportunas para conseguir el establecimiento en
esta villa de un colegio de niñas a cargo de la citada institución, a quien la
corporación municipal subvencionaría con la cantidad de quinientas pesetas
anuales.
El 3 de marzo el
Ayuntamiento trasladó este acuerdo al Arzobispado de Sevilla, a través del
certificado expedido por el secretario del Ayuntamiento, don Rafael Álvarez de
Sotomayor y Valera, con el visto bueno del alcalde don Joaquín Carredano,
registrado con el nº 197, esperando la valiosa ayuda del por entonces
secretario de cámara don Juan M. Álvarez Troya, hijo de Villamartín y persona
muy influyente en la diócesis.
La idea se
comunicó también a las Hermanas de la Divina Pastora, quienes se mostraron muy
gozosas ya que poco antes habían manifestado al Arzobispado su interés de abrir
casa en otras poblaciones. Un gozo que no fue compartido por el párroco de
Villamartín don Rafael Segovia, quien al recibir la noticia tan bien guardada
por las autoridades de la villa, que querían darle la gran sorpresa, se mostró
molesto por haber realizado las gestiones sin contar con él y sin su
consentimiento, y aun reconociendo que dicha gestión era buena para el pueblo,
manifestó que de haberle consultado habría dicho que no era el momento oportuno
por cuanto al no existir la posibilidad de que estas religiosas pudieran contar
con capilla propia donde poder celebrar misa y recibir los santos sacramentos,
tendrían que desplazarse diariamente a la iglesia de las monjas de la Purísima
Concepción, por ser la más próxima al lugar donde iban a instalarse en la calle
Botica.
El 2 de abril la
Secretaría de Cámara y Gobierno del Arzobispado se dirigió al Arcipreste de Sanlúcar
don Francisco Rubio Contreras adjuntándole la solicitud formulada por la superiora
de la comunidad, quien tampoco se mostró muy gozoso por cuanto supo que las
autoridades de Villamartín deseaban que «una de las hermanas que fueran a
fundar poseyera el título de maestra, porque pensaban nombrarla titular de la
población», lo que como director del Instituto no podía permitir ya que ello «traería
tras de sí la inspección del personal de la Escuela Normal, con imposición de
libros de texto y reglamentos del centro», lo que comunicó al Arzobispado
añadiendo que «la superiora de la comunidad debía ser de alguna edad y varios
años de religión» para contrarrestar el hecho de que algunas de ellas eran
muchachas jóvenes apenas formadas en la vida religiosa.
Con esta
autorización quedaba abierto el camino para que esta comunidad de religiosas
abriera casa en Villamartín en noviembre de 1898 en la calle Ruiz Cabal, actual
Botica, en el lugar donde hoy se ubica la farmacia de Calvente, emplazamiento
citado reiteradamente por la tradición oral.
No le fue bien a
la Institución en la villa. El hecho de que se tratara de una escuela privada y
la existencia de varias migas, debió dificultar la demanda de matrículas, con
los consiguientes problemas para sostenerse, lo que les obligó a ejercer otras
tareas para poder subsistir.
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Conde de Romanones |
Es muy posible también que se vieran afectadas por
las reformas de la enseñanza propiciadas por el conde de Romanones a comienzos
del siglo, lo que unido a que carecían también de dependencias para las
religiosas, de capilla y a que las clases no reunían las debidas condiciones,
todo ello hizo que la situación se hiciera insostenible y al terminar el curso,
en 1904, decidieron su marcha, hecho que la tradición oral sitúa en el mes de
julio de 1904.
Se perdió con
ello una Institución que pudo influir mucho en la sociedad de su tiempo a
través de la formación de la mujer. Años más tarde, el párroco don Manuel
García las recordaba, cuando en junio de 1926 escribía a D. Antonio Loran,
canónigo visitador de Conventos y Beaterios, en su deseo de contar en la
localidad con una comunidad de religiosas dedicadas a la enseñanza, de las que
carecía la población «desde la marcha de las Hijas de la Divina Pastora más que
por otra cosa, por falta de local». Pretendía que se le cediera el convento que
días antes, el 24 de mayo, habían dejado las monjas de la Purísima Concepción,
para ubicar en él una nueva comunidad. Estos deseos no culminarían hasta 1953,
año en el que las hermanas de Jesús Nazareno abrían un colegio en local anexo
al Hospital de Santa Isabel y el 29 de noviembre de 1965 lo harían las Hermanas
de la Doctrina Cristiana en el Molinillo, que venían a velar por la infancia
desvalida y abandonada, reorientando su destino a través de una formación
integral con la que asegurar la presencia activa de la mujer en la sociedad.
©del texto, Manuel Vidal Jiménez
©de la publicación, «Villamartín.Cádiz Blog de Pedro
Sánchez»
©de las imágenes: Villamartín. Imágenes de un Siglo,
Curiosidades de Sanlúcar, Manuel Vidal Jiménez, Wikipedia, Instituto Calasancio
Hijas de la Divina Pastora.
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