Un repaso a nuestro Libro de Feria
me lleva a localizar varios artículos y comentarios sobre el campo de aviación
que existió en Villamartín, concretamente en los Llanos de la Mata, desde 1936
hasta 1945. Por la primera fecha se ve que estuvo claramente relacionado con la
Guerra Civil española. Sobre este tema escribió José Bernal Cisuela en el Libro
de Feria de 1991 en un breve artículo titulado «Villamartín y su campo de
aviación», Enrique Holgado Caro en 1996 con un amplio trabajo que vamos a
seguir, «La aviación y su vinculación con Villamartín» y Francisco Morales
Fernández en 2009, «Año 1936: Destacamento del campo de aviación militar de Villamartín».
Si nos remontamos a 1914 encontramos que
la revista España Automóvil y Aeronáutica recoge una iniciativa del
diario Heraldo de Madrid para que sus lectores mandaran datos de
terrenos que pudieran ser eventuales campos de aterrizaje. Desde Villamartín
escribe Cándido Calvo para señalar las buenas condiciones de algún terreno que
podría ser la zona de los Llanos de la Mata.
José Bernal Cisuela, pese al título,
solo hace una breve referencia comentando que «a la izquierda de la
carretera que es el trazado largo que se aprecia con árboles, es donde estuvo
situado el campo de aviación que tan escaso uso tuvo, si bien, con avionetas
perseguían a las avutardas, cazándolas, que por aquel entonces había bastantes…».
Fot. Pedro Sánchez. Libro de Feria de 1991.
A Francisco Morales Fernández lo vemos
en una imagen de su artículo junto al pozo y las pilas que usaban los soldados
para su suministro de agua y como lavadero. Curro Morales aporta mucha
información por su conocimiento de la zona y su relación con los oficiales,
suboficiales y soldados que estuvieron en el campo y que recoge Enrique Holgado
en su artículo. En el pie de foto se comenta que «
los soldados, para suministrarse
el agua para el aseo y comida, tenían que hacerlo con cubetas desde la Fuente
del Higuerón, transportándolas valiéndose de palos apoyados en
los hombros. Posteriormente, Esteban Benítez, jefe de
obras del Ayuntamiento de Villamartín, les construyó un pozo y doce pilas
de aseo». Col. Francisco Morales.
Libro de Feria de 2009.
Enrique
Holgado nos proporciona una amplia información, llena de detalles, en su
artículo que puede rescatarse en el Libro de Feria de 1996 como ya he
comentado. Seguiré su línea narrativa, algo resumida, para conocer este
aeródromo poco recordado por su desaparición hace ya más de 75 años,
intercalando imágenes del trabajo de Curro Morales y otras de aportación
propia.
No hubo muchas dudas a la hora de
elegir, a finales de julio de 1936, el lugar para instalar el aeródromo. Los
Llanos de la Mata presentaban las características óptimas para ello. Solo había
transcurrido apenas 15 días desde el inicio de la Guerra Civil española cuando
llega a Villamartín un teniente coronel de la base aérea de Tablada (Sevilla),
se entrevista con el alcalde y le comunica la ocupación de 200 ha para las
instalaciones militares del campo de aviación. Trae ya los planos topográficos
y sin más dilación se entrevistan con el guarda jurado José Morales Naranjo que
marca el trazado divisorio con un arado y una yunta de mulos, siguiendo las
instrucciones militares. La requisa de tierras afectó al duque de Ahumada, a la
finca de Alberite y a José Morales Perdigones. Pronto llegó un camión con
soldados que iniciaron la adecuación de las tierras para campo de aviación:
construcción de la pista, barracones y un polvorín, sirviendo el cercano
cortijo de Retamilla como sede del mando y torre de control. Así se inicia el
primer periodo de funcionamiento de estas instalaciones, que dura más o menos
el tiempo de la guerra, con operaciones inmediatas sobre el vecino frente de
Málaga. Cuenta Enrique Holgado que «los soldados cargaban 4 bombas de 50 kg
en las avionetas cada vez que hacían un despegue, efectuando entre 3 y 4
salidas diarias durante los meses de agosto y septiembre de 1936». Parece
ser que en un desplazamiento que realiza el general Queipo de Llano de Sevilla
a Ronda y Málaga hizo escala en nuestra localidad, siendo recibido por la
corporación municipal. El regreso al campo de aviación lo hizo andando hasta El
Tacón. Pudo ser en esta ocasión cuando ocurrió el hecho anecdótico que cuenta
Fernando Romero en su libro República, Guerra Civil y Represión: «Al
pasar por El Tacón, el niño Sebastián Salas lanzó una patada contra su coche;
el general se apeó y ordenó al carabinero Antonio Lupianez que informase a la
alcaldía para que impusiera una multa de diez pesetas al padre del chiquillo».
