En julio de 1916 se produjo un
acto en Villamartín con el fin de impulsar la construcción de un grupo escolar
de 1.ª enseñanza, muy necesario en la localidad. Al mismo acudió invitado el
director de El Noticiero de la Sierra,
Ángel Romero Ruescas, quien narró con todo lujo de detalles dicho acto en el
periódico del 30 de julio. Una auténtica crónica social de la época en la que
se describe el progreso de Villamartín, las condiciones de sus escuelas, el
trabajo de los maestros locales y las tendencias pedagógicas del momento,
finalizando con una corrida de toros. A pesar de su longitud, que he transcrito
para facilitar la lectura, no tiene desperdicio alguno. Además encontramos una
breve descripción del teatro de la época. Aunque en el artículo no aparecen
imágenes, Pedro Sánchez ha realizado una selección de fotografías de la época
de los libros de Imágenes de un Siglo, al que hemos añadido la del director del
Semanario pradense.
Juan Jesús Portillo Ramos
«Cuando empezaba Febo, desde
sus balcones de oriente a esparcir las doradas hebras de su luz, el auto corría
vertiginosamente por entre las dos hermosas hileras de Eucaliptos que a ambos
lados de la carretera de Villamartín, gritan al viajero anunciándole la
fecundidad de su suelo y la grandeza de su población.
»Una alta chimenea, símbolo de
la industria y del progreso, con interminable columna de humo, decía a nuestros
ojos: Villamartín empieza a dejar de ser un pueblo rústico, aquí donde sólo se
oyó el esquilón del ganado, el balar de la oveja y la canción del gañán tras de
sus yuntas y bueyes, ya se percibe el eco de la bocina del automóvil, supremo
adelanto que acorta las distancias; el engranaje de mecánicas ruedas de
fábricas industriales que elaboran productos útiles, necesarios y primordiales
para la vida del hombre.
»Llegamos a Villamartín y vimos
sus calles amplias, bien arregladas, sus casitas blancas, su hermoso paseo
público y su excelente plaza constitucional perfectamente reparada y con un magnífico
alumbrado eléctrico en la principal de sus calles, potentes focos de 200 bujías
le dan el aspecto de capital. Y todo esto es debido al generoso y plausible
proceder de su primera autoridad, de su entusiasta Alcalde que no desperdicia
medio y ocasión de embellecer a la población y prodigar todos sus cuidados y
atenciones, aunque espíritus egoístas pretendan desvirtuar la labor fecunda y
encomiástica del Sr. Pangusión.
»No cerraremos este prefacio,
sin antes tributar también unas frases para otro hijo de Villamartín, entusiasta,
patriota, filántropo, intrépido e inteligentísimo industrial a D. Francisco
Romero Morales. Al iniciarse una idea que sea para el bien común de
Villamartín, le veréis formar cabeza, con su voluntad, con su dinero y con su
consejo. Él ha cedido 2000 bujías de alumbrado diario gratuitamente a
Villamartín, debido a indicaciones y gestiones de D. Matías Pangusión,
laborioso Alcalde que sólo por y en bien de la administración municipal de
Villamartín trabaja. Él ha cedido el solar para la construcción de UN GRUPO
ESCOLAR, de lo que será el símbolo de la grandeza de Villamartín, de donde
saldrá el grito de la ciencia, de su poderío y riqueza, en lo porvenir y una
cantidad respetable de dinero que ponen su nombre en el solio que le pertenece.
»Invitados por un muy querido
amigo nuestro a pasar los días de fiesta de la Patrona y por el Sr. Presidente
de la Junta Local a la continuación de la sesión que dicha Junta, en unión del
Sr. Inspector de 1ª enseñanza de la provincia, dejaran aplazada el 11 del pasado
mes, sobre la idea de crear un grupo escolar, con el mayor gusto asistimos a
todos los actos oficiales, de cuyas inmerecidas atenciones hacemos público
testimonio de gratitud.
ACTO RELIGIOSO
»Asisten al acto religioso el
Ayuntamiento, Sr. Inspector de 1ª enseñanza, fuerza de la Guardia Civil de
gala, invitados, etc.