Terminada la contienda el lugar se abandona hasta principios de la década de
1940, que se reabre como aeródromo auxiliar en el contexto de la delicada
situación europea, a la sazón en plena contienda, y de las numerosas tensiones
por la cuestión de Gibraltar, siendo este el periodo más interesante para
Villamartín. (Plano: elaboración propia sobre mapa del IGN).
Imagen del cortijo Retamilla y pie de
foto aportado por Francisco Morales en su artículo, en el cual nos cuenta como
los militares se incautaron del mismo exigiéndole a su dueña del momento,
Josefa Menacho Vicedo, que debía abandonar el lugar; ante los ruegos de la
misma, finalmente, le permitieron quedarse en la planta baja. Libro de Feria
de 2007.
En su artículo Enrique Holgado ofrece
esta imagen de los posibles barracones. Personas que los conocieron les cuesta
trabajo identificarlos. La imagen es una acuarela del pintor rondeño Asís, que
pudo estar como soldado en el aeródromo y quizá inspirarse en el campo de
aviación para su cuadro.
La adecuación de las nuevas
instalaciones y construcción de los tres barracones de unos 200 m2
empezó a finales de 1941, usando como material de construcción paredes de
cañizo revestidas de yeso, cubierta de chapa vertiendo a dos canales (algunas
personas la recuerdan de Uralita) y piso de tarima. El primero se dedicó a las
dependencias del teniente, la oficina y el cuarto de armamento; el segundo para
la compañía y las dependencias del sargento y el tercero destinado a cocina,
intendencia y dependencia del furriel. Ya en 1942 llega a Villamartín un
contingente de más de 50 militares del Arma de Aviación, con destino a la que
se denominó «Base aérea militar Llanos de la Mata». Durante la permanencia de
esta base, bastantes jóvenes del pueblo hicieron en ella el servicio militar.
Campo de aviación de Villamartín, abril de 1943. En el
centro de la imagen aparece Antonio Rodríguez García, apoyado en un biplano
Bücker 131 Jungmann. (Col. Antonio Rodríguez. Libro de Feria de 2007).
Durante el periodo de funcionamiento de
la instalación militar, ésta mantiene una relación fluida con Villamartín: son
numerosas las relaciones sociales y sentimentales que comienzan con noviazgos y
acaban en bodas en algunos casos; comerciales, que llegan incluso al «trueque»,
para el abastecimiento alimenticio, obteniendo la leche y los garbanzos en
ranchos cercanos y el pescado, la carne y la fruta como compa diaria en la
plaza de abastos; intercambio de los pastos de la base con el vecino Pedro
Pérez Soria por cabezas de sus corderos y ovejas para la cocina; visitas del
párroco don Manuel Jiménez Sutil todos los jueves para charlar con los soldados
y rezar el rosario; por su parte los sodados acudían a la misa de los domingos
y al llegar al Tacón subían en formación hasta la parroquia; carrileo continuo
de los militares libre de servicio para acudir al paseo por La Plaza o al cine
de Curro Delgado; agrupaciones de soldados que solían acompañar a las
procesiones en Semana Santa, especialmente al Santo Entierro. Pero, sobre todo,
con gran ilusión se esperaba al domingo para la práctica del fútbol entre los
equipos locales y el militar, jóvenes y público en general acudían al campo de
La Noria para animar y dar ambiente al partido, incluido el capitán de la
Guardia Civil.
Imagen relacionada en algún momento con el campo de
aviación de Villamartín, aunque el paisaje parece no corresponderse. Col.
Antonio Rodríguez García.
A medida que pasan los años los soldados
van licenciándose sin que fueran entrando otros de reemplazo por lo que el
número de militares destinados a Villamartín fue decreciendo, hasta que en 1945
es clausurada la base aérea y los militares que aún permanecían trasladados a
la cercana de Tablada (Sevilla), quedando cada vez más lejano el recuerdo del
campo de aviación. Ya en 1958, estas tierras y otras superficies más de La Mata
y Alberite fueron expropiadas por el Instituto Nacional de Colonización y
distribuidas en parcelas, denominándose al conjunto Llanos de Villamartín y que
han acabado formando parte de la zona regada por las aguas del Guadalete
embalsadas en la presa Zahara-El Gastor.
De la Base aérea militar «Llanos de la
Mata de Villamartín», solo nos queda el pozo de la imagen y los restos de las
12 pilas, todo abandonado y en franco deterioro junto al camino de servicio
paralelo a la A-373.
Enlace a
Conoce tus Fuentes. Otro elemento patrimonial, construido por el
villamartinense Esteban Benítez, jefe de obras del Ayuntamiento de Villamartín
hacia 1942, que desaparecerá no tardando mucho. El recuerdo, cada vez más
lejano, que permanece en Villamartín, nos es el del aeródromo de la Guerra
Civil utilizado lamentablemente para bombardear las posiciones republicanas de
la provincia de Málaga, sobre todo, sino el de la década de 1940, usado como
base militar que permitía hacer allí la mili a los mozos villamartinenses,
además de la cordial relación que hubo con el pueblo y que hemos descrito. Fot.