EL SERMÓN
»Estuvo a cargo de D. Francisco
Núñez, cura párroco de Villamartín. Con elocuente y fácil palabra este
sacerdote habló próximamente una hora de la patrona Sta. Ana; en párrafos brillantísimos
analizó la palabra civilización aplicada a los pueblos y naciones; expresó un
alto concepto de la instrucción del niño y con filosófica elocuencia elevó su
pensamiento a biografiar a la Santa, a describir la tendencia del corazón
humano; el bien y el mal que puede producir según la acertada o errónea
dirección que se le dé. Puso como ejemplo el escalofrío universal que sentimos
por la gran hecatombe que tan perturbada trae la vida de las naciones, y
llamando a las puertas del corazón de las madres, terminó indicando lo grande y
trascendental que era la instrucción y educación del hombre.
LUNCH
»Terminado el acto religioso,
el Sr. Alcalde D. Matías Pangusión dio un lunch en el Ayuntamiento a los
invitados, asistiendo el Ilmo. Sr. D. Jerónimo Armario, canónigo de Sevilla; D.
Julio Guzmán, Arcipreste de Arcos; D. Francisco Muñoz, Cura Párroco; D. Ruperto
Escobar, Inspector de la 1ª enseñanza; Sta. D.ª Joaquina del Campo Augueira,
inspectora de la provincia; D. Francisco Romero Morales, propietario y Abogado;
D. Francisco Romero Martel, Presbítero; D. Juan Bautista Jarén, Maestro; D.
Antonio Sánchez Santos, Habilitado de los Maestros; D. Juan Santomayor, Maestro
nacional de Grazalema; D. J. Antonio Domínguez, Concejal; D. Francisco López,
Coadjutor; D. Antonio Pangusión, Cura de Espera; D. José Íñigo, Concejal; D.
Manuel Vidal, Concejal; D. Juan de los Ríos, Secretario de Ayuntamiento; D.
Ricardo López, Médico titular; D. Jacinto Álvarez, Médico; D. Juan Ramos, D.
Antonio Íñigo; Sta. Rita Hernández, Maestra Nacional; D. Teodoro Saavedra,
director de El Heraldo de Cádiz y
Maestro Nacional; D. Manuel Macías, empleado; D. José Romero Martel, Banquero; D.
José Íñigo Mateo, D.ª María del Carmen Pizorno, Vda. de Hernández; D. Juan de
Troya, propietario; D. Juan Tinajero, D. Fernando Romero Martel, D. Luís Ruiz
Trujillo, D. Manuel Jiménez, D. Bartolomé Cervantes, D. Francisco Romero
Jiménez Pajarero, D. Francisco Gil Álvarez, D. Fermín Carrillo de Albornoz, D.
Pedro Sánchez Orellana y algunas otras personas cuyos nombres no recordamos,
pidiendo mil perdones por las omisiones que pudieran resultar
involuntariamente.
»Terminado el acto la Junta Local
y demás acompañamiento se trasladó al TEATRO. Este hallábase poéticamente
adornado con macetas y flores y elegantes alfombras. El local estaba casi lleno
de lo más distinguido y selecto de Villamartín, pudiendo ver entre otras
numerosas personas a D.ª Jerónima de Jarava, Vda. de Frutoso; D.ª María
Pacheco, D.ª Isabel Peña, D.ª Carmen Gutiérrez, D.ª Brígida Girón, D.ª Luisa
Trujillo y D.ª Nieves González y las bellas y encantadoras Stas. Práxedes Mesa
Romero, Fabiana y Mª Luisa Íñigo, Ana Núñez, Isabel Muñoz, Isabel Regordán,
Amalia y Leonor Jareño, sintiendo no saber los nombres de otras muchas.
»Empieza el acto. Ocupa la
presidencia D. Ruperto Escobar, Inspector Jefe provincial de 1ª enseñanza que
ostenta la representación del Excmo. Sr. Gobernador Civil de la provincia
hallándose la Junta Local, el Sr. Canónigo D. Jerónimo Armario, D. julio
Guzmán, Arcipreste; la Sta. Inspectora, D.ª Joaquina del Campo y una comisión
de jóvenes entusiastas por la construcción del grupo escolar, dirigida por el
ilustrado Maestro Nacional D. Ildefonso Jiménez.
»Como representantes de la
prensa ocupaban sus respectivos sitios, D. Teodoro Saavedra, Director de El Heraldo de Cádiz y meritísimo Maestro
Nacional de aquellas escuelas y D. Ángel Romero Ruescas, Director de El Noticiero de la Sierra.
»El local estaba ocupado
totalmente por el público que ha visto con entusiasmo la idea explanada por la Junta
Local de 1ª enseñanza y el Inspector, en la sesión del 11 de junio último.
»Al hacer uso de la palabra D.
Ruperto Escobar, una salva de aplausos acoge su presencia.
»Saluda cariñosa y cortésmente
a la concurrencia y con su voz cálida y acento dulce explica el objeto que
tiene aquella reunión. Manifiesta que en la sesión última que celebró en el mes
de junio la Junta Local, cuando vino a girar visita en las Escuelas de
Villamartín, vio con gran pena el estado de los locales escuelas, donde concurrían
los numerosos niños que formarían la sociedad del mañana; locales que no
reunían condiciones higiénicas ni pedagógicas, que era un grave daño el que se
estaba cometiendo al consentir que allí estuvieran encerrados profesores y
niños, que Villamartín debía levantar un grupo escolar, etc. La Junta acogió
con agrado estas manifestaciones y prometió convocar a la opinión pública, a
las fuerzas vivas de la localidad para que en suscripción, abierta al efecto,
contribuyeran el rico y el pobre, el sabio y el ignorante; todos en general y
Villamartín tuviera escuelas debidas a la voluntad popular de sus buenos hijos.
»Así se hizo, aplazando aquella
sesión, que se reanuda en este momento, al que han dado publicidad y
contribuido con sus propagandas estos entusiastas jóvenes y explicado el objeto
y fin de la misma, concede la palabra al Sr. Carredano. »Este joven, futuro
Abogado, con energía y la emoción propia del acto grande que se celebra, saluda
a las autoridades, a las Sras., Stas. y a sus paisanos, haciendo presentación
de los oradores que habían de tomar parte en las conferencias de pedagogía
social, anunciados en sus invitaciones, y representados de la prensa (omitiendo
el de nuestra humilde publicación). Después de encomiar las palabras del Sr.
Inspector, de aquilatar el valor que tiene la obra de la educación infantil,
tributa un saludo efusivo, cariñoso, como nacido de un alma hirviente de amor a
la mujer.
»Trata en su discurso de las
distintas evoluciones y periodos porque este ha pasado para llegar a la
dignificación social que hoy disfruta: habló del periodo Romano, de la
esclavitud, que era objeto hasta que el cristianismo la redimió, considerándola
como compañera y entidad social y no como instrumento de torpes ambiciones y
como esclava y sierva. (Fue muy aplaudido.)
»Se le concede la palabra al
Señor Saavedra, Director de El Heraldo de
Cádiz; saluda cortés y firmemente a las autoridades y espectadores, y con
la tranquilidad del gran orador, del que posee a fondo la idea que ha de
desarrollar, habla el Sr. Saavedra de la Escuela Graduada. Hace el Sr. Saavedra
verdadera apología de lo que son las escuelas unitarias españolas, la decepción
que reciben los extranjeros al saber en la forma que en tales Escuelas se
desenvuelve la educación e instrucción del niño, y dice que todos los
pensadores convienen hoy que de los estudios pedagógicos dependen
principalmente el progreso y el bienestar de los pueblos, de tal modo que no
hay hombre de ciencia que no ponga su atención y se preocupe detenidamente de las
leyes que rigen el desenvolvimiento de las actividades humanas, trate de
adquirir los procedimientos que pueden facilitar la cultura del hombre,
considerado como individuo o como raza.