Ernesto Pangusión.
Nuestro amigo José Manuel Amarillo me
proporciona esta imagen del accidente sufrido por este avión. El perfil del
fondo nos hace pensar en la sierra de Grazalema y que el piloto estuviera
buscando el aeródromo de Villamartín para realizar el aterrizaje. (Revista de
Historia Aeronáutica. Año 2015. Nº 33).
En los últimos años del siglo XX y
primeros del XXI va cuajando la iniciativa de crear un club de vuelo en los
terrenos situados entre la antigua estación de ferrocarril y el río Guadalete.
El proyecto se ve realzado con motivo del V Centenario y el 10 de mayo de 2002
el consejero de Turismo de la Junta de Andalucía Antonio Ortega inaugura el
hotel Antigua Estación, iniciativa de los empresarios Thomás Huster y José Luis
Espada, con su pista de vuelo anexa. Actualmente las referencia que encontramos
nos conducen al llamado aeródromo Tomás Fernández Espada, gestionado por Thomás
Huster y Asociados, S.L. (Fotografía tomada de aterriza.org).
Anexos
Una vez publicada la entrada en mi blog me llegan diversas aportaciones que agradezco y publico como anexos:
*Manuel Vidal Jiménez me hace llegar algunos datos que tiene recogidos en sus Efemérides sobre Villamartín.
-Por orden de la autoridad militar, se realizan obras de replanteo en los Llanos de la Mata para la instalación del campo de aviación, por importe de 389 pesetas (AMV. ACG. 1936).
-El 7 de noviembre Esteban Benítez cobra 420,50 pesetas por las obras realizadas en el replanteo de los Llanos de la Mata para campo de aviación (AMV. AC. 1936).
-Se construye un barracón en el campo de aviación de la Mata, importando los jornales la cantidad de 447 pesetas (AMV. ACG.1937).
-Se inicia la entrada de explosivos en el campo de aviación, cuya descarga realizan obreros de Villamartín a los que se abonan 25 pesetas (AMV. AC.1937).
*Juan Troya Pérez me informa que la persona que aparece en mi artículo como José Troya (ya corregido) debe ser su abuelo Juan Troya Moreno, que tras ser incorporado a filas por el ejercito golpista y participar en la Batalla del Ebro, donde fue herido gravemente, regresa al pueblo en calidad de militar y pasa a formar parte de la plantilla del campo de aviación de La Mata donde ejerce de guarda de la base y otros trabajos relacionados con las maniobras de aterrizaje. Una vez licenciado pasa a trabajar como policía municipal.
* Deja un comentario en este blog José Luis Falcón Holgado, hijo de José Falcón Baquero, cabo de Los Palacios destinado en el campo de aviación y que casó con la villamartinense Jerónima Holgado. Espero una posible ampliación de su comentario.
*También Francisco Rodríguez Gómez me comenta como su padre acaba en el campo de aviación tras pasar por la Batalla del Ebro y la base aérea de Tablada. En Villamartín conoce a María de los Ángeles Gómez Delgado con la que contrae matrimonio.
*Manuel Alpresa García me amplía algunos apellidos de las personas nombradas.
*Otras personas han quedado en aportarme fotografías y pequeñas biografías de sus antepasados relacionados con el campo de aviación. Todo aquel que quiera, puede hacerlo a través del “Formulario de contacto” de este blog.
Bibliografía
Bernal Cisuela, J. Villamartín y su
campo de aviación. Libro de Feria de 1991. Ayuntamiento de Villamartín.
Holgado Caro, E. La aviación y su
vinculación con Villamartín. Libro de Feria de 1996. Ayuntamiento de
Villamartín.
Morales Fernández, F. Año 1936:
Destacamento del campo de aviación militar de Villamartín. Libro de Feria
de 2009. Ayuntamiento de Villamartín.
Bernal Cisuela, J. Sánchez Gil, P.
Romero Romero F. Coodres. Villamartín. Imágenes de un Siglo I, II y III.
Ayuntamiento de Villamartín. 1989, 2002 y 2016.
© del texto, Pedro Sánchez Gil basado en
los artículos señalados.
© de las imágenes, lo señalado en los
pies de foto.
© de la publicación, «Villamartín.Cádiz Blog de
Pedro Sánchez».
Me parece una magnífica idea. Soy Jose Luis Falcón Holgado, hijo de José Falcón Baquero, cabo de Los Palacios. Me gustaría contactar con el autor.
ResponderEliminarUn saludo.
Saludos José Luis. En la columna de la derecha de este blog encontrarás el "FORMULARIO DE CONTACTO". Lo cumplimentas y me llegará un correo con tu comentario. A partir de ahí ya podemos comunicarnos de forma privada por email.
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