»Dice el Sr. Saavedra que a
nuestros pueblos les hace falta adquirir el sentido de la realidad; la Escuela,
pues, debe enseñar a percibir, a observar, a que el pensamiento se nutra de la
experiencia propia y no del concepto ajeno; a que los ojos miren y los oídos
escuchen y el tacto palpe. Necesita saber vivir del Juicio y del
discernimiento, no de la imaginación y la fantasía. Hay que enseñar a discurrir
y a reflexionar. Y para conseguir todo esto la escuela ha de salir de los
estrechos moldes de la rutina y convertir la escuela en taller, donde salga el
hombre práctico y no el automático loro, donde haya aulas para el estudio de la
Geografía, la Física, de la Gramática, de la Historia, de las Matemáticas, y
Gimnasia, etc.
»Por el carácter indefinido y
la finalidad práctica que estos conocimientos han de tener, dicen claramente,
que ninguna enseñanza escolar debe formar un cuerpo de doctrina con la unidad
íntegra y técnica que a cada una corresponde. Hace un minucioso estudio de lo
que son las escuelas graduadas en América y terminan sus últimas palabras con
una salva de aplausos.
»Al Sr. Romero Ruescas,
Director de El Noticiero de la Sierra,
se le concede la palabra. Y saluda en nombre de la educación e instrucción a la
cual –dice- vamos en estos momentos a rendirle un homenaje, pobre, quizás en
conceptos si se comparan con los grandes torrentes de luz que han brotado de
los señores que me han precedido en el uso de la palabra; pero que mis
sentimientos son grandes, como nacidos y caldeados en la Escuela por espacio de
muchos años, donde se funde en el crisol de la experiencia el verdadero amor y
cariño por la cultura de nuestra Patria.
»La enseñanza primaria, en la
generalidad de los pueblos, ha permanecido estacionada, afluyendo sobre ella
infinidad de obstáculos e inconvenientes que la privaban de poder continuar su
paso, progresivo aunque lento. El primer factor era el local de Escuela,
generalmente antihigiénico, sin reunir las cualidades pedagógicas que los
modernos estudios han descubierto deben aplicarse. La asistencia escolar era la
resultante del mal edificio: nuestras escuelas públicas, con raras excepciones,
hállense abarrotadas de niños. Y la organización de las mismas es el resumen
incógnito que nos resuelve el problema negativamente. La escuela unitaria ha
necesitado distribuir el gran contingente de niños en pequeños grupos para
hacer un tanto posible su trabajo. Cuando una vez empezado éste en una sección,
tiene que interrumpirlo cada dos minutos, pese a todas las disciplinas, para
reclamar el orden en las otras, la paciencia del educador se agota su bondadoso
entusiasmo y su ecuanimidad, tiene que trocarse en modales amenazadores, que
excitan el disgusto del niño y su educación e instrucción ya no se estimulan y
la organización y los esfuerzos del maestro no pueden hacer labor sosegada y
fecunda. De ahí el afán de nuestras altas autoridades, de nuestros pedagogos e
ilustrado cuerpo de Inspección el que se formen grupos escolares, que todos los
pueblos posean edificios adaptados a la labor que ha de desarrollarse en ellos,
como principal elemento de cultura. Que la enseñanza se gradúe en los pueblos
como se hizo en las capitales de provincia por Real Decreto de 23 de Septiembre
de 1898 en las Escuelas anexas a las Normales; que se dote de material
científico suficiente para que resurja de la postración estacionaria en que hoy
yace.
»La escuela graduad simplifica
el estudio, aumenta los conocimientos porque emplea más tiempo en una misma
enseñanza sin fatigar tanto su espíritu, reconcentra en grupos llamados grados
los niños que poseen iguales aptitudes y su labor es más fructífera, más
positiva. Por eso, al convocar las autoridades municipales de esta villa a los
Sres. Inspectores de la provincia y demás personalidades concurrentes al acto
para la construcción de un grupo escolar, El
Noticiero de la Sierra, en cuyo nombre hablo, aplaude con entusiasmo la
idea, elogia a tan cultas autoridades que se preocupan, como buenos patriotas,
que aman con ardimiento la tierra de su existencia, al amante pueblo que
depositó en sus manos el timón de su dirección para que fueran administradores
de sus aspiraciones.
»¿Queréis que la patria sea
grande, y de consiguiente, lo fueren el individuo, la familia, la ciudad y la
región? –decía Costa- proteged y fomentad la enseñanza, cuyos frutos, en el
mañana, serán la honra de vuestros trabajos, etc. Y termina diciendo: para no
molestaros más, abusando de vuestra amabilidad, voy a terminar; pero antes he
de rendir el homenaje merecido a la bellísima representación del primer valor
social, a la mujer; a vosotras, que constituís el resume n delicioso de la
hermosura humana divinizada, a vosotras, que sois el manantial más poderoso del
sentimiento y por tanto, de amor y virtud sociales. A las autoridades, para
alentarles en la difícil tarea que han emprendido y a cuantos espectadores me
han escuchado, por la atención de que he sido objeto, deseando la mayor
prosperidad para Villamartín. (Fue muy aplaudido.)
»D. Julio Guzmán [Arcipreste de
Arcos]. Al ocupar la tribuna, el público lo acoge con simpáticos aplausos, los
recojo –dice- y con ellos, hago un ramillete, lo paso por los labios de todas
las damas y Stas. y después se lo ofrezco a Ntra. Sra. de las Montañas. (Sus
últimas palabras son ahogadas por aplausos prolongados.)
»Habla de educación, de
metodología pedagógica, defiende en brillantes párrafos la escuela graduada y
profundizando en pensamientos enciclopédicos (porque con una erudición
ilimitada) abarcó el principio de todas las ciencias del saber humano. Aludió a
la mujer, esa mitad del género humano, y para describir su valor social nos
abrió con su mágica palabra los anales de la historia, en la antigüedad a Roma
y Grecia, y en periodos más modernos, nos hace mención de Agustina de Aragón,
de Juana de Arcos, de la Reina Isabel de Castilla, unas conquistando con su
valor el honor de una patria en peligro, otras engarzando a su corona las
perlas de un nuevo mundo. (Seguir al orador en su discurso de tres cuartos de
hora sería imposible.)
»Trató con la ecuanimidad en él
características también algo de sociología, increpó a los ricos, porque en
cierto grado no corresponden a los sacrificios de los pobres que, con el sudor
de su rostro, engrosan los caudales; fustigó también con dureza al pobre, porque
no corresponde al bien que le proporciona el rico; censuró el egoísmo de éste,
la envidia por ser el más constante enemigo de sí mismo. El pobre jamás se
protege, si un amigo recibe alguna protección, procura por todos los medios que
ya que él no lo disfruta que el otro no se aproveche de ella. Todo eso se evita
–dice- ayudando los ricos con sus capitales a la construcción del grupo escolar
y los pobres enviando a sus hijos para que se instruyan y sepan en el mañana
medir la intensidad del bien que reciben con el módulo de la gratitud. Por
último terminó en brillante párrafo, dedicado a sus primeros maestros que le
valieron repetidos aplausos durante el periodo. (Fue muy felicitado.)
»El Sr. Inspector de primera
enseñanza hace el resumen elocuentemente, los plausos interrumpen el discurso
en varias ocasiones, y como buen fisiólogo que conoce el organismo, así; él,
habla de la enseñanza, habla de elogios a Villamartín, a sus Autoridades
modelos, a su Junta Local de 1ª enseñanza, a sus propietarios que respondiendo
al sentimiento altruista de engrandecimiento de la patria chica, gustosos
corresponden a su indicación, por eso, dice el Sr. Inspector, yo he hablado al
Sr. Gobernador de la provincia de Villamartín, de su entusiasmo, de su riqueza
y de su nobleza y, aunque para mí nada quiero, yo en nombre de esos seres
pequeños, de esos futuros hombres, de la sociedad infantil de Villamartín, os
felicito y os rindo el más profundo homenaje de gratitud y admiración. (Se oyen
grandes aplausos que duran varios minutos.)
»Después habló técnicamente,
jugó su lenguaje con los secretos de la historia, de la literatura, del arte,
de la astronomía y como punto final terminó con la olorosa rosa de la sociedad,
con la mujer. La mujer –dijo- es para la sociedad lo que el timón a la
embarcación, y la luz, el aire y los alimentos a la vida. La mujer es el ser de
ternura y amor para el hombre que mora en el oasis de este destierro denominado
mundo y en el que aparece como compañera, le ofrece su amor y su cariño,
siendo, en fin, como el astro que ilumina sin quemar, las ráfagas que purifican
sin destruir y el arroyo que fecunda sin inundar. (Grandes aplausos acogieron
sus últimas palabras.)
»Lee el pliego que la Junta
Local ha abierto para la suscripción del grupo escolar que se proyecta
construir y se inscriben las personas siguientes:
D. Matías Pangusión,
Alcalde…………….1000 pts.
D. Francisco Romero
Morales……………..1000 pts.
D.ª. Jerónima de
Jarava…………………….1000 pts.
D. Jaime Lannes……………………………1000
pts.
D. Francisco Romero y Hnos……………….1000
pts.
D. Jerónimo
Carrillo………………………..200 pts.
D. Antonio Regordán
Gómez………………..200 pts.
D. Ildefonso Jiménez
López………………….100 pts.
D. José Íñigo
Pren……………………………..100 pts.
D. Tomás Márquez
Gago………………………100 pts.
D.ª. Mª Pacheco, Vda. de
Poley………………..100 pts.
D. Julio Guzmán
López…………………………..50 pts.
D. José Morato
Ortega……………………………50 pts.
D. Francisco Gil
Álvarez………………………….50 pts.
D.ª. Carmen Gutiérrez de
Riquelme………………..50 pts.
D.ª. Isabel Pen, Vda. de
Gómez…………………….50 pts.
D. José Jarén Mateo…………………………………50
pts.
D. Pedro Sánchez
Orellana………………………….25 pts.
D. Julián Armario
Gómez……………………………25 pts.
D. Manuel
Jiménez…………………………………..25 pts.
Y otras 5 o 6000 ptas, de otros
señores que prometieron ir a suscribirse al Ayuntamiento.
»Terminado el acto, desfiló entre
la mayor alegría y entusiasmo el público de Villamartín. Y nosotros, que
sabemos lo grande que es esa obra, que aquilatamos el verdadero mérito y
altruista que encierran, felicitamos a los habitantes, a las autoridades y a
todos los protectores de tan sublime obra de Villamartín, cuyo recuerdo quedará
esculpido con signo de agradecimiento en los corazones nobles y generosos. De
esa forma se hace patria, se hace pueblo y al hacer patria y pueblo se hacen
ciudadanos conscientes de sus actos».
Ángel Romero
©del texto Juan Jesús Portillo
Ramos y el Noticiero de la Sierra.
©de las imágenes lo señalado en
cada una de ellas.
©de la publicación
«Villamartín.Cádiz Blog de Pedro Sánchez».
Publico aquí un excelente comentario recibido por email de la compañera María de los Ángeles Barrera Naranjo:
ResponderEliminar«Excelente publicación. En efecto, toda una crónica social de la época que nos da información sobre muy variados aspectos, desde el protocolo en los actos sociales a la consideración de la mujer aún como seres bellos y amables; con todo me ha llamado la atención la persona de la Sta. D.ª Joaquina del Campo Augueira, inspectora de educación de la provincia. Esta y las demás maestras son presentadas como " srtas.", es decir eran solteras, al casarse presuntamente dejaban de trabajar, si bien esto no siempre es así. Sin desperdicio el extranjerismo "lunch". El hecho de que la creación de un grupo escolar fuera noticiable y congregara en un acto a las autoridades de la localidad, festejándose hasta con una corrida de toros, dice mucho de la prioridad que tenía la educación para ese Villamartín de principios del siglo XX.»